OPINION: Contexto económico y financiero adverso

Por naturaleza el planeta tierra gira constantemente y con este todos los países que lo conforman, de igual forma sus actividades económicas y financieras producto del dinamismo de las transacciones u operaciones de sus mercados financieros (dinero, divisas y capitales).

De ahí que hoy vuelve hacer presencia la amenaza del ciclo económico recesivo caracterizado por la ralentización de las economías: al frenar su crecimiento, al disminuir sus demandas internas y externas, aumentar el desempleo, al disminuir sus reservas de divisas, aumentar sus deudas y al incrementarse sus déficits fiscal, comercial y de balanza de pagos.

Es la situación de casi todos los países del mundo, uno más que otro. Un caso alarmante es el agravamiento de la crisis económica y financiera de Argentina donde su unidad monetaria o peso ha perdido más de un tercio de su valor en el presente año y ha vuelto al control de cambio que había caracterizado la política monetaria de la pasada gestión de las autoridades de ese país.

Muchos en Argentina acuden a los bancos en busca de sus depósitos y la actual administración presidencial se está preparando para enviar planes al congreso para reprogramar la deuda a largo plazo de Argentina, después de que las agencias de calificación dijeron que el país había incumplido sus obligaciones a corto plazo.

Las medidas son parte de los intentos de las autoridades de evitar una crisis total de deuda mediante el cambio del calendario de pagos de hasta US$50 mil millones en obligaciones.

Las autoridades monetarias de Argentina hacen preparativos para intentar reforzar las reservas de divisas, después que el gobierno no pudo vender nuevos bonos a corto plazo, lo cual dificultó las posibilidades de encontrar el dinero para los futuros reembolsos sustanciales.

Se imponen controles de divisas a las empresas para evitar la fuga de capitales. El Banco Central exige a las empresas exportadoras que repatrien las ganancias mantenidas en el extranjero producto de las exportaciones realizadas y deben solicitar autorización para vender pesos en moneda extranjera.

El peso argentino perdió un 26% ante el dólar durante el mes de agosto del presente año. Hoy el Gobierno y la Oposición buscan llevar tranquilidad a los mercados. Nadie tiene una bola de cristal para conocer lo ha de suceder en Argentina en el mediano plazo.

En el año 2001 debido al colapso financiero que se apoderó de Argentina, el Congreso suspendió los pagos de la deuda pública. Hoy la situación es de incertidumbre lo cual podría causar una inestabilidad económica y financiera prolongada.

Se habla de que el actual gobierno desea traspasar la situación crítica que hoy vive el país a la oposición si esta asume el poder el 10 de diciembre del presente año, a los fines de que enfrente el costo político que está generando la misma.

El Congreso critica al Ejecutivo debido a que no se le consultó el momento de que Argentina acudiría al Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de un rescate de US$57 mil millones en medio de una crisis monetaria. La carga de la deuda pública se ha duplicado.

Se acusa al gobierno de que esté dilatando el pago de la deuda para evitar el descontrol del tipo de cambio. Se prevé que la situación económica se deteriore más. Se comenta que los precios de los bonos argentinos ya reflejan la probabilidad de un recorte que obligaría a los tenedores de bonos a aceptar una perdida en sus inversiones.

El FMI analiza al detalle las medidas anunciadas por el Gobierno, el cual emitió un decreto que impone una serie de restricciones cambiarias con el objetivo de intentar frenar la escalada del precio del dólar y la fuga de divisas.

Las autoridades argentinas han anunciado medidas de gestión de flujo de capitales con el objetivo de proteger la estabilidad cambiaria y a los ahorradores. Se comenta que estas medidas han llegado muy tarde para resolver la situación.

Al final de agosto del presente año los depósitos en dólares se redujeron en US$3,950 millones, según datos del Banco Central argentino y la sangría se aceleró cuando debutó el control de cambio impuesto por el Gobierno.

Los bancos fueron autorizados a extender sus horarios hasta las cinco de la tarde a los fines de atender la demanda de dinero de sus clientes. Hasta el presente no hay restricciones para importar pero las empresas no podrán comprar dólares para atesorarlos.

El decreto emitido establece que el Banco Central argentino determinará los casos en que las compras de divisas en el mercado de cambios y las trasferencias al exterior requerirán autorización previa.

Por otra parte se ha impuesto un límite a las compras en dólares por parte de los particulares de no más de US$10,000 al mes  y el Gobierno busca renegociar los pagos de  de US$44,000 millones que ha recibido del FMI en préstamos.

Expuesta de manera apretada la situación económica y financiera por la que hoy atraviesa Argentina, es motivo de mucha preocupación ya que la misma puede desarrollarse en otras naciones que han decidido transitar por similares senderos de altos endeudamientos y de grandes déficits fiscal y comercial a pesar de que se asegure que  se sienten blindados o que de esa agua no beberán.

Se han analizado situaciones de crisis económicas y financieras de países como Grecia, Italia, España, Portugal, Irlanda, entre otros, las que han pasado a niveles insostenibles por el hecho de embarcarse en grandes deudas públicas y déficits fiscales ya que han gastado más dinero que el que les ha ingresado.

En República Dominicana se analiza en detalles la situación económica y financiera a la luz de un contexto internacional de mucha incertidumbre lo cual ha sido motivo de amplios debates sobre si la deuda pública es sostenible o no, argumentando sus autoridades en ese sentido, de que la situación de deuda, déficits fiscal y comercial son sostenibles en el tiempo.

A pesar de que el nivel de endeudamiento sobrepasa ya el 50% del Producto Interno Bruto (PBI) y sus déficits fiscal y comercial aumentan y que desde el mes de junio el peso se ha depreciado con rapidez pues el ritmo de depreciación acumula casi el 2% en lo que va de año al ubicarse en RD$51.27 por dólar estadounidense.

Y que el gobierno emitirá bonos soberanos por más de US$1,700 millones equivalentes a unos RD$94,955 millones a una tasa estimada para el año 2020 de RD$54.26 por dólar y que los ingresos fiscales disminuyen con respecto a lo presupuestado para el presente año.

Ante este panorama interno y el de un mundo de incertidumbre por los conflictos geopolíticos estimulados por los efectos de riesgos de guerras militar y comercial, es motivo de preocupación para los agentes económicos y público en general la situación por la que hoy atraviesa la República Dominicana y más si el país se ve en el espejo de crisis económica por la que atraviesa Argentina.

No obstante, el FMI y las Autoridades Monetarias y Financieras aseverar que el país está  sorteando los embates de los aleteos de la situación económica y financiera que hoy vive el mundo el país no debe dormirse en sus laureles y emplearse a fondo para disminuir el servicio de la deuda, los déficits fiscal y comercial a pesar de que por tradición se gaste más en los años preelectorales y electorales.

Ojalá se pueda revertir lo anterior por primera vez evitando dejarles un país en banca rota a las próximas autoridades a ser electas, asumiéndose la responsabilidad de llevar a cabo una reforma fiscal integral tal como demandan los nuevos tiempos acompañada de una legislación de responsabilidad que limite el nivel de deuda pública y se piense más en la continuidad del Estado.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

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