Medidas para reducir el riesgo de un infarto cerebral

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MIAMI.- Alrededor de la mitad de los estadounidenses tienen por lo menos un factor de riesgo para los infartos cerebrales, incluyendo la presión alta, el nivel de azúcar alto o sobrepeso. Además, muchos adultos no se dan cuenta que pueden prevenir los infartos cerebrales a través de modificaciones al estilo de vida incluyendo la nutrición y el ejercicio, y el hacerse pruebas médicas de detección para determinar si existen factores de riesgo aún desconocidos.

Hay algunas cosas que no podemos controlar, tales como el envejecimiento, el cual aumenta la probabilidad de tener presión alta. Sin embargo, ser mayor no es una garantía de tener un riesgo más alto para los infartos cerebrales. Un reporte reciente acerca de los infartos cerebrales en las personas jóvenes publicado por la American Heart Association encontró que la tasa de infartos cerebrales se duplicó con creces entre las personas de 35 a 39 años de edad en las últimas dos décadas.

Sin embargo, las tasas de infartos cerebrales en general han estado bajando para personas de 55 años y mayores. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés) han atribuido esta tendencia a las reducciones en las tasas de fumar, y el manejo de la presión alta y el colesterol alto.

“Es importante que sepamos que los infartos cerebrales se pueden prevenir”, afirmó Felipe De Los Rios, M.D. Director Médico del Programa de Infartos Cerebrales de Baptist Health Neuroscience Center. “Existen siete cosas básicas que usted puede hacer para reducir su riesgo de sufrir un infarto cerebral”.

Formas de reducir el riesgo para los infartos cerebrales

  1. Reduzca su presión sanguínea
    La presión alta o la hipertensión, es el principal factor contribuyente para el riesgo de infartos cerebrales tanto en los hombres como en las mujeres. La meta para la mayoría de las personas debe ser la de mantener una presión sanguínea de menos de 120/80. Sin embargo para algunos pacientes con hipertensión, una meta menos agresiva (como 140/90) puede ser más apropiada. Monitoree su presión sanguínea como lo indique su médico. La dieta, el ejercicio y los medicamentos pueden ayudar a mantener su presión sanguínea dentro de un rango recomendable.
  1. Controle su nivel de glucosa en la sangre
    Tener diabetes o “pre-diabetes”, la cual aumenta el riesgo de desarrollar esa enfermedad crónica, puede dañar los vasos sanguíneos con el tiempo, aumentando la probabilidad de que se formen coágulos y así aumentando su riesgo para los infartos cerebrales. Monitoree su nivel de azúcar en la sangre como lo indique su médico y haga los ajustes necesarios a su dieta y a sus medicamentos. El ejercicio regular también puede ayudar a prevenir o a manejar la diabetes.
  1. Siga una dieta saludable
    Para obtener los nutrientes que usted necesita y para ayudar a prevenir los infartos cerebrales y la enfermedad cardiaca, escoja alimentos tales como vegetales, frutas, productos de granos enteros y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa, según recomiendan los médicos y los dietistas. Una dieta saludable que evite los alimentos procesados y el exceso de azúcar y grasas puede ayudarle a reducir tres factores de riesgo para la enfermedad cardiaca y los infartos cerebrales – el colesterol alto, la presión alta y el exceso de peso.
  1. Limite el consumo de alcohol
    Las investigaciones demuestran que tomar grandes cantidades de alcohol puede aumentar significativamente su riesgo de sufrir un infarto cerebral. Un estudio reciente encontró que las personas que beben demasiado durante la edad media tienen un riesgo de un tercio más alto para los infartos cerebrales, en comparación con los que toman con moderación. Además, los bebedores excesivos tienen mayor probabilidad de sufrir infartos cerebrales a edades más tempranas, según el estudio.
  1. No fume
    Por décadas, ha sido ampliamente aceptado que el tabaquismo puede aumentar su riesgo para la enfermedad cardiaca y los infartos cerebrales. Los fumadores tienen tres veces mayor probabilidad de sufrir un infarto cerebral que los que no fuman porque los químicos que provienen del tabaco aumentan su riesgo de tener la presión más alta y el colesterol más alto. Esos químicos pueden aumentar la probabilidad que las paredes de la arterias sufran daños y la tendencia de la sangre de formar coágulos.
  1. Maneje su peso
    Tratar la obesidad y las muchas complicaciones vinculadas con el exceso de peso, tales como la presión alta y la diabetes, es importante para la salud en general y también para la prevención de los infartos cerebrales. Si usted tiene sobrepeso, el bajar tan poco como 10 libras, puede tener un impacto significativo en su riesgo para los infartos cerebrales. Sin embargo, consulte con su médico para determinar su meta de peso y las modificaciones apropiadas a su alimentación.
  1. Haga ejercicios regularmente
    El ejercicio es otra modificación de estilo de vida que puede mejorar su salud general física y emocional. Hacer ejercicios de intensidad moderada tal como caminar a paso rápido, es una buena manera de comenzar. Practicar los ejercicios por lo menos cinco días por semana puede ser muy útil para reducir su riesgo para los infartos cerebrales. He aquí las recomendaciones aceptadas de actividad física de la American Heart Association.
  2. JPM
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