Insuficiente crecimiento de la productividad

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El AUTOR es empresario turístico. Reside en Santo Domingo.

Para nosotros resultó de mucho interés y grata sorpresa el reportaje de Diario Libre de fecha 6/5/2015 titulado “Bid propone política de desarrollo en Latinoamérica”. Esa política de desarrollo se basa en el estudio “Cómo repensar el desarrollo productivo? Es más bien un libro preparado por dos economistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ernesto Stein y Carlos Pietrobelli.
Ante el insuficiente crecimiento de la productividad en detrimento del bienestar social sale a relucir la pobreza que diferencia América Latina y el Caribe de los países desarrollados. Dentro de esa realidad el BID sugiere la implementación de una “política de desarrollo productivo”. Su ámbito de aplicación es “la totalidad de la economía, y tiene como énfasis la competitividad, y la integración en las cadenas de valor”.
“Los instrumentos de intervención de la política de desarrollo productivo deben ser las políticas de innovación, la mejora del capital humano, la facilitación del emprendimiento y de las asociaciones productivas (clústeres), la internacionalización y muy especialmente una activa colaboración pública y privada”.
Los coautores del libro estuvieron recientemente en República Dominicana junto con Flora Montealegre, representante del BID en el país, quienes sostuvieron un encuentro con Campos de Moya y Circe Almánzar, ambos de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), y con editores económicos, en interés de comentar el libro y dialogar sobre la política de desarrollo que debe aplicarse en República Dominicana.
En el encuentro también estuvo presente José Miguel Benavente, jefe de la División de Competitividad e Innovación del BID, quien dijo que “la idea es generar un debate sobre qué tipo de política y apoyo quisiera el país”.
Sobre el desarrollo productivo “no hay recetas”, y el libro solo presenta un marco conceptual para determinar lo que se está haciendo mal, y lo que se está haciendo bien, en temas como el rol del estado, “que tiene que ser muy importante”, y las exenciones fiscales, por ejemplo.
Antes de seguir es bueno diferenciar la interrelación de los planteamientos anteriores para entender mejor las cosas. El estudio del BID sugiere la implementación de una política de desarrollo productivo para llevar a cabo una “política de desarrollo” en América Latina y el Caribe debido al insuficiente crecimiento de la productividad en detrimento del bienestar de la región comparado con el bienestar de los países desarrollados. Sin embargo, la ambivalencia de José Miguel Benavente, de que en el desarrollo productivo “no hay recetas”, choca contra las mejores intenciones del estudio del propio BID.
Eso por un lado. Por el otro, el estudio anda por los ramos y no por el tronco porque no concibe la productividad en base a la solución de la insuficiencia de su crecimiento, lo que explicaremos más adelante. Anda por los ramos en asuntos tales como competitividad, integración de las cadenas de valor, políticas de innovación, mejora del capital humano, facilitación del emprendimiento, asociaciones productivas (clústeres), rol del estado, exenciones fiscales, etc. Sin embargo el estudio da en el clavo con la “activa colaboración pública y privada”, pero no dice cómo es o en qué consiste, lo que también explicaremos.
Tomando en cuenta el ilimitado campo de las ciencias sociales; el enunciado matemático “la distancia más corta entre dos puntos es la recta que los une”; y sabiendo que “todos los caminos conducen a Roma”, es que en vez de andar por los ramos ando por el tronco a la hora de hacer un planteamiento. El lector puede comprobar eso en la “Teoría de la Desigualdad” (PIB 2.0 – Pacto por la Productividad). Ahí concibo la productividad en base a la solución de la insuficiencia de su crecimiento, contando con la activa colaboración pública y privada sujeta a un pacto firmado entre ambas partes.
Antecede al Pacto por la Productividad el PIB 2.0. En qué consiste el PIB 2.0? Consiste en tomar en cuenta tres principales variables para calcular el PIB Nacional. Esas variables son: (1) Empresas Privadas de Bienes y Servicios (y/o sectores productivos), (2) Empresas Públicas de Bienes y Servicios, y (3) Capítulo “Construcciones” (Inversión Pública) del Presupuesto General del Estado. El PIB 2.0 obliga al Estado a calcular su propio PIB (PIB Estatal) que junto con el PIB de los sectores productivos determinan el PIB Nacional. Es la única manera de que el Estado se comporte como un sector de la economía como otro cualquiera.
Aceptado el PIB 2.0 se procede a la firma del Pacto por la Productividad entre los sectores público y privado sin el cual no es posible resolver la insuficiencia del crecimiento de la productividad basada en la producción de bienes y servicios.
 
Es la manera de lograr metas y objetivos, es decir, números positivos en materia de desigualdad relacionada con el empleo y la pobreza. Es la manera de enfocar el desarrollo económico sostenible a la par con en el crecimiento económico según índices anuales del PIB Nacional. 
 
Es la manera de enfocar una política de desarrollo sostenible en países subdesarrollados, los que bien pueden aplicar la Teoría de la Desigualdad en base a sus propias variables.
 
Es la manera de enfocar mejor la competitividad, integración de las cadenas de valor, políticas de innovación, mejora del capital humano, facilitar el emprendimiento, asociaciones productivas (clústeres), la internacionalización, exenciones fiscales, Pacto Eléctrico, Pacto Educativo, Pacto Fiscal, etc. En sentido general, es la mejor manera de enfocar la microeconomía y la macroeconomía pues el “equilibro macroeconómico” es un compromiso de todos.
No se trata de un cambio radical del modelo económico que tiene República Dominicana desde 1962 hasta la fecha, lo que aplica al modelo de cualquier país de América Latina y el Caribe. Solo que en este caso se trata de un cambio gradual del modelo dominicano tomando en cuenta la producción de bienes y servicios para generar mayor riqueza material y bienestar social, como punto de partida.
Es una manera de acercar los horizontes de pobreza con los horizontes de grandeza de los países desarrollados. La Teoría de la Desigualdad (PIB 2.0 – Pacto por la Productividad) es mi mejor receta sobre el desarrollo productivo.
Si el sector público, el sector privado, el BID o cualquier organismo internacional la quieren asimilar así lo entendería, de lo contrario me tiene sin cuidado, pues como dije anteriormente prefiero andar por el tronco y no por los ramos para no hacerle perder el tiempo a la República Dominicana. 53 años de incertidumbre son más que suficientes.
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