OPINION: Los jueces en EEUU

           La Corte Suprema de Justicia de los EEUU está conformada, a diferencia de la nuestra, que tiene diez y seis (16) jueces, por apenas nueve (9) magistrados, uno de los cuales era el juez Antonin Scalia, quien falleció el 13 de Febrero del presente año mientras vacacionaba en el Estado de Texas.
            Como sucede con la mayoría de Cortes Suprema de Justicia de los países desarrollados, la de los Estados Unidos estaba, hasta el momento de la muerte del Magistrado Scalia, conformada por jueces conservadores y liberales, en el caso norteamericano, cinco conservadores, dentro de los cuales se ubicaba Scalia, y cuatro liberales.
            El tema de la muerte del Magistrado Scalia, y su posible sustituto, viene a colación al título del presente artículo, porque el fenecido juez, no solo era un conservador a ultranza, sino que era el principal defensor de la teoría de la interpretación original del texto constitucional americano (originalismo), que sustenta que cualquier interpretación que se le realice a la constitución, debe originarse desde  su propia literalidad, como si se tratara de una ley.
            Quiere decir que, conforme a los defensores del originalismo, cualquier interpretación a la constitución de los EEUU, debe llevarse a cabo, básicamente, observando simplemente el texto, sin salirse de él. Que ese texto, ratificado en el 1789, su significado es fijo y el mismo siempre, y por lo tanto, tiene un alto contenido de predictibilidad.
            De modo que la constitución de los EEUU, vista desde la óptica de los originalistas, debe entenderse y ser concebida, como un conjunto de normas, que fueron transferidas al Gobierno por el pueblo, por lo que al momento de interpretarla, hay que tomar en cuenta una disciplina que está ínsita en sus propias letras (en el preámbulo).
            Que como la mayoría de constituciones del mundo, los originalistas lo que procuran es convencer al resto de los intérpretes de la constitución de los EEUU, de que los redactores orinales de la misma, por medio de ésta, buscaban limitar el poder cuasi omnímodo que suele creer tener todo gobierno, fijándole cuáles son y cuáles no son sus competencias, afirmando que la carta política americana no tendría ningún valor, si su significado, no es fijo y único, y siempre el mismo.
            De otro lado de la acera, sus contrapartes y opositores, los evolucionistas, en cambio, lo que sostienen es, tal como lo dijera el que fuera juez presidente de la Corte Suprema, Magistrado Charles Hughes, que aún cuando todos los ciudadanos norteamericanos están sujetos a la constitución, la misma en realidad es lo que los jueces digan que es.
            Que es una falsía afirmar que la constitución tiene un sentido invariable, y que todo lo contrario, su naturaleza siempre fue, continua siendo y será, desde su redacción orinal, siempre dinámica, porque ésta deberá siempre estar ubicada del lado de los principales puntos de vista de la sociedad, importando poco el momento en que esta última se encuentre.
                Los defensores de la teoría evolucionista sostienen, que los fundadores de la constitución americana, al momento de redactarla, lo que produjeron fue un documento que aunque con contenidos amplios y generales, su propósito era, desde su nacimiento, que fuera un pacto vivo, capaz de sobreponerse, cuando fuera necesario, a las variaciones de las circunstancias que ha de deparar el transcurrir del tiempo.
            Es por la razón anterior, sostienen los evolucionistas, que la carta política americana (a diferencia de la relajación modificativa a la que ha sido sometida la nuestra), no ha sufrido muchas enmiendas (modificaciones), pues toda vez que irrumpe o surge alguna cuestión nueva, como el texto es abierto a interpretaciones, perfectamente puede ser abarcada por medio de este tipo de interpretación.
            Los evolucionistas les cuestionan a los originalistas, que si ellos fueran los dueños de la razón, ¿Porqué el propio texto constitucional no se refiere en ningún lado del mismo, al tema de cómo debe ésta ser interpretada?, y que por lo tanto se infiere, que si los creadores originales de la misma hubiesen tenido la intención de que en el futuro, cuando surgieran los debates, el texto fuera interpretado de una manera específica, lo hubiesen incluido en el texto, cuando la realidad es que no lo hicieron.
            ¿Quiénes terminarán con alzándose con la razón? No lo sabemos, y probablemente nunca se sabrá, pues mientras las ideologías de los jueces de la corte suprema, conservadores unos, y liberales otros, sean el punto de partida para ser propuestos por el presidente de los EEUU (Demócrata o Republicano) y ratificados por el Congreso, su desempeño siempre estará vinculado al sector que los patrocinó, lo que termina inevitablemente, se algún modo, comprometiendo su independencia funcional.
 jpm
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