Mensaje a Eduardo Selman, cónsul general RD en NY

(Des-crucificando a Bill De Blasio y a Junot Díaz, y enfrentando la desnacionalización de dominicanos con ascendencia haitiana)

Antes de entrar de lleno a tratar el tema hoy, para curarme en salud contra las maledicencias de ciertos «patriotas dominicanos», permítaseme reafirmar, mi total apoyo a la regulación migratoria, siempre que ésta se haga con observancia a leyes justas y con apego a los Derechos Humanos.  También reafirmo de nuevo, mi rechazo total a la Sentencia 168/13 que desnacionaliza a personas nacidas en nuestro territorio antes del año 2010, específicamente a la parte que toca a los dominico-haitianos, que tienen sus raíces en más de cien años de historia y que han pasado su vida cortando caña en condiciones de infame esclavitud, contribuyendo grandemente al fortalecimiento de la economía nacional y a que muchos se hayan hecho millonarios con el robo abominable del sudor ajeno.  Hecho este aclarando, paso al tema de hoy:

La semana que acaba de transcurrir, las redes estuvieron congestionadas con encendidos mensajes de protestas contra Bill De Blasio, alcalde de la ciudad de New York y contra el escritor Junot Díaz, teniendo como emisores a ciertos «connotados patriotas dominicanos».  Sus protestas y reclamaciones giran en torno a atribuirle a estos dos personajes una supuesta injerencia sobre los asuntos internos de la República Dominicana y de haber estos solicitado un boicot al turismo, como medida coercitiva, para que que se frene las deportaciones de haitianos ilegales.

Al respecto, hemos visto, como empresarios, políticos y congresistas de la RD y del exterior han arremetido contra el escritor Junot Díaz y contra el alcalde De Blasio, exigiéndole a este último una disculpa pública por su llamada- según ellos- a boicotear el turismo dominicano.  Esas declaraciones, que después resultaron inciertas han sido tipificadas por los susodichos empresarios, políticos y congresistas, como «desatinadas, irrespetuosas, ofensivas, inapropiadas y desacertadas».  Otros, han tildado al alcalde de irresponsable y han llamado a la diáspora dominicana a las protestas en marchas, a la vez que piden al Congreso Dominicano declarar «No Grato» al alcalde De Blasio y a Junot Díaz.  También uno de ellos consideró que De Blasio no conoce un carajo donde queda República Dominicana ni Haití, ni las realidades de los dos países.  Y otros lo han tachado de ignorante y despistado, que ha perdido el juicio; y hasta hubo uno que comparó a De Blasio con un alcalde pedáneo y de acusarlo con maquinar un plan macabro para unificar la República Dominicana y Haití.  También, sacaron a colación, que De Blasio fue asesorado por dos dominicanos corruptos y traidores a la patria.

No está demás señalar, que algunos de estos empresarios, congresistas y políticos han sido grandes beneficiados del peledeismo, unos con posiciones en el Estado bien remuneradas, y otros, con negocios privilegiados con subsidios, exoneraciones de impuestos arancelarios y fiscales, con lo que se hicieron inmensamente ricos, incluso, muchos de ellos, amasaron grandes fortunas con la explotación inmisericorde de los dominico-haitianos, que hoy quieren desnacionalizar, por lo que, el cacareado patriotismo aludido, deriva de patrimonio, no de un genuino amor al país donde han nacido.

Visto el anterior análisis, sin lugar a equivocaciones, de el podemos deducir, que cuando, dizque se defiende el país contra una supuesta compaña internacional de descredito, a quien verdaderamente se está defendiendo y encubriendo, es a los ricos empresarios y políticos corruptos, que mantienen entre ambos, un sistema de corrupción y explotación contra su pueblo; el cual, tratan de que el mundo no conozca, para seguir con ese sistema, que tanto les reditúa, sin que nadie los ataque.

Declaraciones del alcalde De Blasio, en torno al tema de las deportaciones

“Estoy extremadamente preocupado por la potencial deportación forzada de miles de personas de la República Dominicana, entre ellos muchos niños.  Exhorto al gobierno dominicano a respetar los derechos básicos de todas las personas, incluyendo dominicanos de ascendencia haitiana, bajo la ley internacional. También les pido que prevengan los inevitables errores, peligros y humillaciones de una deportación masiva.  Entre las personas se encuentran hijos de haitianos nacidos en territorio dominicano quienes ahora, después de una controversial decisión judicial en 2013, han perdido su nacionalidad y el estatus legal.  Esto va muy en contra de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la cual establece que la nacionalidad es un derecho básico de todas las personas.  Como alcalde de una orgullosa ciudad de inmigrantes, con dos grandes diásporas dominicanas y haitianas, espero ver una solución compasiva y humana a esta alarmante situación

https://acento.com.do/2015/actualidad/8261452-lo-que-en-verdad-dijo-el-alcalde-de-nueva-york-sobre-dominicanos-y-haitianos/

