Cuando los paradigmas nos fallan  

 

1- Los de mi generación, fuimos políticos desde la temprana adolescencia. Los acontecimientos de la época nos indujeron a serlo a destiempo.   A los catorce años ya andábamos recorriendo las calles y callejones, unos con un jacho prendido que representaba al otrora grandioso PRD y otros con una bandera del 1J4 o con cualquier símbolo de un partido de izquierda o de centro derecha.  Rebeldes, con sentimientos patrióticos a más no poder dentro de nuestros pechos, combatíamos en las calles los remanentes de Trujillo y el neotrujillismo de Balaguer.   A riesgo de perder la vida, tal como le sucedió a muchos, lo hacíamos vociferando a todo pulmón: ¡libertad, libertad, democracia, fuera los Trujillo, Balaguer asesino!

 

2– Como éramos imberbes, nos inspiraban los adultos, por lo regular aquellos que llegaron del exilio con una historia de antitutrujillistas y con unos discursos que nos arrebataban.  Pero sucedió, que después, un grupo significativo de esos líderes resultaron un fiasco al pasar a ser colaboradores del régimen que ellos nos enseñaron a repudiar y combatir, porque eran tiránicos y perversos.

 

3– De aquella época, recuerdo con gran pesar, la confusión, la desilusión, la tristeza, el enojo, la indignación, la variedad de sentimientos contrapuestos que produjo en la juventud activamente política de aquellos gloriosos y amargos años, la claudicación ante el balaguerato de las figuras que eran nuestros guías e inspiración política.

 4– Ángel Miolan formó una entelequia «perredeistas con Balaguer» y aceptó ser su Secretario de Turismo.  Nicolás Silfa, Secretario de Estado de Trabajo, Ramón A Castillo (no recuerdo que) y Thelma Frías cónsul en Venezuela.  Posteriormente, ya siendo Balaguer presidente Constitucional, pero sin regirse por la Constitución, porque él mismo decía, que la Constitución era un pedazo de papel.  En esos tiempos, claudicaron nada más y nada menos que los rectores magníficos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, los  honorables Julio César Castaño Espaillat, Jottin Cury y Roberto Santana.  También sucumbieron ante Balaguer, los dirigentes del PRD, Washington De Peña, Pablo Rafael Casimiro Castro y Juan Isidro Jiménez Grullón, entre otros que la juventud y el pueblo tenía por sus paradigmas.

 

5– Posteriormente, también fue traicionado el boschismo; de esta desviación se encargaron los más connotados discípulos del maestro, los cuales han hecho gala de ser los mayores saqueadores que ha tenido la República en toda su historia.   Nadie en esas lides de piratas del erario ha superado a Leonel Fernández, Danilo Medina, Euclides G Felix, Felix Bautista, Reinaldo Pared Pérez, Julio César Valentín, Felucho Jiménez, Franklin Almeida Rancier, Abel Martínez, Alejandrina Germán, Cristina Lizardo, Victor Díaz Rúa y a todos los miembros del Comité Político y del Comité Central de ese nefasto partido, que formó Juan Bosch con las mejores intenciones, pero que ha sido una verdadera fatalidad para la República.  Hasta la izquierda ha dado tránsfugas como Miguel Mejía, José Gonzales Espinosa y otros, que pasaron a disfrutar de las mieles del poder a cambio de servir a las codiciosas clases antipueblo, que paradójicamente, antes ellos repudiaban y combatían.

 6– Estos transfuguismos, y claudicaciones, estas traiciones a los principios que se decían profesar aún a costa de la propia vida, produjeron en su momento mucho dolor y decepciones en el pueblo revolucionario que combatió y seguía combatiendo las prácticas infames del balaguerato; sobre todo, fue tremendamente doloroso y traumatizante para la juventud de aquellos tiempos presta a derramar su propia sangre en pos de sus ideales patrios.  Además, estas deserciones resquebrajaron, debilitaron y hasta tuvieron efectos desarticuladores en el proceso revolucionario que se estaba dando en el país, cuyos negativos efectos han sido fatales, hasta el día de hoy. 

¿Danilo Medina paradigma o «maladigma»?

 

7– Danilo permitió a Joa Santana (un funcionario de Odebrecht), establecer una oficina en el Palacio Nacional de la República Dominicana, desde donde éste brasileño (un delincuente internacional) financiaba a nombre de Odebrecht, las campaña electorales de presidentes reeleccionistas y candidatos a presidentes de otros países con más posibilidades de ganar unas elecciones. Estos financiamientos se llevaban a cabo con la promesa, que de resultar ganador el candidato financiado, el dinero gastado por Odebrecht en la referida campaña, seria recuperado sobrevaluando las megas obras a realizar por la susodicha compañía en el gobierno ya establecido del candidato financiado, en lo que además, se contabilizaban los sobornos a los congresistas para que se aprobaran la construcción (o construcciones) de los mega-proyectos aludidos, ganados en adjudicaciones amañadas.

