No te dés por vencido
El ser humano tiene que enfrentar diferentes circunstancias negativas que, por lo general, conducen al hombre al fracaso. Sin embargo, son éstas las que permiten que toda persona pueda desarrollar sus potencialidades. El ser humano es una entidad física- espiritual, capaz de realizar las más grandes obras, si en realidad existe ese elemento de perseverar en lo que hace. Jesucristo dij «De cierto, de cierto os dig El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre» Jn. 14:12. La tentación de desistir de lo que se hace, siempre será un elemento perturbador de la mente humana, debido a que todo aquello que requiere sacrificio y valor demanda un constante esfuerzo. El gran líder Josué sucesor de Moisés, fiel y leal a éste, recibió de parte de Dios, la encomienda de introducir al pueblo de Israel, a la tierra prometida. Este pueblo era muy ambivalente, y no había actuado correctamente con Moisés; sin embargo, Dios dijo a Josué: «Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas» Js. 1: 9. Hay que entender que todas las grandes obras, y aun las pequeñas requieren de perseverancia, pues de lo contrario no tendría ni valor ni perdurará, porque «lo que fácil se consigue fácil se pierde.» La salvación que Dios ofrece al hombre a través de Jesucristo, está condicionada, pues Jesucristo sabía que sin esfuerzo, dedicación y perseverancia era imposible que el hombre se beneficie de ella, por eso dij «Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo» Mt. 10: 22. Nada obtiene, si quien busca algo es capaz de desistir. El mundo está en crisis, por causa del hombre quien ha tomado caminos equivocados, pero aunque son pocos los que se interesan en el bienestar de la humanidad, se requiere que éstos no se frustren e intenten desistir de las buenas labores que hacen. Es posible realizar demasiado trabajos y ver poco resultados; pero esto es como la mina de oro, hay que sacar mucha tierra y piedras para conseguir un lingote de oro. Asimismo, aunque el resultado sea poco, pero es de gran precio,y siempre vale la pena seguir adelante. En nuestro país, como en la mayoría de los países, los diferentes aspectos de la vida humana están muy mal. Sé que los gobiernos que hemos tenidos han hecho ingentes esfuerzos para mejorar todos los aspectos, no obstante, éstos continúan en la misma situación. Nunca se debe dar por vencido ni el pueblo ni el gobierno. Es tiempo de que todos aportemos nuestro granito de arena, para mejorar la situación de la población. Hay que ser sensible al sufrimiento humano, continuando los esfuerzos para cambiar las realidades negativas, por las contrarias. Criticar y atacar es fácil, era lo que los fariseos hacían contra Jesús, mas estaba en él la responsabilidad de sacar a luz la vida y la inmortalidad. Si Jesús hubiese perdido el tiempo enfrentando las conductas perturbadoras de ellos, sin duda, que no hubiese cumplido con su misión que es dar a la humanidad la posibilidad de salvarse de la condenación en el infierno. Este es un buen ejemplo, puesto que la muerte no era un impedimento para su propósito, más bien, era parte de él. Y en ningún momento desistió a pesar de los difíciles que se le presentaron. De igual manera, se requiere un gran sacrificio para buscar el bienestar de nuestros congéneres. Este debe ser de toda la humanidad, cada quien en su medida, pero es un deber que debemos asumir. La labor es mucha, los trabajadores son pocos, por lo que el involucrarse en este sacrificio para producir ese bienestar en la humanidad debe ser de todos. Sé que hay que cambiar mentalidades torcidas, algunas quizás imposibles de cambiar, pero hay que hacer el esfuerzo. No podemos darnos por vencidos. Y no hacemos bien quedándonos recordando el pasado, es nuestro tiempo para hacer algo por la humanidad. Sólo se puede vencer la delincuencia, cuando accionamos en contra de ella. Algunas personas se han dado por vencidos ante este flagelo, pero esa es una actitud mediática. La delincuencia puede desaparecer, si comenzamos a poner las cosas en su justo lugar, y poco a poco se logrará el éxito ante ella. Por ejemplo, las iglesias dejar de recolectar el impuesto del diezmo, para que las personas sientan más posibilidad de asistir a ellas. Pero además, enseñar en los templos la palabra de Dios, tal como está ordenada para las iglesias. Los creyentes en Cristo, debemos dar el ejemplo, y entonces decirles al mund No se den por vencidos, que hay oportunidad de cambiar y conseguir el éxito. Dios le bendiga.