Como estas declaraciones fueron retorcidas con fines perversos, por gente ruin, ante la situación, de que días después, se descubrió este retorcimiento, Ramón Tejada Holguín, director de Información, Análisis y Programación Estratégica de la Presidencia (Diape), se vio precisado a emitir una declaración, que tiene un tinte de disculpas, con De Blasio, veamos:

“En el fondo-dice- Ramón Tejada Holguín- el alcalde de Nueva York (Bill de Blasio) no llamó propiamente a boicotear al turismo dominicano, sino, que quizás, por falta de información disponible, respondió que posiblemente se contemplara. De igual modo, fueron distorsionadas las declaraciones de Junot Díaz.

Algunas reflexiones sobre la invocada soberanía

Llama poderosamente la atención, que todos los que están invocando la soberanía de país para aplicar las leyes migratorias que se nos dé la gana, aunque estas sean aberrantes, saben, que esa cacareada soberanía es una pura ficción y que ellos mismos la han pisoteado en múltiples ocasiones.  El expresidente Mejía sabe de esa ficción cuando tuvo que mandar tropas a Irak, pero también no es ajeno a esa ficción, Francisco Javier García, el actual flamante Ministro de Turismo, pues ha de recordarse, como este nuevo millonario entregó al Departamento de Estado norteamericano, el contrato Petrocaribe, a petición de ese Departamento.  En este capítulo, tampoco se puede obviar, que los altos jefes de nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional, como también los Ministros del Estado, solo son nombrados, si tienen el visto bueno del imperio, y muchas veces, son hasta impuestos.  Pero también, ¿es que hemos olvidado, las invasiones, golpes de Estado y todo tipo de intervenciones que hace el imperio cuando le da la gana a un país de los nuestros? Entonces, siendo así, ¿de qué soberanía me hablan, cuando ni siquiera a una transnacional como Monsanto, le podemos hacer frente?

En esta explosión de patriotismo, se ha obviado maliciosamente, que somos el patio trasero del imperio, que siempre ha hecho y hará lo que le da la gana con los países nuestros, para favorecer sus intereses.  En este contexto cabe preguntarnos: ¿si USA le imponen sanciones a una poderosa nación como Rusia, que no hará, con un pobre país como el nuestro?  Por ejemplo, ¿podríamos resistir, que para imponer su voluntad, los Estados Unidos prohibiera el envió de remesas a nuestra República? Si eso sucediera ¿saldría airosa la cacareada soberanía?  ¿Se impuso esta soberanía, en la Guerra Patria en 1965?  Pero lo que es peor, ¿de qué lado estaban en aquella ocasión estos patrioteros, en que la patria fue invadida?, ¿del lado de los constitucionalista defendiendo la soberanía, o del lado de los invasores?  En aquella invasión, ¿de qué lado estaban los balagueristas y la jerarquía católica?; hoy, todos ellos, tan nacionalistas, tan patriotas y defensores de la soberanía.

Pero además, en otros casos, en que la patria para defenderla ha necesitado de sus hijos, ¿donde han estado estos patriotas?  Que yo sepa, ninguno se ha pronunciado contra el infame contrato otorgado a Barrick Gold; ni siquiera a su debido tiempo lo hizo, el hoy presidente Danilo Medina.  ¿Cuál ha sido el papel de estos patriotas en el caso del robo y enajenación de Bahías de las Águilas, y en lo de la venta de nuestro territorio a extranjeros a precio de vaca muerta?  ¿Han protestado ellos, contra los onerosos contratos otorgados a constructores de carreteras y peajes? ¿Han levantado sus voces estos «patriotas» protestando contra el excesivo endeudamiento de millones de dólares llevados a cabo por Leonel y Danilo?, cosa esta, que sí atenta directamente y de mal modo, con nuestra Soberanía Nacional. ¿Protestaron estos «centinelas de la patria» por las privatizaciones de nuestras empresas estratégicas?  ¿Han protestado por la corrupción rampante que ahoga la nación?  ¿Han protestado los patriotas dominicanos residentes en el exterior, contra el oneroso arriendo del Hotel Montaña al señor Félix Cabrera, un bien valorado en 500 millones de pesos?, (dicho sea de paso, los patriotas Félix han tenido muy buenas adquisiciones patrimoniales en los gobiernos de PLD (Félix Cabrera, Félix Bautista, Félix E Gutiérrez y Félix Rodríguez Grullón, el sindico de San Francisco de Macorís).  Pero tampoco, estos «patriotas» se han pronunciado contra el otro infame contrato firmado a la Odebrecht para la construcción de la carboeléctrica Punta Catalina, donde ya es claro su sobrevaloración en más de mil millones de dólares, con los cuales se pagará la maldita reelección, y se enriquecerá a unos cuantos.   También yo puedo cuestionar esa soberanía con la imposición de un Embajador homosexual que no queremos, porque abiertamente promueve la homosexualidad.  Me refiero a James W Brewster, embajador de los Estados Unidos de Norteamérica, porque si este no fuera el embajador del imperio, sino, uno cualquiera del traspatio, primero no le hubiésemos dado el pláceme, y segundo, ya lo hubiésemos echado.

