OPINION: Hilary, la Dama de la Guadaña

 

A veinte y tantos días de las elecciones, aun reina la incertidumbre sobre lo que pudiera pasar el día en que los ciudadanos concurramos a las urnas. Y las aprensiones están mas que justificadas. Estas son las elecciones mas incómodas para nosotros, que no debemos esperar nada bueno del ganador, sea Trump o sea la Clinton.

 

Personalmente no recuerdo ocasión previa en la que se hayan medido dos candidatos tan negativos como estos que nos gastamos hoy. Pero si malos son los candidatos, peores han sido sus equipos de campaña. Sus asesores no han conseguido que entonen un discurso que genere alguna esperanza en los electores, aunque fuere muy lejana. No hemos podido siquiera sopesar el alcance de sus propuestas y mucho menos la calidad de las mismas.

 

Los dominicanos de manera especial, estamos metidos en un berenjenal; ya que nuestro “liderazgo” se empecina en hacernos creer que la Clinton es casi la Santísima Virgen de la Altagracia; aunque todos sabemos que ni es virgen, ni es santa sino, todo lo contrario: muy diabla, y que Dios nos perdone el sacrilegio. Pero “chivos” como somos a fin de cuentas, intuimos que de ganar la candidata demócrata, seguro nos vendrá una especie de desgracia, similar a las siete plagas de Egipto.

 

Porque es de todos sabido que es una redomada embustera, hipócrita, guerrerista y representante principal de Wall Street, y por tanto la punta de lanza de las políticas neoliberales que nos han empobrecido durante los últimos años. Su paso por la jefatura de la diplomacia de Obama, solo ha dejado una estela de sangre en nuestros jóvenes servidores que, si los contamos cuidadosamente, confirmaremos sobre el millar de vidas de norteamericanos, perdidas fuera de combate y por negligencia inducida. A esto debemos sumar las mas de 200, 000 bajas civiles que han caído en los diferentes países donde la Dama de la Guadaña ha recomendado las aventuras militares que todos conocemos.

 

Ciertamente que estamos en una situación muy difícil, porque nuestros políticos, insisten en vendernos el cuento de que “a los republicanos les gusta la guerra y a los demócratas la paz”, escondiendo la realidad de que aquí hay un solo partido, con dos caras diferentes. Una moneda en la que hay un burro de un lado, mientras que del otro hay un elefante. De manera reiterativa repiten que los “chicos buenos” son los de Clinton y Obama y los malos los de Trump. Y todos sabemos que eso es una falacia.

 

Durante años han montado la farsa de que los republicanos odian a los inmigrantes y que los demócratas son nuestros amigos. Pero lo cierto es que la única reforma migratoria que nos ha favorecido, tuvo lugar durante la administración republicana de Reagan, mientras que en el Gobierno demócrata de Obama, es cuando mas gente se ha deportado. ¿Notan el contraste histórico?

 

Repiten sin cesar que el Partido Republicano es de los ricos, mientras que el Demócrata es el de los pobres. Nada mas absurdo. Hasta la aparición el

New Deal del presidente Roosevelt en los años 40’s, los demócratas eran el partido mas conservador de la sociedad norteamericana. Hoy, son los que han implementado las brutales políticas neoliberales que empobrecen a la clase trabajadora de este país.

 

Viven destacando -claro, solo cuando que les conviene- el rol de “policías del mundo” de Estados Unidos y acusan a los republicanos de promover la guerra por doquier. Pero sucede el caso y viene a ser, que bajo este gobierno demócrata y con “la Dama de la Guadaña” al mando de la diplomacia del Estado, se han producido las mas sangrientas masacres de civiles en guerras “no declaradas” jamás tenidas. Mientras que en las dos ocasiones en que nuestro país -República Dominicana- ha sido invadido por tropas americanas, han habido gobiernos demócratas al mando.

 

Como se puede ver claramente, los dominicanos no ganamos nada con el triunfo de la Clinton, que es la peor de estos dos “candidatos malos” que tenemos hoy. Y ello, sin hablar de las peligrosas implicaciones que tendría para nosotros que el “nuevo dueño de Haití” Bill Clinton, contase con el apoyo de su esposa desde la Presidencia del país mas poderoso del mundo. ¿Ustedes se pueden imaginar las tropelías que puede cometer este farsante, tanto contra los haitianos como contra los dominicanos?

 

Es evidente, el panorama es sombrío para nosotros, porque Trump no garantiza nada tampoco, aunque es claramente “menos malo” o mejor dicho, “mas conveniente” para el sistema en estas circunstancias. Sin embargo, de manera particular, prefiero abstenerme de recomendar el voto por los republicanos. Que cada uno vote por lo que su conciencia le dicte, pero que concurra a las urnas el 8 de noviembre. No porque “haremos historia alguna” como afirman los vendedores de ilusiones del patio sino, para que vayamos afianzando el hábito del voto entre los dominicanos.

 

Mi voto será de protesta, mi voto será leído por el scanner como “blank”. Porque yo no quiero ser responsable del desastre que está por venir. Ustedes pueden votar por quien les plazca, por alguno de los otros candidatos, que serán unos cuatro, votar blank o void. Pero nunca votar por Hillary Clinton, ya que ella es la peor opción que pudiéramos abrazar.

 

No quiero lucir como amargada Casandra pero es un hecho que si votamos por Hillary Clinton, la dama de la guadaña, lloraremos lágrimas de sangre. Ya lo verán….

jpm

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