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OPINION: La desesperanza aflora en los movimientos que apoyaron a Danilo
Las elecciones del 15 de mayo del 2016 se caracterizaron, entre otras cosas, por romper el record en la cantidad de movimientos políticos que surgieron para apoyar una candidatura a la Presidencia de la República Dominicana.
Nunca antes en nuestra historia política se habían interesado tantas personas en, a través de grupos sociales denominados movimientos, participar en una contienda electoral.
En todos los estratos sociales y en los más apartados rincones del país surgieron, de manera espontánea, agrupaciones de personas que se unieron para apoyar a determinados candidatos.
Algunos que nunca habían participado en política se lanzaron al ruedo y, sorprendiendo a sus amigos y familiares, se convirtieron en “Líderes Políticos Temporales” conformando desde pequeños hasta grandes grupos con la intención expresa de trabajar en beneficio del candidato de su preferencia.
Otros, que ya se habían retirado o desinteresado del proselitismo, se entusiasmaron y formaron sus propios movimientos o se unieron a algunos de los existentes.
Muchos que estaban inconformes con sus partidos o con los dirigentes con los que trabajaron en otras campañas, no pudieron evitar el entusiasmo y, a pesar de que habían jurado que “jamás volverían a atajar para que otro enlace”, aprovecharon un movimiento del Sector Externo y se tiraron a la calle del medio a manifestarse a favor de este o el otro pretendiente a dirigir el país de Duarte, Sánchez y Mella.
La inmensa mayoría de estos grupos se formaron para apoyar, de manera especial, al Lic. Danilo Medina.
El trabajo realizado por nuestro Presidente en sus primeros cuatro años de Gobierno, unido a la esperanza de que en un segundo período lo haría mucho mejor, de que muchas personas cambiarían sus vidas, de conseguir un empleo, de ver nuevas caras en la administración pública, fueron parte de los principales aspectos que pusieron a la gente en lo que no estaba.
Hoy, a seis meses de haber terminado la contienda electoral, si bien es cierto de que la inmensa mayoría considera que tenemos el mejor valorado de los Presidentes y están contentos con sus ejecutorias, no menos cierto es, que la desesperanza comienza a aflorar en aquellos que trabajaron como nunca antes lo habían hecho por un político y que esperan recibir algún reconocimiento.
Esa desesperanza es el caso particular de los que se esforzaron a través de los movimientos externos, de los que pusieron su tiempo, su dinero, su empeño; dejaron a un lado sus vidas para dedicarse en cuerpo y alma a trabajar para llevar de nuevo a Medina a la Presidencia y ven como, según ellos, todo sigue igual y no se les ha tomado en cuenta.
En ese sentido, algunos aseguran que a partir de enero las cosas serán diferentes y habrá nuevos cambios en la Administración del Estado para favorecer a quienes, mediante los movimientos, abrieron las puertas de las posibilidades de los que ya, desde antes de las elecciones, se sentían defraudados.
Otros están volviendo a sentirse inconformes y muchos son los que ya comienzan a manifestar su arrepentimiento de haber vuelto a meterse en la política.
La realidad es que, en lo político las cosas pasan de acuerdo con las circunstancias del momento, que lo que ayer pudo haber sido, hoy no es, que, de nuevo, no es la primera vez en la que muchos quedan desilusionados, que no todos pueden ser beneficiados y que, lo más normal es que, siempre, un pequeño grupo sea el más beneficiado.
Yo, que estuve continuamente en los medios de prensa y en las calles del país trabajando como Secretario de Asuntos Electores del Proyecto Apoyo a Danilo, (PAD), uno de los movimientos que más se destacó por el trabajo realizado, recibo a diario las quejas de los miembros de muchos grupos y esa es la razón por la cual, con mucho pesar, debo expresar que: La desesperanza aflora en los movimientos que apoyaron a Danilo.