OPINION: Abinader, luces y sombras

Porque como retoño de mi añejo afecto a José Rafael Abinader, su modélico progenitor, estimo jamás defraudará su memoria y sus aportes en ejecutorias provechosas al país

Monitoreo en esta secuencia dos semanas gobierno presidente Luis Abinader las prematuras sombras de su administración, comenzando, con el recurso de la aplanadora congresional que aludió el presidente Juan Bosch disponer para aplastar a los cívicos, violar el reglamento de INAPA, que estatuye su director un ingeniero especializado en acueductos, que hay una docena, pretendiendo imponer a su cofrade Wellington Arnaud, abogado.

El primero que debe rechazar el nombramiento es el propio Arnaud, evitando así estropear su currículo y futuro político, honrando a su bisabuelo Pablo Arnaud, uno de los conspiradores para ajusticiar al déspota Ulises Heureaux.

Si el presidente Abinader dispusiera de asesores pensantes, que evidente carece, hubiesen recomendado designar a Arnaud director ejecutivo Ad-hoc de INAPA, siendo en efecto su director administrativo y el director figura decorativa, como el presidente Joaquín Balaguer designó director Ad-hoc del IAD al general EN Adriano Valdez Hilario.

Anunciar el presidente Abinader rentar áreas Bahía de las Águilas no es más correcta decisión, sino vender parcelas conforme tasación Catastro Nacional, preferible a inversionistas foráneos vinculados al turismo.

Autorizar al ministro de Defensa custodia funcionarios del Estado es otra decisión cuestionable, vinculada a estimular lucro a jerarcas militares, cuando funcionarios declaran disponer de seguridad civil, dirigiendo el pensamiento en este caso al expresidente Hipólito Mejía.

Designar varios subdirectores en diferentes estamentos del Estado, en vez de uno, o dos, no es el impacto más contundente, sino más de lo mismo, y ese más de lo mismo en las instancias descritas, es prioridad del presidente Abinader desmarcarse, para en efecto, proyectar la autenticidad del