 

8– Con estas actuaciones, el Presidente Danilo y Joa Santana, su asesor más importante de su sucia campaña, conspiraban contra el sistema democrático de nuestro país y de otros países, lo que convierte a ambos, en delincuentes internacionales, y de lesa patria, y lesa humanidad.  La evaluación moral del presidente Danilo se agrava, si observamos, que el estatus económico hoy  exhibe, solo se corresponde con aquellos  que se han enriquecido ilícitamente y al vapor, y que también, ha sido cómplice en ese ilícito, con sus más cercanos colaboradores. 

Danilo y Leonel caimanes del mismo pozo

 

9– Leonel Fernández y Danilo Medina, han hipotecado la soberanía del país tomando préstamos mas allá de la capacidad de pago; ambos han entregado las riquezas mineras de la nación a emporios extranjeros a cambio de espejitos, los dos han enajenado parte de nuestro territorio (el caso de Leonel, con Bahía de las Águilas ), y permitido la venta mafiosa de otros (Los Tres Brazos, las tierras del CEA y las de Bienes Nacionales, el Vertedero de Duquesa etc.).  Ambos han modificado la constitución de la República con dinero sustraído del Estado para aprobarse una reelección y pagar sus campañas electorales.  Los dos han adjudicado contratos de bienes y servicios lesivos en demasía al interés nacional a cambio de sobornos, e incurrido en la sobrevaluación de las obras construidas por el Estado (El Metro, puentes, carreteras, elevados, parqueos, presas, acueductos, remodelaciones, carbo-eléctrica Punta Catalina etc.). Ambos han sobrevaluado al doble y más las compras del gobierno, consentido sobornos y recibido comisiones por firmar contratos onerosos para el país (en el caso de Leonel, los Tucanos, el contrato Sundland, el contrato firmado a la Barrick Gold, comisiones de los contratistas de  obras del Estado, peaje recibido de narcotraficantes y de muchas más, maneras ilícitas).  Ambos se han asociado con el narcotráfico y permitido el lavado de activos. Ellos han descuidado adrede cultivar los campos, para generar importaciones masivas de alimentos, con lo que ellos y sus anillos se han hecho de millones de la noche a la mañana.  Ellos han prostituido todas las instituciones de la República.  Ambos han sumido nuestra patria, en el mayor caos político, social, económico, moral y ecológico de nuestra historia.  Todo el laborantismo y las ejecutorias de ellos en el Estado, han estado signadas por la corrupción mas asquerosa, para sin el menor escrúpulo robarse los recursos del pueblo puestos en sus manos para su sana administración.  Danilo y Leonel, han sido y son, los padres y padrinos del mayor grado de corrupción e impunidad, jamás implementado en nuestra República. 

Algunas disquisiciones sobre el más reciente artículo de Leonel 

10– Después de leer el asco de artículo de Leonel Fernández titulado «Odebrecht y el combate contra la corrupción», ante tanto cinismo, una vez más me he llenado de indignación contra este descarado que se ha constituido junto a Danilo y al grupo de saqueadores que les acompañan, en una verdadera peste nacional.  En el susodicho artículo, Leonel nos dice: «El PLD es el partido que más ha aportado a la lucha contra la corrupción.  La corrupción es algo normal en todas partes del mundo. Espero que la justicia dominicana actúe con imparcialidad e independencia en el caso Odebrecht».

 

11– En este vómito de letras, Leonel soslaya la magnitud que ha adquirido la corrupción en nuestra patria, al querer vendérnosla como algo normal en el mundo que habitamos.  Este canalla recrea en uno de sus párrafos, que el mismo evaluó la corrupción en 30 mil millones de pesos.  Al efecto, prometió erradicarla para con esos cuartos mejorar los servicios hospitalarios y la educación.   Pero ahora resulta que uno solo de sus testaferros (Felix Bautista), hizo depósitos bancarios superiores a 27 mil millones de pesos.  Yo imagino, que los depósitos bancarios de Leonel por los sobornos, comisiones y peajes recibidos es superior a 10 mil millones de dólares (unos 450 mil millones de pesos).

 

12– Con este recuento que hago del robo que los jerarcas peledeistas han hecho al país, concomitantemente con la indignación que me ha generado Leonel con su canallesco discurso, pienso en la cantidad de hombres y mujeres que sacrificaron sus vidas, que fueron muertos, que cogieron cárceles, que fueron torturados, que sacrificaron sus bienes, sus familias, sus vidas, para que tuviéramos una República Dominicana libre, soberana y democrática para todos, y que después de tanta lucha, de tantas guerras, de tanto luchar contra Trujillo y Balaguer y contra la injerencia extranjera, es indignante pensar, que la muerte de los Panfleteros de Santiago,  de las hermanas Mirabal, de los miles torturados en la Cuarenta, en Nigua, en el Pozo de Nagua, en la hacienda María y en todos los cuarteles policiales y del ejercito esparcidos en todo el territorio nacional.  Cuentan también en esta historia, los caídos en la invasión de Constanza, Maimón y Estero Hondo, lo mismo que posteriormente  en la guerra de abril de 1965, en las Manaclas, en Playas Caracoles, «la muerte de los Palmeros»  en combate desigual y toda la juventud masacrada por Balaguer.  Duele e indigna darnos cuenta y tener que aceptar, que tantas muertes, que tantos sacrificios, que tanta sangre y lágrimas vertidas, solo han servido para que un grupo de bandidos haya asaltado el poder, para robar impunemente.