Los dos Danilo Medina, los dos Milton Ray Guevara, los dos Aníbal De Castro

Hay gente que tiene la virtud de ser doble y hasta triple y no estoy hablando del mitológico Jano, sino de los señores señalados en el encabezamiento.  Para estos casos hablo de duplicidades, Porque si me refiriera a Leonel, Margarita, Vincho, Euclides G Félix, Félix Bautista, Víctor Díaz Rúa y otros de esa saga, tendría que hablar de septicidades.

Danilo, tuvo un antes, en el cual fue antireeleccionista a muerte, ahora la reelección le da vida.  Antes no comía tiburón podrido, ahora se lo come de una sola «sentá». Cuando este Presidente supo de la Sentencia 168/13, la rechazó catalogándola de injusta; días después, cediendo a la presión de Leonel y los suyos, la aceptó como justa, patriótica y nacionalista.  Milton Ray Guevara, en el gobierno de don Antonio, hizo buen dinero en dólares trayendo al país 29 mil haitianos, los que no repatrió, para ahorrase el dinero que conlleva esa repatriación.  Años después, este mismo Ray Guevara se convierte en un celoso guardián de la dominicanidad; al efecto, siendo Presidente del Tribunal Constitucional evacua la Sentencia 168/13, que desnacionaliza a dominicanos de ascendencia haitiana que tienen su nacionalidad cimentada en más de cien años de existencia de sus ancestros en este país.  Por igual, el periodista Aníbal de Castro, cuando en el 1999, era director de la revista Rumbo pensaba diferente a como piensa hoy siendo embajador en España. Veamos a continuación esos dos Aníbal De Castro.

El de antes de 1999:  «Tantas  voces  se levantan  para apostrofar  a los haitianos,  más,  muy pocas incriminan  a los malos dominicanos que descreen  de nuestro potencial  y buscan artificiosamente otras nacionalidades para sus hijos.  Criticamos acerbamente a Estados Unidos porque devuelven los dominicanos que intentan ingresar a ese territorio de manera ilegal.   Y tampoco queremos que nos devuelvan a los delincuentes que han cumplido condena en cárceles norteamericanas.   No nos sonrojamos, sin embargo, al pedir que se desconozca la nacionalidad y se desprovea de documentación a los nacidos aquí de padres haitianos.  Aunque, como está visto, se trata de situaciones en que el apremio económico y social es más calamitoso que el que encaran los dominicanos que emigran en precarias embarcaciones a territorio norteamericano.  Vivimos una duplicidad moral que sólo nos alcanza para ver la paja en el ojo ajeno.  Tal turbidez nos impide evaluar la desgracia de interpretar antojadizamente la Constitución, como si la misma pudiese ser aplicada según el deseo personal de unos pocos. (Publicado en Revista Rumbo del día 08 de noviembre del año 1999. Número 30).

 Ahora veamos el Aníbal De Castro en su fase de embajador, primero en Washington y después en España. 

“Nuestro país no puede asumir la responsabilidad por las consecuencias debidas a la dificultad que Haití tiene para documentar a sus ciudadanos”

Fuente: https://www.acento.com.do/index.php/news/138589/56/Anibal-de-Castro-ahora-embajador-pensaba-diferente-sobre-la-nacionalidad.html

Si se quiere profundizar más sobre esta doble personalidad, léase el contenido del enlace siguiente:

https://www.acento.com.do/index.php/news/158535/56/No-hay-ni-habra-deportaciones-o-desnacionalizaciones-dice-Anibal-de-Castro.html

Gobierno refuerza lobbismo internacional para neutralizar campaña de descredito internacional desatada contra la RD

Cuando un turista llega a la República Dominicana y en su recorrido hacia la capital, comienza a ver montañas de basura a todo el largo del borde de la carretera y que esta situación continua por toda la ciudad capital y ciudades del interior, esto se constituye en un real elemento de descredito para nuestro país.  Cuando ese turista que se aloja en un hermoso hotel, habla con los trabajadores y conoce de los bajos salarios de estos y de las vidas miserables que llevan, esto se convierte en un motivo de descredito para el país.  Cuando ese turista sale del hotel y camina dos cuadras y se encuentra con esos barrios con casuchas de paredes construidas con tablas viejas, hojalatas y hasta cartón, en los que viven los explotados trabajadores de los hoteles turísticos, con sus niños y otros familiares famélicos, en un ambiente que resuma miseria por todos los lados, ello constituye un descredito para el país. Cuando el turista anda por las sucias calles de la capital, y encuentra tantos jóvenes harapientos, trabajando de limpiabotas o de venduteros de frutas y de cualquier disparate o chuchería en las esquinas, lo mismo que ver ancianos y niños harapientos pidiendo en las calles, como también entrar a un restaurant y pagar por una comida cualquiera, un dineral, eso constituye un descredito para el país.

