Leonel ante el espejo de Bill Clinton

Leonel Fernández es un líder de dimensiones extraordinarias. Un estadista de primer orden. Es uno de los principales capitales políticos que tiene el PLD y el país. Es el presidente de la principal organización partidaria de la nación, ha sido tres veces presidente y ha realizado tres de los mejores gobiernos de la historia dominicana, a pesar de las acusaciones y falacias en su contra. Leonel es una realidad política de gran significación y un probable pre-candidato presidencial del partido de gobierno, pues a pesar de que ha sido tres veces presidente, la constitución le permite participar como candidato en el 2020. Y a eso tiene todo el derecho y muchas posibilidades.

Sin embargo, siempre he afirmado que tanto Leonel como Danilo, tienen un gran sentido de la historia. Esto significa que saben adoptar la decisiones convenientes en el momento adecuado y que siempre ponen sus intereses personales por debajo de los intereses de su proyecto partidario y del país. Leonel lo ha demostrado en varios momentos de su carrera política, siendo la más reciente en las pasadas elecciones cuando intentó ser candidato, pero ante la reelección indetenible del presidente Medina no tuvo más opción que apoyarla y trabajar por ella.

Pienso que  el ex-presidente Fernández está viviendo un interesante momento de definición de su futuro político. Acorralado por las circunstancias, siente que tiene todas las posibilidades de ser el candidato del PLD en el 2020 y el virtual próximo presidente de la república. Empero, sobre él todavía pesa un importante rechazo de una parte muy considerable de la población dominicana, lo cual sigue colocando su candidatura como un riesgo para la continuidad del PLD en el poder.

Esta semana Leonel estuvo como invitado especial en la convención demócrata que eligió a Hillary Clinton como candidata de ese partido a la presidencia de los Estados Unidos. Y el pasado martes vivió la experiencia de escuchar muy atentamente al ex-presidente Bill Clinton expresando el apoyo a su esposa, y hablando ampliamente sobre la necesidad histórica de que su compañera de vida sea elegida como la primera presidenta de la nación más poderosa del mundo.

Esa actuación de Bill Clinton con su esposa se reflejó como un espejo ante los ojos de Leonel. Este, como Bill Clinton, ha sido presidente en varias ocasiones y es reconocido en su país y en el mundo. Leonel, como Bill Clinton, ha tenido a su esposa como un soporte importante de su proyecto político y de su gestión presidencial. Ambos, por esas ironías de la historia, se han visto en la difícil disyuntiva de que, luego de haber sido los mandatarios de sus respectivas naciones, uno dos veces y el otro tres veces, tienen que servir de apoyo, estímulo y soporte a las candidaturas de sus esposas.

Bill Clinton actuó con responsabilidad y visión históricas el pasado martes, cuando dió un extraordinario discurso en la convención demócrata valorando la gran capacidad de su esposa Hillary y apoyando sin reservas su candidatura. El reto de Leonel Fernández está en si por un orgullo y vanidad personal quiere de nuevo ser presidente,  o si haciendo uso de nuevo de su gran sentido de la historia, es capaz de dejar atrás sus apetencias personales y se decide a apoyar a su esposa Margarita Cedeño para que, si ella gana la convención del PLD, pueda convertirse en la primera mujer presidenta de la Republica Dominicana.

¿Actuará Leonel Fernández como Bill Clinton?  Sería lo más conveniente para él, para el PLD y para la nación dominicana.

Euri Cabral
Es Economista y Comunicador
euricabral07@gmail.com

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