OPINION: Carga deficitaria
Los gobiernos utilizan presupuestos para planificar y controlar las cuestiones fiscales. Los presupuestos muestran los gastos planeados y los ingresos esperados en un año dado, que generarán los impuestos. Generalmente, contienen una lista de programas específicos (educación, asistencia social, defensa, entre otros). Asimismo, contienen las fuentes de impuestos (impuesto sobre la renta, de las personas, cotizaciones a la Seguridad Social, Itbis, etc.). Existe un superávit presupuestario cuando todos los impuestos y demás ingresos son superiores al gasto público durante un año. Existe un déficit presupuestario cuando el gasto es superior a los impuestos. Cuando los ingresos y los gastos son iguales en un determinado periodo, el Estado tiene un presupuesto equilibrado. Dependiendo de la situación económica y de otros acontecimientos, los gastos y los ingresos reales pueden superar las expectativas o no llegar a alcanzarlas. La política fiscal es considerada como el proceso de configuración de los impuestos y del gasto público para ayudar a amortiguar las oscilaciones de los ciclos económicos y contribuir a mantener una economía creciente de elevado empleo y libre de una alta y volátil inflación. El presupuesto público debe desempeñar tres grandes funciones económicas. En primer lugar, debe ser un instrumento por medio del cual la producción nacional se divide en consumo e inversión privados y públicos. En segundo lugar, el presupuesto del Estado afecta, a través de los gastos directos y de los incentivos fiscales indirectos, la oferta de factores de todos los bienes y la tercera función se refiere a la influencia que tiene el presupuesto en los objetivos macroeconómicos clave. Las políticas fiscales de impuestos y gastos públicos, en colaboración con la política monetaria, tienen como objetivo acelerar el crecimiento económico con un elevado empleo y precios estables. Se considera que la política fiscal se utiliza para corregir el equilibrio entre la inversión y el ahorro del país y quizá para contrarrestar cualquier profunda recesión o gran inflación que no pudiese resolverse únicamente con la política monetaria. El presupuesto efectivo registra los gastos, los ingresos y el déficit monetario efectivo correspondiente a un determinado periodo. El presupuesto estructural calcula cuales serían los ingresos, los gastos y los déficits del Estado si la economía funcionara en el nivel de producción potencial. Mientras el presupuesto cíclico es la diferencia entre el presupuesto efectivo y el estructural. Mide la influencia del ciclo económico en el presupuesto, teniendo en cuenta la influencia del ciclo en los ingresos, los gastos y el déficit. Los déficits fiscales regularmente se financian con más impuestos o con deuda pública que al final se traduce en más impuestos. La deuda pública a nivel de la vida del ciudadano medio a largo plazo crea dificultades para pagar los intereses de una elevada deuda exterior. La ineficiencia que se deriva de la recaudación de impuestos para pagar los intereses de la deuda y las consecuencias de una disminución de la acumulación de capital. La deuda interna es la que debe un país a sus propios ciudadanos y la deuda externa es la que un país contrae con extranjeros y esta representa una reducción neta de los recursos que puede disponer la población del país deudor. Se sabe que una gran deuda publica tiende a reducir el crecimiento de la producción potencial de un país porque desplaza capital privado, aumenta la ineficiencia derivada de los impuestos y obliga al país a pagar intereses por la proporción exterior de la deuda. Conocidas las consecuencias de los déficits fiscales que generan más deudas e impuestos, la semana recién pasada el Poder Ejecutivo Dominicano aprobó el proyecto de presupuesto para el año 2020 por RD$997,119.2 millones. El mismo supera en 8.2% el presupuesto del presente año 2019, el cual asciende a RD$921,810.5 millones. También presenta un alza de 10.2% en el gasto corriente, al pasar de RD$643,906.7 millones a RD$722,485.8 millones. Los gastos de capital pasarán de RD$121,549.97 millones a RD$138,588.6 millones, para un aumento de un 14%. Las autoridades gubernamentales estiman que para el 2020 los ingresos ascenderán a RD$750,345.4 millones, incluyendo las donaciones y más de RD$11,000 millones por ahorros de las operaciones de la Central Termoeléctrica Punta Catalina. En educación se estima un aumento de RD$23,952 millones, mientras RD$13,000 millones estarán destinados al sector salud, que como parte del gasto social tendrá una participación de 47% en el anteproyecto. De lo anterior se colige que el Presupuesto General del Estado para el 2020 presentará un déficit fiscal de 2.1%. Se prevé reducir el financiamiento en cerca de 0.5% del PIB, equivalentes a RD$23,181.8 millones. Se estima generar un superávit primario de RD$39,742.5 millones, con lo que se cree cubrir el 100% del gasto corriente incluyendo el pago de los intereses de la deuda y los gastos de capital presupuestados. Se espera que Aduanas recaude RD$163,309.6 millones, Impuestos Internos RD$535,301.3 millones y el resto por la Tesorería Nacional. Se estima que el crecimiento económico del país será de un 5% para el 2020. A pesar de los datos anteriores y el estímulo exhibido por las autoridades gubernamentales en materia presupuestal para el 2020, coexiste la preocupación de algunos sectores de que todas estas estimaciones no puedan cumplirse ya que los gobiernos del Partido en el Poder se han caracterizado en sobreestimar los ingresos a sabiendas de que de no alcanzar estos recurrir a más deuda, vía más expedita para no asumir el costo político de aplicar más impuestos directos o indirectos. Otras preocupaciones de economistas y financistas es el uso del endeudamiento para financiar el gasto de capital y por la composición del gasto público que ha priorizado en los últimos años el gasto corriente más que el gasto de capital y se continuar tomando más préstamos para pagar intereses en detrimento de los gastos sociales. De manera que el Presupuesto General del Estado para el 2020 será un presupuesto más de los que los gobiernos del PLD tienen acostumbrado al pueblo dominicano el cual podría presentar mayor déficit fiscal si se toma en cuenta que se ejecutará durante un año electoral en el que regularmente baja sustancialmente la calidad del gasto, aumentando los gastos clientelistas, superfluos y parasitarios. Lo anterior obligará a las próximas autoridades gubernamentales que asumirán la gestión del Estado a mediados del mes de agosto del próximo año a realizar de urgencia la Reforma Fiscal que tanto se ha recomendado llevar a cabo, ajustar las partidas presupuestales, elaborar un presupuesto complementario o suplementario, a los fines de poder concluir con éxito la ejecución presupuestal de los últimos cuatro meses del año 2020. felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com
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