Pero también es un descredito mayor para el país, las evaluaciones internacionales de los lugares primarios que nos dan en corrupción, delincuencia, pésima educación escolar, tráfico y consumo de drogas, violencia policial y femenicidios. También, descredito para el país lo constituyen: una justicia parcializada, robos de elecciones, ocurrencia de déficit fiscal, porque el dinero se halla desviado para hacer presidente a alguien.  De igual modo, el descredito reluce cuando hablamos de  muertes de personas en intercambios de disparos, cuando analizamos la enorme desigualdad social, el robo de la cosa pública por parte de los funcionarios a cargo, la obscena diferencia salarial, la vagamunderías de los congresistas, el desorden administrativo, el burocratismo, los gastos excesivos del Estado en publicidad, la indolencia de la clase dominante, la protección del Estado y de la Iglesia a delincuentes, el que a los inversionistas extranjeros se les quiera cobrar peaje por debajo de la mesa para concederles los permisos de lugar a las inversiones. Tampoco escapa como elemento de descredito para el país, cuando internacionalmente se habla de una administración pública llena de conocidos ladrones que gozan de impunidad, que irrespetan la leyes y a los ciudadanos.  No es ajeno a este descredito, que un cónsul en New York se embolsille hasta 50 mil dólares mensuales, cobrando honorarios elevadísimos a una sacrificada comunidad y sin tener en cuenta lo obsceno de estos cobros, frente a la pobreza de nuestros pueblos, que se debaten en una vida miserable, sin electricidad, agua potable, empleos mal remunerados y donde existen cantidades enormes de niños y ancianos desprotegidos, y hospitales, donde la muerte se enseñorea con los desprotegidos enfermos.

También es motivo de descredito internacional, la relación de un presidente con famosos narcotraficantes, como es el caso de Leonel,  y que se difunda por los medios que a ese presidente una multitud le ha voceado ladrón, en las calles de Manhattan y que al mundo salga a relucir, casos como el de la Sundland, la compra de los aviones Tucanos y que el presidente actual sea el protagonista de una sobrevaluación en más de mil millones de dólares de una carboelectrica llamada Punta Catalina, que como ya expusimos, esos excedentes servirán para financiar una maldita reelección, y para enriquecer a unos cuantos.

Pero también, constituye un factor poderoso de descredito internacional para un país, que se emitan sentencias con carácter retroactivo, para violar derechos humanos adquiridos, a despecho de preceptos y principios constitucionales aceptados mundialmente.  La cosa se agrava más, cuando también se retuercen conceptualizaciones jurídicas para perversamente aplicarlas a conveniencia de intereses malsanos, como es el caso de la interpretación jurídica, que se le ha querido aplicar al concepto «pasajeros en tránsito» a gente que tiene raíces históricas en el país, en un periodo de cien, o más años, a quienes por mezquindad y sucios prejuicios, se les quiere privar de una nacionalidad, que en buen derecho y buena lid, les corresponden.  ¿Qué más descredito para un país, que sus clases gobernantes, el 1% de la población, se adueña de 65% de su PIB?

En la reseña que ha precedido, están los verdaderos motivos para el descredito de la República Dominicana.   Pero nuestro gobierno, torpe y bruto, se ha dado por desconocer estos motivos, y para contrarrestarlo, han contratado varias afamadas oficinas de cabilderos, en lo que gastará millones de dólares, que bien pudieran servir para suplir a muchos hospitales de medicinas para los más pobres.  Como es sabido, estas firmas son especialistas en retorcer la verdad de los hechos, en convertir las verdades en mentiras, en «confundir y comerle el cerebro a una mayoría manipulable e ignorante en el tema.   Puesto que al final, el trabajo de estas compañías, no eliminarán las causas que dan pie a la susodicha campaña, que han satanizado como descredito, por tanto, es fácil colegir, que esa contra-campaña, no anulará las razones, por las cuales, los organismos internacionales ejercen presión contra el gobiernito dominicano, pues ella será, mientras existan los motivos, que en tiempo y espacio real, dan pie al descredito en cuestión.

