OPINION: El significado histórico del PRD en un nuevo aniversario
Con una serie de importantes actividades conmemorativas, el Partido Revolucionario Dominicano, el más importante instrumento de lucha y conquistas sociales que ha tenido el país, arriba este jueves a un nuevo aniversario de su fundación.
Como partido policlasista, el PRD ha representado históricamente la fiel defensa de los sanos intereses nacionales, y qué bueno es que este 57 aniversario encuentre un partido tonificado, rejuvenecido y en crecimiento, dirigido por un equipo de prominentes ciudadanos encabezados por el ingeniero Miguel Vargas, su presidente y líder actual.
Tras la muerte del doctor José Francisco Peña Gómez hubo quienes creyeron que a lo interior de la organización del jacho encendido y la bandera azul y blanca se produciría algo así como una estampida. Pero para bien de la democracia no ha sido así.
Pues quiso el destino y la razón que dentro de la organización surgiera un nuevo liderazgo capaz de renovar un partido tan grande y diverso, verdadera expresión de la democracia por la que tanto se ha luchado y que tanto sudor y sacrificio nos ha costado.
Celebro que el PRD es, en estos momentos, una verdadera opción de poder y expresión de los anhelos de las mayorías nacionales conformadas por esos hombres y mujeres que merecen una vida mejor, apoyados por un partido que está en permanente crecimiento, captación de nuevos acólitos y renovación para reafirmar los principios en los que está fundamentado.
Debo señalar, en honor a la verdad, la responsabilidad y la entrega del ingeniero Vargas porque con su inversión y sacrificio se ha entregado a mantener viva y encendida la luz del jacho y, resultados son, el crecimiento de la entidad política, la capacitación de su dirigencia y la impresión de una nueva dinámica ajustada a estos últimos tiempos.
Cuando alguien (en este caso el señor Vargas Maldonado) deja de lado muchas de sus responsabilidades personales, descuidando incluso sus exitosas empresas privadas de toda una vida, para entregarse a la renovación de una organización como esta, hay que reconocerle sus ingentes esfuerzos. Esfuerzos debidos al carácter de una mística real y una auténtica vocación de servicio, así como una manera de honrar permanente las ideas que motivaron su fundación y a la memoria indudable del doctor Peña Gómez, un gigante de las luchas democráticas, uno de los más carismáticos y grandes líderes que sobrepasan los límites continentales.
Serían necesarias muchas horas y páginas necesarias para examinar detalladamente los inigualables aportes del PRD, sus líderes y su militancia a lo largo de toda una historia que en los últimos tiempos ha sido valorada más que nunca; andan por ahí los resultados que atestiguan cuanto aquí afirmo.
De modo que para los perredeístas y la ciudadanía sensata la amplia variedad de actividades, desde misas, encuentros y debates que servirán de marco a estos festejos aniversarios constituyen una manera de reafirmación de la gratitud hacia el pueblo dominicano, como ha deseado su presidente Miguel Vargas.
Reflexiono ahora y recuerdo a los que ya no están físicamente aunque viven en el corazón agradecido, y aplaudo las laboriosas iniciativas y la constante reinvención del partido. Su actual presidente ha sido siempre claro y categórico, como hombre de Estado y carácter.
Finalmente, celebro y conmemoro este nuevo aniversario glorioso del PRD y congratulo a su dirigencia, con Miguel Vargas siempre a la cabeza, por la dinámica y por la mística, por la reingeniería y por el hecho de mantener vivos los principios del partido del pueblo, el Partido Revolucionario Dominicano como verdadera esperanza nacional.