OPINION: El PLD, la Oposición y el 2020

Como consecuencia de los cambios que se están dando en la política mundial, en la República Dominicana la política también está cambiando de manera vertiginosa, pero al parecer hay partidos y líderes que no se están dando cuenta de ello.

En el período 2012-2016 la oposición política al PLD cometió el gran error estratégico al enfilar sus cañones hacia el Dr. Leonel Fernández, confiando en que el Presidente Danilo Medina no iba a modificar la constitución para reelegirse, lo cual terminó haciendo sin que hubiera fuerza alguna capaz de evitarlo.

Cuando la oposición vino a reaccionar ya era muy tarde y el Licdo. Danilo Medina se reeligió de manera relativamente fácil con el apoyo no sólo de su partido sino de amplios sectores de la misma sociedad civil, que en su afán por satanizar al Dr. Leonel Fernández, terminaron asumiendo la reelección de Danilo Medina.

Este período del 2016 – 2020 promete ser diferente, ya que la oposición no está dispuesta a cometer el mismo error del período anterior, y por lo tanto el PLD debe obrar de acuerdo al nuevo escenario que se ha presentado en este período.

En este escenario la oposición apuesta a la descalificación del PLD como partido, incluyendo tato el Dr. Leonel Fernández como al Licdo. Danilo Medina, consciente de que ambos son opciones para las elecciones del 2020 y de que la fuente de poder es el PLD como fuerza política dominante en el país.

En un escenario así el PLD tiene que apostar a su éxito desde el gobierno haciendo una gestión que sea valorada como buena por la mayoría de la población, al mismo tiempo que defiende y protege su unidad interna y la unidad del Bloque Progresista, a los fines de construir una nueva victoria electoral sobre este trípode político.

El gran reto de la oposición es poder construir una unidad monolítica en medio de tantos liderazgos horizontales y tanta diversidad programática como las  que existen en el conglomerado que se opone a  la continuidad del PLD en el poder.

Para la oposición el reto es construir la unidad, mientras que para el PLD el reto es mantener la unidad, y en ese escenario el PLD lleva las de ganar ya que no es tan fácil convencer a tantos caciques de que depongan sus intereses y aspiraciones personales y de grupo para orquestar una fórmula que garantice la unidad imprescindible para una victoria electoral en la primera vuelta.

JPM

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