Cumbre de líderes y prominentes personalidades convocadas Eduardo Selman, honorable cónsul de la RD en New York

El cónsul Eduardo Selman, según él, boschista a carta cabal, anunció en la cumbre de la Liga Domínico Americana de Oficiales Electos y Designados- según reseña la prensa- que iniciará una campaña de información sobre el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros para contrarrestar la campaña de descredito (que según el gobierno dominicano), se ha puesto en marcha contra la República Dominicana.  Por otro lado, también el cónsul Selman ha convocado a los líderes culturales de la ciudad de New York, para trabajar unidos en pos de la cultura y el arte dominicano.  Esta cumbre, a mi manera de ver, tuvo un fallo; para la misma no se convocó a juristas constitucionalistas acreedores de sabiduría y prestigio con cuyas credenciales pudiesen endosar credibilidad a esa cumbre y a sus metas. Oficiales electos y médicos prominentes no ofrecen esa imprescindible garantía, y más en estos tiempos que los prominentes están despistados, como es el caso del prominente médico psiquiatra Cesar Mella, que con su apoyo a Miguel Vargas ha dado muestras de estar en la Luna o en Marte.  En cuanto al trabajo que el cónsul piensa iniciar en pos de la cultura y el arte dominicano, ello obedece imagino, a que parece, que el señor Selman no está conforme con el trabajo del Comisionado de Cultura en Estados Unidos, por lo que se ha decidido reforzar esta administración, con su iniciativa. Y si no es así, entonces, detrás de esta acción, lo que hay es una estrategia política para captación de votos con proselitismo político subliminal, en lo que caerán muchos incautos.

 Campos concentración en la República Dominicana

¿Tenemos campos de concentración en la República Dominicana?   A mi modo de ver, literalmente no, pero en sentido figurado sí.  Veamos porque.   En la era de Trujillo y en menor medida en los primeros 12 años de Balaguer, la República Dominicana fue una gran cárcel.   En esos decenios, el país estuve controlado por las manos férreas y asesinas de estos dos barbaros.  En ningún sitio, el ciudadano estaba libre de los calieses.   Y los bateyes, eran realmente una versión de los campos de concentración nazis, donde como vivientes cadáveres almacenados en sucias barracas, residían haitianos y dominicanos negros y pobres a merced de los maltratos de colonos y mayorales desalmados.  Aquí no hubo, ni hay actualmente, responsabilidades, en cuanto a la seguridad social y atención médica, ni en cuanto a suplir viviendas higiénicas, ni agua potable, ni respecto alguno, por los derechos humanos.  Muchos libros de historia dan cuenta de esta horrenda situación.  Over, de Marrero Aristy y Caña y Bueyes de Moscoso Puello, entre otros, dan testimonio de ésta horrenda situación.   Pero la paradoja se da, porque en estos tiempos, si usted va a los bateyes que aún quedan, verá, que las condiciones de vida de sus moradores actuales, no difieren tanto, de las de que vivían sus residentes de antaño. Esa situación extrema, es tocante, específicamente en los bateyes, pero si usted va a ciertos barrios marginales existentes en la capital y en todas las provincias del país,  usted podrá constatar,  que en cierta forma, aquellos barrios, sin agua, sin luz, sin cloacas, de calles sin asfaltar, con la mayoría de sus residentes sin trabajo, viviendo en ranchos fabricados con tablas viejas y de cartón, con una letrina común para 20 casas, donde usted ve niños, niña y ancianos raquíticos y enfermos por montones, con una mayoría desdentada y harapienta.  En éste cuadro dantesco, usted puede percatarse, de que estos barrios, son modalidades de campos de concentración.  Y los que están mejorcitos, es porque tiene algún familiar en el exterior que los ayuda, pues del gobierno no se puede esperar, ni la asistencia en un hospital público.

¿Quiénes son los que consideran que la República Dominicana está siendo desacreditada?

El padre católico anglo-español, Christopher Hartley Sartorius, quien llegó en 1996 a trabajar en los bateyes de San José de Los Llanos, municipio de San Pedro de Macorís, en enero del 2003, con su artículo: «Crónica de un cura en el infierno» desató la furia de los Vicini y de los demás colonos azucareros del país. Posteriormente, esta furia aumentó incontenible, cuando este cura documentó en la película, «El precio del azúcar» (The Price of Sugar), y en el libro «Esclavos en el paraíso», la explotación inmisericorde, los maltratos, y la terrible forma de vida, de que eran victimas los braceros en los bateyes.   Los Vicini pagaban a sus trabajadores, 110 pesos por tonelada cortada al día (2,3 euros).  Pocos podían cortar más de dos toneladas, pero con el régimen de explotación, y libres de pagar prestaciones o pago de seguridad social y planes de salud y vendiéndose el azúcar a 400 dólares la tonelada, las ganancias de los Vicinis y demás colonos, eran inmensas.

