OPINION: Los videos en la industria del entretenimiento
La industria del entretenimiento en Estados Unidos es uno de los pilares de su descomunal y multimillonaria economía. Este renglón productor de empleos y que compite en dividendos con la droga, la prostitución y el petróleo, genera beneficios por encima de los 726,000 millones de dólares al año, y todo eso a pesar de la disminución en ganancia que le ocasiona la piratería, la cual ha sido la piedrecita en el zapato de este sector.
Para que tengamos una idea de ese mundo de la diversión está la película Star Wars, frenesí cinematográfico que en su Episodio 7, ha hecho negocios por el orden de los 28,000 millones de dólares, todo eso vendido en un paquete entre lo que está las espadas, vestuarios, máscaras, los videos juegos, entradas al cine, etcétera, por lo que la gente de Disney ha logrado su «agosto» en diciembre ( y pensar que el nerd de George Lucas con sus ideas naif en los años 70 no iba a producir el filme, y fue el genio mercadológico y artístico de Steven Spielberg que lo convenció de que eso sería un seguro éxito).
Si hay una estrategia de mercadotecnia en el mundo del entretenimiento lo representa el videoclip, que no es más que un espacio audio visual de unos cuantos minutos que permite la catapulta de una sugerencia artística. Por la magnitud del negocio la competencia en el mundo de los videoclip es sin límite de tiempo, cuerpo a cuerpo, y sin límites de recursos. Como ejemplo de lo anterior está la batalla campal que llevan a cabo las aclamadas cantantes Taylor Swift y Katy Perry ( competencia de la que han salido ganancioso sus fanes), que sin tregua por el medio, no escatiman esfuerzo alguno en llevar al video verdaderas producciones que parecen plasmada por los más acreditados autores del mundo cinematográfico.
No todo es derroche de recursos económicos en el mundo de los videos musicales, y eso lo podemos ver en el trabajo audiovisual de Bruno Mars y el inglés Mark Ronson en su Uptown Funk (Aleluya), en donde con una simple cámara, sin estridencias en la postproducción, y la frescura y el atrevimiento de sus mocedades, han hecho uno de los videoclip más exitoso de estos últimos años. Igualmente está el trabajo visual de Mayor Lazer y DJ Snake, que rodado en la India (por momento pensé que había sido filmado en el monumento Taj Mahal) que con el super éxito Lean on, (que a propósito de ese tema, tuvieron que cambiarle las letras de la canción por contenido violento, y ya no dice Blow Kiss, fire gun, sino blow Kiss, into de sun), se colocaron en los primeros lugares de las listas de éxitos musicales. El video Sugar, de Maroon 5, se inscribe en esos de bajo presupuesto y aceptación masiva.
En esta industria del video musical y cuando se hace un análisis semiótico notamos que el sesgo ideológico no se queda sin ser visto en las imágenes, y máxime en un mundo hedonista y narcisista esa producción creativa eleva esas categorías a su mayor expresión, y salen a relucir las miserias humanas, estampando en el trabajo fílmico la manera en que se percibe la vida. Resulta revelador y penoso que en los videos de artistas negros y latinos la discriminación en contra de las mujeres y el aspaviento de riqueza y poder son tónicas recurrentes.
Los videoclips de Chris Brown, Pitbull, Florida, Romeo, Drake, delatan el carácter de vida licenciosa y el criterio instrumentalista hacia las mujeres. Tanto es así que ni el video de la extraordinaria bailarina y cantante Tinashe con Chris Brown se salva de este aberrado concepto.
A pesar de ser un gran artista, la propuesta en video del inglés Calvin Harris es penosa, pues sus trabajos en imágenes y sonido no pasan de ser formato súper 8 de pésima línea gráfica. La excelsa cantante Rihanna podría meterse en competencia con Katy Perry y Taylor Swift, pero sus videos son dignos de pena, y para muestra basta con el tema We Found Love, que llevado a video no pasó de ser una relación de dos drogadictos con mediocre producción.
Hay videos agradables y con buenas postproducciones, como el de Redfoo en su Juicy Wiggle. Los hay también relajantes, como el paisaje que exhibe I´ll show you, de Justin Bieber. De la misma manera los hay originales como los del dúo europeo Icona Pop. También existen con una súper postproducción, como el de Iggy Azalea y Rita Ora en Black Widow
Esta industria de los videoclips es parte indisoluble de todo un paquete de ofertas mercantilistas, que debido a los millones de dólares que colateralmente producen, son parte importante en la promoción del mundo artístico.
jpm