 

Conclusión 

13– El daño que Danilo, Leonel  y sus grupos les han infligido a nuestro país, no tiene perdón de Dios, mucho menos de los dominicanos que hemos sobrevivido a tantas luchas e infamias.  Tanto daño, ni con una muerte más atroz pagarían los causantes de tanto mal; y quien o quienes los defiendan, está, o están del lado equivocado del bien y de la historia.  Nunca será ético, ni patriótico, ni juicioso, ni una virtud, defender a gobernantes como Danilo, Leonel y similares; hacerlo sería una afrenta a nuestro mártires, a nuestros héroes y heroínas, a nuestros próceres, a nuestros patricios, a nuestros independentistas, a nuestros restauradores y a todo un pueblo y a cada dominicano que tenga alguna pizca de vergüenza, dignidad y respecto por su patria y por sí mismo.

 

14– El ejercicio patriótico de la política es un apostolado, y sucede, que el cumplimiento de los principios de un apostolado patrio están por encima de los intereses personales. Quien no esté dispuesto a este cumplimiento, jamás debe incursionar en la política, porque en esta categoría existencial no entran las claudicaciones, ni las consideraciones con los gobernantes malvados, porque en algún momento se haya recibido algún favor de ellos.

 

15– Si alguien justifica defender a Leonel y a Danilo por los favores recibidos (cualquiera que estos sean), también tendríamos que justificar, excusar y exculpar a los que defendieron a Trujillo y a Balaguer, por también favores recibidos.  Si se acepta esta justificación, entonces, nunca tendremos nada que reprochar a los defensores de gobernantes corruptos que se han ganado los adjetivos de canallas y bandidos.  Sobre todo, esta aberrante defensa es inaceptable en personas con un currículo revolucionario, con alto grado de conciencia cívica y de confesión socialista. Es aún más inaceptable esta defensa, si pensamos en las influencias que tienen en los pueblos, los hombres y mujeres tenidos por paradigmas y que devienen en «ángeles caídos».  A los paradigmas se les quiere, se les admira y respeta; cuando nos fallan, causan mucho dolor y mucho daño: sus decepciones infligen sentimientos de pesadumbres y hasta de traición y malogran esperanzas y sueños y matan la fe de los pueblos.  Las claudicaciones de los tenidos por paradigmas, duelen, dan malos ejemplos y atrasan y torpedean los procesos revolucionarios de los pueblos. Los paradigmas tienen una gran responsabilidad ante sus connacionales, no asumirla, deviene en lo fatal. En el apostolado de la política, la lealtad a la patria está por encima de cualquier amistad y por sobre cualquier agradecimiento. La patria, el colectivo, es la suerte de todos.   Al contrario, la amistad y el agradecimiento a unos pocos, es el destino de esos pocos.  El paradigma, por su naturaleza, no es dueño de sí mismo; se debe y pertenece a la humanidad. 

Posdata: 

16– En este texto no incluyo como paradigmas, a las personas que una vez fueron figuras prominentes del otrora glorioso PRD (Hipólito Mejía, Miguel Vargas, Rafael Suberví, Peggy Cabral, Fiquito Vásquez, los Peña Guaba, Andy Dahuajer, Julio Maríñez, Rafael Calderón y decenas más, porque ellos nunca fueron paradigmas, sino, «maladigmas».

 

17– Quiero aprovechar la ocasión para preguntarle a Vincho Castillo lo siguiente: ¿y qué pasó, que en sus ocho años dirigiendo el «Ministerio de Ética y Combate a la Corrupción Administrativa del Estado Dominicano», no hizo nada para detener, disminuir o denunciar la corrupción que hoy se ha destapado con el caso Odebrecht? ¿A estas alturas del juego, seguirá Vincho defendiendo a Leonel?  ¿Seguirá él teniendo a Leonel como un paradigma de honestidad y eficiencia? ¿Seguirá él sosteniendo que Jorge Blanco fue un ladrón, y Leonel el mas impoluto y eficiente gobernante que ha tenido la República después de la muerte de Trujillo? 

18– Es bien sabido que estos dos hombres (el paradigma y el «maladigma» implícitos en mi artículo), son diametralmente opuestos política y moralmente!; uno es trujillista con categoría de perverso, el otro antitrujillista de trayectoria limpia, honrado, integro, persistente, valiente, honorable, que ha enfrentado persecuciones políticas, adversidades, tragedias y atentados familiares y personales.   Este último defiende a Leonel y a Danilo, el otro ataca a Danilo despiadadamente, y a la vez defiende a Leonel.  ¿Por qué éste paradójico disentir y coincidir, siendo Leonel y Danilo, dos cuervos malignos que no han hecho más que ocasionar daño y vergüenza a nuestra patria?

 

A los lectores les dejo la palabra

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
70 Comments
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios