OPINION – Haití: un conglomerado de mantenidos
En nuestra columna anterior hacíamos hincapié en que otras naciones del mundo, de América y de Europa, pero particularmente Estados Unidos de América, en la aplicación de su política exterior regional y los organismos internacionales que están bajo su control y su mando, en la región del Caribe, realizan esfuerzos extraordinarios para presentar a Haití “como un Estado Republicano”, organizado con instituciones nacionales y todas las características de un pueblo que se desenvuelve en los aspectos esenciales de su vida, tal vez mejor que la República Dominicana.
Todo esto tratando de convencer de que el “conglomerado humano” haitiano iba a celebrar unas elecciones nacionales para escoger a un presidente en la misma forma y con la rapidez de los otros pueblos de Hispanoamérica, con la presencia en territorio haitiano de docenas de representantes de la ONU, de la OEA y de todas las ONG que están incorporadas a la campaña abusadora, irrespetuosa, desleal y difamadora contra nuestro pueblo.
Las elecciones tienen hoy lunes 2 de noviembre, ocho días de haberse celebrado y los resultados, según versiones de la prensa internacional, se conocerán a fines de este mes, si acaso.
Ya en las páginas de los periódicos están las fotografías de las protestas en las calles de Puerto Príncipe y otras comunidades haitianas, en las cuales están los simpatizantes de los cincuenta candidatos aspirantes a la presidencia y opositores al gobierno actual, protestando y denunciando como fraudulentas esas elecciones pasadas, cuyos resultados no se han dado a conocer.
Si no fuera una realidad trágica, dolorosa, preocupante, que tanto nos afecta a los dominicanos, lo que deberíamos hacer realmente es reír a mandíbula batiente frente a estas falsedades, expresión de la incapacidad de Estados Unidos, de Canadá y Francia, de enfrentar una realidad con docenas de años de vida, que cada día se hace más profunda y más lejana su solución.
En esa columna anterior hablamos de quiénes dirigen realmente la política de Estados Unidos en Haití y dejamos establecido con responsable decisión y autoridad que los que dirigen al conglomerado humano con el que compartimos el dominio de la isla de Santo Domingo, son realmente el matrimonio Clinton, de Bill y Hillary, y un pequeño grupo de familiares y amigos, particularmente de la señora Clinton, que están siendo seriamente cuestionados por un contrato de explotación minera aurífera, que fue otorgado en el año 2014 a una empresa estadounidense, donde el hermano de Hillary, Tony Rodham, es accionista mayoritario.
Y se ha publicado también en Estados Unidos, que la compañía “VCS Minería” con sede en Carolina del Norte, a la cual se le otorgó el contrato, tiene en la nómina de su consejo al ex primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive.
Frente a la realidad de los hechos que hemos recogido, en comunicaciones que se dictan fuera de nuestro país, ratificamos que con los haitianos tenemos muy poco que hacer.
Ayudarlos en la medida de las posibilidades, venderle los productos que se producen en nuestro país y que ellos no están en capacidad de producir, porque hemos dicho y lo ratificamos que el pueblo haitiano, desgraciadamente, perdió el hábito del trabajo.
Se ha venido convirtiendo en un conglomerado de mantenidos, que solo saben servir de pretexto para objetivos ulteriores de figuras estadounidenses aliadas a personajes haitianos para acumular riquezas sin rendir cuentas a nadie.
Pueblo Dominicano!, por eso ratificamos que así no puede ser.
jpm