Este trabajo de denuncias del padre Christopher, se interpretó, como parte de «una campaña de desprestigio internacional contra la República Dominicana.  En el 2006, Christopher, tuvo que salir del país por las amenazas de muerte que pendían en su contra.  En aquel entonces, la proyección de la película se prohibió, y los Vicini contrataron la Newlink Comunicaciones, establecida en Miami, y el bufete estadounidense Patton-Boggs, (una poderosísima compañía especializada en lobby), para limpiar, el daño a la imagen, que Christopher, con sus artículos, libro y película, les había infligido, a los referidos barones del azúcar.

En esta ocasión, hasta la Iglesia Católica salió en defensa de los Vicini y demás colonos azucareros.  En la contra-ofensiva se negó la esclavitud y todas las barbaries que denunciaba con bases documentales el padre Christopher.  O sea, una vez más, la iglesia católica, actuó como en los tiempos de la colonia, encubriendo aquella explotación, que fue tan cruel, que acabó con millones de indios y negros.

En este tiempo, con los casos de la explotación y desnacionalización planteada por la Sentencia 168/13, se repite el mismo esquema de antaño: negar una realidad abominable, para encubrir los hechos deleznables, de quienes se han hecho ricos y poderosos con el sudor ajeno.  La sentencia en cuestión, viola la Constitución, porque se está aplicando retroactivamente.  Los descendientes de haitianos, nacidos antes del 2010, son dominicanos por un jus soli, que cuenta con más de cien años de historia en nuestro país, y son gente, que han echado su vida productiva en el infierno de los cañaverales, contribuyendo con su trabajo de esclavos, al fortalecimiento de la economía nacional, sin embargo, invocando toda clase de subterfugios y perversidades, hoy a esa gente, se le quiere negar su legitimo derecho a la nacionalidad dominicana.  En esto de defender y encubrir lo mal hecho y sus autores, el cardenal López Rodríguez ha hecho doctorado.  Su pastorado, siempre ha estado al servicio de los más encumbrados y presto a encumbrir las ignominias de muchos de ellos.  Cuando la violación de las niñas y niños en el Hogar Infantil Católico Francisco Javier, de San Rafael del Yuma, Higüey, en el año 2003, él encubrió a los autores !y de qué manera!, hasta se ocasionaron muertes atroces con fuego en una cárcel de  Higüey para proteger a los autores.  Después desmintió que los colonos azucareros explotasen a los braceros, tal como denunció el padre Christopher.  Luego, encubrió y ayudó a salir del país a los curas pederastas, polacos Wojciech Gil y Jozef Wesolowski. Ahora, de nuevo, niega la explotación de los braceros Haitianos y dominicanos, y apoya la desnacionalización de dominico-haitianos, y negando este hecho, se suma a la campaña del gobierno, que busca negar la susodicha desnacionalización y encubrir todas las injusticias que conlleva la aplicación de la misma.  El enlace de más abajo, va, para todos aquellos que quieran saber los pormenores de aquella violación.

https://www.acento.com.do/index.php/news/85819/56/Violaciones-y-orgias-contra-ninas-de-albergue-catolico-10-anos-de-impunidad.html

Nacionalismo y patriotismo trasnochado

Hay dominicanos, que en este tecnológico siglo XXI, de luces y mas luces, sus modelos de nacionalismo y patriotismo, están inspirados en Sátrapa Trujillo, y en el tirano ilustrado, Joaquín Balaguer.   Analícese usted concienzudamente, que se puede esperar de alguien, cuyas divinidades políticas a seguir, sean estos dos energúmenos. Trujillo llenó el país de haitianos, con aquello de sus 12 ingenios y fincas, y Balaguer no se quedo atrás, para complacer a sus amigos colonos azucareros.  Además, Balaguer fue quien propuso unir en una confederación la República de Haití y la República Dominicana, cosa que muchos pasan por alto, para darle paso al siniestro pensamiento, de que Peña Gómez, era quien iba a fusionar la isla.  Ya el falso nacionalismo de Trujillo está claramente evidenciado, por numerosos estudiosos del tema, como Bernardo Vega, Moya Pons y otros.  Y del nacionalismo de Balaguer, basta con saber,  que fue un agente de la CIA y un arrodillado a Washington, a tal punto, que llegó a decir, que renunciaba al poder, si Richard Nixon se lo pedía.  Pero como en los últimos años el concepto patriotismo a cambiado semánticamente, de amor a la patria, a, amor al patrimonio, no podrá nunca encontrarse patriotismo de uno ni otro, en aquellos que no tienen nada, que vive en un país que no les brinda absolutamente nada para el desenvolvimiento de sus vidas, a tal punto, que viéndose desprotegidos por el Estado y en la inopia total, optan por irse del país.

