ONU quiere que la asistencia destinada Haití refuerce Estado
GINEBRA.- La Organización de las Naciones Unidas decidió cambiar la manera en la que ayuda a Haití e involucrar lo más posible al Gobierno en la distribución de la asistencia para poder construir y reforzar el Estado.
«Queremos que la ayuda humanitaria que proveemos se convierta en algo permanente, más allá de ayudar puntualmente. No necesitamos ayudar a las víctimas de una inundación, sino ver las causas por las que todos los años se inunda un lugar y por qué las personas viven en ese lugar», explicó en rueda de prensa Peter de Clercq, coordinador humanitario de la ONU en Haití.
Es por ello, que los 401 millones de dólares solicitados a la comunidad de donantes para el periodo 2015-2016 se intentarán invertir en proyectos a largo plazo que tengan como objetivo cambiar la estructura del país.
La idea es implicar todo lo posible al Gobierno en los esfuerzos de asistencia para poder ir construyendo estructuras, organismos, conocimiento del Estado, para que, con el tiempo, pueda ser éste quien asuma las riendas.
«Por ejemplo, la mitad de los servicios de salud o educación que hay en Haití lo proporcionan entidades externas. Tenemos que trabajar para que el Estado asuma los servicios públicos básicos, que los pueda coordinar y prestar», dijo Clercq.
«La idea es que nosotros les ayudemos a implementar los proyectos, pero que sean ellos quienes los creen y los aseguren en el futuro», añadió.
El llamamiento humanitario se centrará en cinco áreas: buscar una solución duradera para los desplazados internos (IDP); atender a la población inmigrante más vulnerable; buscar maneras de dinamizar el empleo; enfrentar la malnutrición y la inseguridad alimentaria e intentar eliminar el cólera del país.
Precisamente, de Clercq dijo que el año pasado 27.000 personas contrajeron la enfermedad, pero que temen que este año aumenten, dado que se están dando picos de casos durante la estación seca, algo que no sucede a menudo.
Con respecto a la nutrición, se estima que en el país hay 605.000 personas que sufren de malnutrición severa, 51.000 de ellos, niños.
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