OPINION: Beneficios del fideicomiso para adquirir una vivienda

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El autor es licenciado en Contabilidad. Reside en Santo Domingo

Dijo alguien una vez: “Con cualquier cosa se viste y todo en la vida pasa, pero la cosa más triste es, llegar a viejo, y sin casa”.

La gente se acostumbra a pagar altos alquileres por una vivienda y, sin darse cuenta, echa a un lado la posibilidad de adquirir su casa o apartamento.

En nuestras grandes ciudades, vivir en las zonas céntricas tiene un alto costo económico y hasta nos afecta en la salud por el estrés de los tapones y la contaminación ambiental de los vehículos.

Cualquier apartamento de dos habitaciones en los principales sectores de la capital paga una renta mensual de más de veinte mil pesos, habiendo lugares donde los costos se manejan en dólares y tenemos familias pagando más de mil de los verdes por el alquiler una vivienda.

Un elemento importante que da como resultado lo antes expuesto, lo representa el valor del terreno en las zonas urbanas, lo que a su vez se presenta por la falta de solares disponibles para la construcción de edificios.

Los constructores deben pagar altos costos por los escasos terrenos que aparecen, la mayoría de ellos con edificaciones que deben ser destruidas para levantar los nuevos edificios y, todo esto incrementa el costo de construcción del resultado final.

De ahí que, cuando vamos a comprar un apartamento en el casco urbano, nos encontramos con precios exorbitantes que a muchos les resultan imposibles de alcanzar y que se reflejan en elevadísimos precios en los alquileres cuando sus propietarios deciden rentarlos.

Ante esta situación y, como una preocupación de nuestras autoridades de que a los más humildes se les facilite la posibilidad de adquirir una vivienda, surge la Ley 189-11 para el Desarrollo del Mercado Hipotecario y del Fideicomiso en la República Dominicana.

Esta Ley en sus dos primeras razones expresa claramente su objetivo de que los más pobres puedan adquirir una vivienda señalando:

“Que es supremo interés de la nación establecer políticas que faciliten el desarrollo de proyectos habitacionales, principalmente de viviendas de bajo costo, que reduzcan el importante déficit habitacional de Ia República Dominicana”.

“Que para suplir este déficit se necesitan recursos, así como la optimización del uso de los mismos, de forma que la población de menos ingresos, que en la generalidad de los casos no es sujeto de crédito, pueda tener acceso a ofertas de viviendas con características y condiciones que les resulten asequibles”.

Basado en ese concepto legal, en nuestro país se ha implementado una verdadera revolución en la relativo a la construcción de viviendas de bajo costo para que todas las personas de recursos limitados puedan  adquirir un techo acorde con sus posibilidades.

Es así cómo, con la participación directa del Estado y en combinación con el Sector Privado, se han construido en toda la geografía nacional innumerables proyectos de casas y apartamentos que han ayudado a disminuir considerablemente el déficit habitacional del país.

Las características principales de estas viviendas se manifiestan en los precios finales que deben pagar los adquirientes, los cuales oscilan entre menos de dos millones de pesos, hasta cerca de tres millones para las más caras y con tasas preferenciales de interés, en algunos casos fijas de un 8% y en otros revisables cada cuatro años, pudiendo llegar hasta un máximo futuro del un 12% en los préstamos a 20 años.

Otro aspecto que hace especial estas construcciones es que son realizadas en grandes porciones de terrenos aledaños a las principales ciudades y que cuentan con todos los servicios que se requieren para vivir cómodamente sin el trajín cotidiano de una urbe citadina.

En todos los casos, el Estado aporta un Bono Habitacional que oscila entre un 8 y un 12% del precio final al comprador, cuyo valor es rebajado del monto a financiar por el banco y que representa una liberación del pago de impuestos para el constructor.

Asimismo, hay casos en los que el Estado aporta la tierra para las construcciones, como ha sucedido con la denominada Ciudad Juan Bosh, en Santo Domingo Este, donde se están construyendo unas veinte mil viviendas, se han vendido más de 5 mil; más de 3,200 están en construcción y 1,200 ya están completamente finalizadas.

Un proyecto similar se está construyendo en Santiago de los Caballeros.

En Santo Domingo Oeste, en Pedro Brand, el Presidente Danilo Medina dejará iniciado en los próximos días la construcción de la Ciudad de Los Arroyos, un proyecto que constará con 4,776 apartamentos ubicados en la Avenida Circunvalación Santo Domingo, a unos 500 metros de la Autopista Duarte, con precios que oscilan entre RD$1,875,000 y RD$3, 785,000 y con una tasa preferencial de un 8%, mediante un préstamo a 20 años concedido por el Banco del Estado.

Proyectos habitacionales como los indicados, son el resultado de las facilidades que el Gobierno otorga a constructores, intermediarios financieros y compradores y son el mejor ejemplo de los extraordinarios beneficios del fideicomiso para adquirir una vivienda.

jpm

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Rafael Espinal Sanchez
Rafael Espinal Sanchez
6 Años hace

Mientras el gobierno este colocando en manos de bancos en manejo economicos de las viviendas, el pueblo jamas obtendrá una vivienda y como usted y el refran dice, la tristeza embarga nuestra poblacion adulta porque carece y no sabe cómo ha de obtener una vivienda. ESO ES MUY TRISTE.