 En esta experiencia de la vida, lógico es, que solo los que tienen patrimonios y poder político y social, son los que sienten ese amor y nacionalismo por su patria. Pero dígame usted, ¿qué amor por su patria puede sentir, alguien que vive en las calles porque no tiene trabajo, que la policía lo patea por pobre, que va a un hospital y no lo atienden, que se le caen los dientes porque no puede ir a un dentista, que pasa hambre, que no recibe igual trato en los tribunales del país, que un rico.  En fin, que patriotismo se puede esperar, de alguien que su vida es una miseria sin esperanzas, porque su patria no le dispensa, ni los más elementales medios de subsistencia, ni lo considera un ente, sujeto de los derechos humanos.

 La ley, es la ley y hay que aplicarla

Son muchas las personas que en defensa y en busca de la aplicación de la Sentencia 168/13, dicen que hay que aplicarla aunque nos duela, porque la ley, es la ley. Viejo cliché este, que se usa según convenga, pues cuando no conviene, replican invocando a Gandhi: «cuando una ley es injusta, lo correcto es no obedecerla».  Pero también podemos razonar, que las leyes terrenas no son dadas por Dios, como los diez mandamientos en las tablas de Moisés.  En contraposición están las constituciones, que por ser obra de los hombres, están sujetas a la comisión de errores, tal como la Sentencia 168/ 13, que tiene el error de la retroactividad, y la injusticia de despojar de la nacionalidad, a unas 250 mil personas, a quienes en buena lid y buen derecho, la misma  le corresponde   Por tanto es un solemne disparate, que una ley se emita con carácter inapelable, y más cuando esa ley o sentencia, es elaborada y después evacuada, por hombres de dudosa moralidad, como el señor Ray Guevara,  que su conocida trata,  con 29 mil haitianos, lo tipifican entre esos hombres.

 Traidores a la patria

Desde que salió a relucir la contradicción existente en la Sentencia 168/13, las voces que nos opusimos a esa aberración jurídica, contentiva de violaciones a la Constitución de la República y a los Derechos Humanos de persona negras y pobres, fuimos tachados de traidores a la patria.  Lo irónico del caso se da, cuando analizamos, que Milton Ray Guevara, ahora es el más patriota de los dominicanos, parece ser, que su sentencia que desnacionaliza a unos 250 mil dominicanos de ascendencia haitiana, lo han reivindicando de aquel trasvase de 29 mil haitianos a tierra dominicana, trata ésta, en lo que todos sabemos, El señor Guevara se agenció unos cuantos miles de dólares.  En este caso se siguen dando, otras ironías, no menos curiosas.  Un gran número de peledeistas, seguidores de Leonel, ese mismo que regaló nuestro oro a la Barrick Gold, y que ha pisoteado y burlado de la soberanía del país, pese a ello, sus seguidores, lo tienen por patriota y nacionalista, y a los que no apoyamos la Sentencia de Guevara, nos llaman, «traidores a la patria».  También Danilo sigue siendo un patriota, aun después que se ha visto, que ha sobrevaluado la carboelectrica Punta Catalina, en más de mil millones de dólares.  ¿Usted ha visto semejante cosa?  Bueno, hay que estar vivo para ver eso y mucho más.  Pero también son patriotas, los desfalcadores del Estado como el clan de los Félix, Víctor Díaz Rúa y todos los congresista que apoyan esta sentencia, aun sean los más sinvergüenzas.  Y hasta Miguel Vargas y su gente y los Vinchos, ahora son patriotas, porque apoyan esa sentencia.  Y gente como el inmenso Negro Veras, Huchi Lora, Juan Bolívar Díaz, Cristóbal Rodríguez, Rosario Espinal, Marino Zapete, Sara Pérez, Isabel Bonilla Hernández y Katia Miguelina Jiménez,entre otros prominentes profesionales, ahora son traidores a la patria, porque disienten de la Sentencia.

Solución al problema creado por la Sentencia 168/13

Tal como han expuestos otros analistas, El problema de las embestidas internacionales, oponiéndose a la desnacionalización de dominicanos de descendencia haitiana, que ordena la sentencia que nos ocupa,  se hubiese evitado, si esa sentencia racista contra gente negra y pobre, no se hubiera emitido y puesto en práctica.  Ahí radica todo el problema, cuya oposición nacional e internacional, no la van a lograr desactivarla, los lobbies puestos en marcha por el gobierno, mientras persista ésta desnacionalización.  No es lógico, no es justo, no es humano, que los descendientes de etnias, cuya existencia en tierras dominicanas, que remontan su asiento en más cien años, con durísimo trabajo de explotación, 86 años después, se les venga a decir a sus descendientes, que no son dominicanos y que se les quiera enviar con las manos vacías a un país, que no conocen y con el no tienen, ninguna atadura emocional, porque eso sería, como mandarlos a morir, donde no hiedan.

