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OPINION: ¿De quién es “Dominican Day Parade”?
La comunidad dominicana espera este domingo 9 de agosto del 2015, con la desesperación de aquellos niños que se pasaban todo el año ansiando la llegada del Día del Niño Jesús con el añorado juguete.
Es que aunque suene un poco raro, en la realidad es así. Muchos de ellos hasta sueñan con ese gran evento, que una vez fue el Desfile Dominicano destinado a promocionar nuestra cultura en Nueva York, y ahora llaman Dominican Day Parade. Pero en realidad, ¿podrán decirnos de quién es ese Desfile?
Corría el año 1982 cuando el santiaguero Miguel Guillermo Amaro, junto a otros activistas comunitarios, concibió la idea del glorioso Desfile Dominicano, una organización que a juicio de su ideólogo debería resaltar los valores culturales de nuestro país en el exterior.
Esa idea del amigo Amaro se quedó en teoría, porque no fue posible representar nuestra cultura debido a que la mayoría de quienes han estado al frente de esa institución desde sus inicios, piensan más en lo económico y en el figureo que en enaltecer los valores culturales de nuestra sufrida nación.
De “Dominican Day Parade”, de reciente formación, dicen que es una organización sin fines de lucro, no partidista que se esfuerza en difundir el sentido de la herencia y las contribuciones de la comunidad dominicana en los Estados Unidos, además de celebrar la riqueza de la cultura de nuestro país.
Este año tenemos una junta de directores del Desfile compuesta por personas en su mayoría vinculadas a instituciones que reciben fondos de la ciudad, otras al fiscal, al alcalde y asambleístas, senadores y concejales de la ciudad, pero se olvidaron de los representantes de organizaciones de profesionales y culturales y deportivas de nuestra comunidad.
Los nuevos directivos de la junta de Directores podrán tener buenas intenciones para difundir la cultura criolla, pero las actuaciones de algunos de sus miembros demuestran lo contrario, cuando se niegan a hablar español. En ese sentido, muchos dominicanos se preguntan, si esos dirigentes estarán en capacidad de mostrar la cultura dominicana en la Avenida de las Américas, en el condado de Manhattan.
Otro asunto un poco raro es el de la escogencia de las personas que nos representarán en dicha parada, pues entre los seleccionados hay varios que sí merecen desfilar, pero otros son una vergüenza para la comunidad y el país.
En nuestra comunidad residen hombres y mujeres que por espacio de varias décadas han realizado un trabajo positivo en diferentes aéreas, que merecen formar parte de ese selecto grupo que cada año representa a la comunidad dominicana en el exterior.
Hay que pensar en doña Nena, la que vende habichuelas con dulce, Pedro el frutero de San Nicholas, Juan el barbero de Broadway, Margot la del Restaurant y otras personas que con su esfuerzo cotidiano son modelo de orgullo dominicano, y merecen ser parte de ese grupo.
Para el domingo esperamos que la cultura dominicana llegue a Nueva York y podamos celebrarla como si fuera la llegada del Niño Jesús con regalos para todos y todas. Y que los dirigentes se convenzan de que esa institución no es para trepar a cargos político y conseguir prebendas económicas y figureo en la prensa.
Que así sea.