MEXICO: López Obrador busca alejar preocupaciones de mercados financieros

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Después de su rotunda victoria en los comicios de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador buscó el lunes calmar a los mercados financieros asegurando que cuando asuma el poder no abusará de la mayoría obtenida por su coalición en el Congreso.

Conocido por su acrónimo AMLO, el político de 64 años logró alrededor de un 53 por ciento de los votos, con casi 30 puntos de diferencia sobre su escolta más cercano, el conservador Ricardo Anaya, según los resultados oficiales preliminares.

Su partido Morena y las agrupaciones aliadas ganaban el grueso de los escaños en el Congreso, de acuerdo con el conteo, pero aún no quedaba claro si tendrían una mayoría simple o absoluta en la Cámara de Diputados y en la de Senadores.

«No voy a levitar, voy a estar siempre con los pies en la tierra», dijo el lunes por la madrugada en entrevista con la cadena Televisa cuando se le preguntó si no tendría poder absoluto con una mayoría en las cámaras.

«No soy un dictador, soy un demócrata. Nosotros vamos a construir una auténtica democracia, no una dictadura», agregó.

Cuando la autoridad electoral anunció el domingo por la noche que López Obrador se imponía con contundencia en los comicios, el peso mexicano comenzó a apreciarse en operaciones internacionales.

Pero a medida que los resultados mostraban la influencia que ganaba el izquierdista en un nuevo Congreso -que comenzará sus funciones en septiembre- las ganancias se fueron borrando. El lunes la bolsa perdía más de un 2 por ciento en medio de una ola global de aversión al riesgo.

Capitalizando el descontento con los partidos tradicionales, López Obrador triunfó con promesas de sacudir el statu quo acabando con la corrupción, la violencia del crimen organizado y la desigualdad que han acosado a México por años.

AMLO, que asumirá el 1 de diciembre, se reunirá el martes con el presidente Enrique Peña Nieto para organizar el proceso de transición y dijo que entre los temas que tocarán está el presupuesto 2019 y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y Estados Unidos, que entró en un letargo antes de las elecciones. «Queremos darle continuidad a este asunto», dijo.

Además, el próximo presidente de la segunda mayor economía de Latinoamérica reiteró su promesa de campaña de someter su mandato a la revocación popular a mitad de su periodo de seis años.

«Es un compromiso que voy a cumplir: me voy a someter a la revocación del mandato cada tres años para que los ciudadanos decidan si quieren que continúe el presidente», dijo la noche del lunes en una entrevista con TV Azteca.

«Así como me están eligiendo, me pueden quitar (pero) estoy seguro que voy a ganar esa consulta porque van a haber resultados», puntualizó para luego agregar que no tentará un nuevo mandato consecutivo, prohibido por la ley.

Tendiendo puentes con Trump

López Obrador es ampliamente considerado como el presidente electo más izquierdista en México desde que Lázaro Cárdenas gobernó entre 1934 y 1940 implementando una reforma agraria y nacionalizando las industrias petrolera y ferroviaria.

Al igual que Cárdenas, uno de sus paladines, AMLO planea ayudar a los agricultores pobres con subsidios, aunque el lunes dijo que no expropiará la propiedad privada, que mantendrá la disciplina fiscal y respetará la autonomía del banco central.

Sin embargo, insistió en su promesa de revisar millonarios contratos energéticos por sospechas de corrupción, algo que ha inquietado a los mercados, y aseguró que si hallaban anomalías «siempre nos conduciremos por la vía legal».

«Todavía tiene que construir un plan claro e incluso reunir un equipo completo durante el período de transición de cinco meses, que probablemente será un proceso desorganizado y volátil», dijo la consultora Eurasia en una nota a clientes en la que advirtió que será complicado conciliar sus planes de mayor gasto social con las medidas de austeridad.

Aunque algunos creen que sus posturas nacionalistas podrían chocar con las de Donald Trump, el presidente de Estados Unidos lo felicitó la noche del domingo y dijo que espera «con ansias» trabajar con él en beneficio de ambas naciones, que comparten una extensa frontera por donde cruzan migrantes y drogas.

«Vamos a tender nuestra mano franca y, repito, de cooperación con Estados Unidos», sostuvo AMLO.

López Obrador informó el lunes que recibió una llamada respetuosa de Trump que duró media hora, en la que le propuso explorar un acuerdo integral de proyectos de empleo para reducir la migración y mejorar la seguridad.

Por su parte, Trump dijo que discutieron de seguridad fronteriza, el TLCAN, la posibilidad de un acuerdo comercial separado con México y se mostró convencido de que AMLO ayudará a Estados Unidos con la frontera común.

«Beneficio de la duda»

Nacido en el estado petrolero de Tabasco en 1953, AMLO se posicionó hacia la presidencia tras gobernar la populosa Ciudad de México entre 2000 y 2005, cuando aplicó una serie de programas sociales que le permitieron granjear simpatías.

En 2006 se postuló a la presidencia del país por primera vez pero perdió por estrecho margen, clamó fraude y protestó cerrando una céntrica avenida de la capital, lo que minó su popularidad. Muchos creyeron que sería su ruina política.

Pero empezó un periplo por los poblados más remotos y pobres del país, olvidados por la clase política tradicional durante décadas. Y, aunque volvió a perder las presidenciales de 2012, cosechó un importante caudal de votos.

Su rotunda victoria del domingo fue un duro golpe para el PRI, que ha gobernado México durante 77 de los últimos 89 años, y su rival, el conservador Partido Acción Nacional (PAN).

Analistas sostienen que la victoria de AMLO se basa más en el cansancio de la población frente a los partidos tradicionales que en sus propuestas para apuntalar al país, donde el 44 por ciento de sus 126 millones de habitantes son pobres y el crimen organizado y el narco han cobrado decenas de miles de vidas.

«Los votos para AMLO no son, necesariamente, reflejo de su campaña sino del hartazgo, enojo e insatisfacción que existe», dijo Antonio Ocaranza, consultor y exportavoz del presidente Ernesto Zedillo. «Morena no ha gobernado, no ha tenido desgaste (por lo que) la gente le dio el beneficio de la duda».

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