Yo estoy profundamente convencido, de que la única solución viable y contundente a este problema, es la anulación de la sentencia, manzana de la discordia, de la que tanto hemos hablado, y que concomitantemente, los barones del azúcar, como los Vicini, El Central Romana Corporation, y todos los demás que hicieron fortunas fabulosas con explotación inhumana de dominicanos y haitianos, acepten este hecho histórico, y que en consecuencia, hagan como ya ha hecho la Iglesia Católica, en cuanto a que, ha pedido perdón al mundo, por todo el inmenso daño infligido a la humanidad, con aquello de las cruzadas, la inquisición, la cristianización en la colonización de América, como además, por haber sido soportes de regimos tiránicos y cómplices en derrocamientos de gobiernos democráticos, tal como lo fueron en 1963 en el golpe de Estado, contra Juan Bosch.

De igual manera, ahora toca pedir perdón a los productores de azúcar mencionados, por el tanto daño irreparable, que le han hecho a esa gente, a nuestro pueblo y a la humanidad con tan sucia práctica contra sus propios congéneres.  Sabemos de antemano, que económicamente no habrá resarcimiento, hasta aquí no llega «la bondad»  estos ricos, ni las leyes dominicanas hecha por ellos; pero por lo menos, en lo histórico y moral, un mea culpa de esta naturaleza, para comenzar una nueva era, tal como lo ha hecho la Iglesia Católica, seria de mucha validez moral y espiritual para todos, en vez de estar ocultando los hechos, para seguir alimentando con hipocresías y falsedades, una situación que no conviene a nadie, y que de no resolverse ahora como Dios manda, vendrá a ser  cada vez peor.

Lo triste de todo esto es, que los que apoyan la Sentencia en cuestión, ni oyen, ni ven, ni entienden.  En estas discusiones, actúan, como si estuvieran poseídos por el propio Satanás, y tiene que ser así, porque lo poseídos de racismo y de espíritu de injusticias, de Dios no están imbuidos.  Esto, en el caso que se entienda, que Dios, es justicia y amor.  En esta perversidad, han sacado a relucir lo bueno que somos, que los haitianos son unos malos agradecidos, porque se olvidaron, lo bueno que fuimos con ellos cuando Haití fue devastado por el terremoto del 2001. O sea, esa ayuda borra de golpe y porrazo, los cien años de esclavitud que padeció esta gente en todos los ingenios del país.  Los Vicini y demás colonos azucareros que hicieron fortunas inmensas con la explotación de esta gente, deben de estar muy contentos con que muchos dominicanos piensen así, y gastaran millones de dólares, pagando a compañías publicitarias, para que con mensajes retorcidos, que distorsionen la verdad y consiguientemente los sentimientos, sigan pensando así, los muchísimos incautos, que por medio a estas propagandas, ellos lograrán embaucar.

Vista la exposición anterior, la solución a la problemática que plantea esta desnacionalización, es simple y llanamente, anular esta infame sentencia, para echarle manos con todas las de la ley, a la Regulación migratoria, que de no llevarse a cabo con eficiencia y en un tiempo prudente, nos generaría un desequilibrio y un exceso de población, que nuestra pequeña media isla, no podría soportar.

Siendo así, los «nacionalistas y patriotas dominicanos», que nos acusan de «traidores a la patria», no cambiarán su modo de pensar y ver el problema de la desnacionalización que he tratado. El racismo es como una enfermedad terrible.  El racista se atrinchera en sus opiniones, y nadie los convence de que están equivocados.  El pensamiento de esta gente, lógicamente, es acorde con el modelo político de Trujillo y Balaguer que ellos siguen, no alejado de los del General Santana, quien fusiló a muchos meritísimos patriotas, después de declararlos, traidores a patria.  Entre estos fueron fusilados: el general Duvergé y su hijo Alcides, José Contreras y los hermanos Puello, Francisco del Rosario Sánchez y su hermano Andrés Sánchez, y su tía María Trinidad Sánchez.  Finalmente, desterró a perpetuidad a Duarte y a otros patricios, después de condenarlos, también, como traidores a la patria.

Los llamados «nacionalistas y patriotas dominicanos de nuevo cuño», tan cristianos según ellos, debieran de tener presente en sus vidas estas enseñanzas del libro de los proverbios: «Seis cosas aborrece el Señor: aun siete son abominación a su alma: los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, un corazón que maquina pensamientos inicuos, pies que se apresuran a correr a la maldad, un testigo falso que habla mentiras, y cualquiera que siembra contiendas entre hermanos».

Si algún día, estos «nacionalistas y patriotas dominicanos», llegaran a fusilarme después de declararme traidor a la patria bajo sus códigos de valores, diré como el Arquitecto Raifi Genao: «Que sea Dios quien me juzgue, pues la justicia divina supera en equidad, al tribunal de los hombres».

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