Danilo y Moreno: dos alumnos pésimos de Shepilov  

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EL AUTOR es escritor. Reside en Nueva York.

No se si los  “politólogos” en República Dominicana conocen a Dmitri Trofimovich Shepilov, artífice de la propaganda del comunismo en la Unión Soviética. No voy a adentrarme en sus grandes logros y álgidas controversias  como estratega propagandístico  del aparato estatal del país más grande del planeta.  Sólo quiero adelantar y decir que Shepilov llegó a ser el  único líder ruso que fue director en jefe del periódico  Pravda y a la vez  encargado de propaganda del Partido Comunista Soviético.

Hace unos diez años que leí las densas memorias de Shepilov, publicadas en 2001, y de aquella extensa obra se me ocurre  un paralelo paradójico con la novela “El Conde de Montecristo”,  en cuya trama existe otro curioso paralelo tejido en dos únicas palabras: confiar y esperar.

En las memorias del propagandista soviético existe un hilo conductor desde el  principio hasta el final: el autor critica, ataca, y desnuda públicamente a sus rivales, pero sin jamás desprestigiarlos; sin jamás lacerarlos moralmente.

En otras palabras, Shepilov  jamás recurre al estilo soviético de fabricar intrigas y rodear a su adversario de  alud de infamias.  Shepilov  resalta  puntos básicos: demostraba que su principal objectivo era la información correcta del Pravda y en sus escritos hacía que prevalezca la estrategia del Partido Comunista en  las grandes masas del país.

 “Jamás se puede sostener una larga  batalla fundamentada en desprestigios; en intrigas contra  un  adversario”, decía.

Creo que esta frase extraída de la experiencia del hombre que ejerció  una inmensa  influencia en  el  escenario de  intrigas  de José Stalin, podría servirnos para entender o apreciar la personalidad política del presidente Danilo Medina, a quien se le ha atribuido ser un “estratega” con notables éxitos en la política de República Dominicana. 

Y de paso al comportamiento político de Guillermo Moreno, líder de Alianza Pais.  Sin lugar a dudas,  que a juicios de   Francois Mitterrand, Danilo hasta hoy  ha logrado su objetivo: “lo que cuenta es el poder”, decía el político francés.  ¿Hasta cuando sostendrá  Medina el poder?

Ahora bien, vamos a ver si las últimas movidas del presidente Medina harían  sostenible su estrategia para mantenerse en el poder por un período más en la administración del estado dominicano; asunto que yo decididamente lo descarto, ¿por qué?  Danilo y al mismo tiempo Moreno, son  pésimos alumnos de Shepilov  y paso a demostrarlo:

1.-Danilo Medina, ya electo presidente, movió sus alfiles contra el ex presidente Leonel Fernández y su esposa, Margarita de Cedeño de Fernández, su vice presidenta;  a ésta le puso grandes recursos de  la administración pública como una forma de quitarle poder  y  luego logródesprestigiarla hasta hacerla rodar por los vertederos de la justicia. Y para Leonel, Medina desarrolló un plan muy al estilo de su personalidad política: ha utilizado  los vulnerables resortes del ministerio público para desacreditar   a Leonel, primero en la administración pública y luego dentro de su propio partido. Y  para ello inició una caza de brujas con los principales soportes y aliados de su archirival político: sometió a la justicia al senador Feliz Bautista y luego a Víctor Díaz Rúa, ex ministro de obras públicas.  Para nadie es un secreto que el ex convicto Paulino Ernesto Castillo es  parte de la mas perversa trama política que se haya ejercido desde las esfera del estado dominicano para hacer del desprestigio, la infamia y la intriga todo un  malévolo espectáculo, no contra un opositor político, sino contra los estamentos de la familia, la sociedad, la justicia  y el estado dominicano.

Y para cerrar este espectáculo de intrigas, el presidente Medina  adquiere las acciones del moribundo Partido Revolucionario Dominicano y compra a precio  de lentejas a Miguel Vargas; no por la importancia de esta organización y su líder, sino para arrinconar y desprestigiar a Leonel.  El pueblo husmea este vertedero con un lienzo roto sobre la nariz.

 2.- En esta acrobacia de pésima política surgen dos opositores y un  hijo postizo del presidente Leonel Fernandez.  Max Puig, ya declarado opositor,  cuyo olfato político ha sido muy ágil, y decide criticar fuertemente a Danilo; y Minou Tavárez Mirabal deja esa berenjena ya merodeada por moscas blancas y se aparta de un jefe de estado que hace de la intriga todo su arsenal contra el hombre que no sólo puso los recursos del estado, sino que le garantizó un poder que de otra manera hoy Hipólito Mejía hubiese sido el mandatario. 

