OPINION: Encuentro sancristobalenses
Los Serie DOS llegaron como palomita en zinc caliente y desde los parqueos repletos de los carros de los de allá empezaron a saludar. Se encendieron los abrazos y el “Cuanto tiempo que no te veo” y “¿Qué de tu Madre cómo está?” -Mama está bien- Siempre con sus achaques, pero tiene buen ánimo, buen apetito, se ríe mucho, murmura, pelea, sueña y juega, que son los “signos vitales” para saber que la vieja que se quedó en casa está como un trinquete, con más brío que Jennifer López la del pelotero.
Este año el Reencuentro de San Cristóbal en el exterior, NY & NJ, más que el reencuentro de los que ahora se ven más virtual que personal pareció ser la Gran Feria de la Cocina Criolla de San Cristóbal, por la gran cantidad de variados platos que los presentes llevaron y compartieron con sus familiares y amigos. Coma, Coma, Coma, así se escuchaban las voces amables de los que andaban como anoche, dando vuelta en el parque en medio de un concierto de abrazos “para saludar a los que no he visto decían.
Este pasado sábado 14 en el Parque Estatal Franklin Delano Roosevelt quedó demostrado que el choque de sazón no mata ni hace daño, que fue un cuento que alguien inventó en San Cristóbal en aquellos tiempos cuando se creó el “Velar comida” en casa ajena para sacarle los pies a uno de esos que desandaba a las doce del día yendo de casa en casa diciendo la frase mágica de un velón simpático y buena gente “Me huele, pero no me sabe” Tener los labios cenizos y sin grasa estuvo prohibido en este evento. Si te veían los labios secos y tristes te ofrecían un plato sin importar tu nombre o si hiciste la primera comunión.
Este fue un sábado hermoso y hubo de to con la tarde sonriéndole a los Serie DOS. Además de comida, los de San Cristóbal hicieron gala mostrando su mejor orgullo, los hijos y los nietos. Vinieron tantos que vinieron hasta de Europa y algunos al expresar su satisfacción de estar presentes dijeron: “La vida es solo una y no hay nada mejor que reencontrarse con su gente” Hubo quienes de lejos se saludaban con seña prometiéndose verse más tarde y abrazarse, pero se perdieron en la multitud de afectos y no pudieron volver a verse, así son los Reencuentro.
La asistencia crece, aunque este año se notara que la gente estuvo más desahogada debido a que las áreas del Parque para la actividad esta vez fueron más. Ahora con más áreas, este evento que cada año crece parece prepararse para su futuro. Muchos de los grupos confeccionaron sus vestimentas con franelas de variados colores que animaron la actividad. La disciplina no podía ser menos, la madurez de la gente en una actividad tan numerosa quedó demostrada. La cortesía de los presentes fue excelente, el manejo de la basura por los asistentes tomando conciencia.
No podemos dejar pasar, darle un aplauso de pies a los organizadores de este majestuoso evento. Este comité organizador, como dicen allá, me la robó TODAS. Hacer ese gran trabajo para juntar a tanta gente en un ambiente de más armonía que en la sinfónica, es extraordinario, si pensamos que muchos se hubiesen ido de este mundo sin jamás volver a verse. Por lo que creo que quienes hacen posible esta gran fiesta son merecedores de un espacio en la Gloria de San Cristóbal y del País. Gracias gente linda del RSCNYC 2018. Al comité organizador de los Reencuentros de nuestro pueblo. Juntar la gente en el amor es otro modo de cambiar lo que está mal.