He aquí mis críticas contra Guillermo Moreno, a quien considero una hechura de Leonel Fernández. Moreno y Alianza País nunca vieron en Danilo  al líder  que tenían que enfrentar: Moreno  ha centrado sus energías en criticar y hasta perseguir políticamente a quien ya no era su rival: el ex presidente Leonel Fernández.

De ahí que Moreno haya carecido de una correcta, acertada y coherente visión política  y a la vez nunca ha dejado de ser una especie de engendro de Leonel. La arrogancia y las ínfulas de Moreno y sus seguidores no han aportado buenos resultados contra la política hegemónica de Danilo. 

La petulancia nunca ha dejado resultado en política. Danilo y Guillermo tienen muy parecido estilo de hacer política; pues, ambos coinciden en hacer del desprestigio una peligrosa y lastimosa estrategia para llegar al poder. Para ellos, la política no es un arte sino un medio de insidia para denostar y perseguir a sus rivales; de ahí  que, de llegar al poder, ambos se envolverían  en la vistosa  túnica de una dictadura. Ya Danilo viste dicha túnica; a Moreno, por el momento, parece que le quedará muy grande o la sociedad dominicana habría percibido qué ocultaría.

3.- Mientras, la misión  de Shepilov era fortalecer la estructura del Partido Comunista Soviético, el presidente Medina hoy no sabe si cuenta con un partido monolítico; o un partido dispuesto  a mantenerlo en el poder;  sencillamente, su ambición desmedida ha creado un innecesario  frente interno que, sin lugar a lugar a dudas,  ha rechazado  las intrigas y  la falta de solidaridad que exhibe un presidente dispuesto a ponerle precio hasta  a las piedras de los ríos con un único propósito: mantenerse en el poder sin observar que una configuración de fuerzas ha ido despojando al presidente de  su falso aire de “estratega”.   

4.-  Para  Danilo pulverizar a Leonel retira la Fuerza Nacional Progresista y a su principal dirigente, Marino Vinicio Castillo, que hoy  tienen gran peso en la sociedad dominicana por haber puesto sobre la mesa que la administración  del estado dominicano está en manos de un presidente que ha preferido ser merecedor de otro período, sin hacer una defensa urgente  de los intereses del pueblo dominicano.

5.- Durante el  gobierno del  presidente Medina hemos perdido totalmente el respeto en el plano internacional.  Medina padece de una pesadilla que se llama: Leonel, quien políticamente podría haber estado ya  sepultado; pero,  ésa era una misión del  pueblo dominicano y no de un presidente totalmente empecinado  en desaparecer a sus  opositores a través de los recursos del estado y la intriga.

6.- Como Danilo cree que ha cargado con el santo y la limosna; pero al  ex presidente Fernández por ahí  le quedan algunas piezas.  Y este hombre no se va quedar parado en una esquina.  Y Danilo más que nadie lo sabe;  y por esa erupción  cutánea  que refleja su rostro se ha convertido en una pesadilla.  No hay tal picazón: es la deuda que tiene con el presidente del PLD.  Y esa deuda ya comenzó a cobrar intereses muy altos y retroactivos.  Por ahí  se teje una alianza con Luís Abinader y Leonel Fernández, pero éste  ha sido  rechazado por Hipólito Mejía; este hombre a pesar de su peculiar carácter tiene un profundo amor por su país: Hipólito es el mas conciliador de todos los políticos dominicanos; y Guillermo Moreno tendrá que someterse y seguir los pasos de Shepilov y dejar a un lado las intrigas  y al fin y al cabo ya debería de  percibir quién es un potencial rival en política. Moreno jamás debió haber   combatido a Leonel sino a Danilo.

De las memorias de Shepilov asumo que al presidente Medina  aun le quedan muchos cabos  para mantenerse en el poder; pero, más que todo, haber arrastrado a Miguel Vargas y a su fallido  PRD demuestra la miopía de un líder que ha pretendido  conjugar en su  entorno a  todas las fuerzas políticas de una nación. Algo que además de arriesgado, es muy peligroso para la estabilidad  de un régimen político.

Creo que el  presidente Danilo Medina y Guillermo Moreno más que pésimos alumnos de Shepilov han confundido  los recursos de la  estrategia con las reglas   tácticas de la política.  Y ésa es ahora, para ambos,  su tarea.

 

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