Medicamentos biológicos y biosimilares
Las primeras medicinas para combatir enfermedades se obtenían de fuentes naturales tales como hierbas, plantas, raíces y otros insumos vegetales. Hasta mediados del siglo XIX, estos medicamentos eran las únicas opciones disponibles en los portafolios terapéuticos de los médicos. Posteriormente, y durante muchos años, la industria farmacéutica desarrolló medicamentos químicos, moléculas pequeñas que complementaron estos portafolios terapéuticos para el tratamiento de enfermedades. Hoy en día, gracias a la revolución en la biotecnología, existe una nueva clase de medicamentos: los “Biológicos”. Los medicamentos biológicos son moléculas grandes que se derivan de organismos vivos para producir proteínas que se utilizan para el tratamiento, diagnóstico o prevención de enfermedades. Los medicamentos biológicos actuales han presentado un avance de gran trascendencia para la vida de muchos pacientes con enfermedades graves. Actualmente existe este tipo de medicamentos para el tratamiento de algunos tipos de cáncer, enfermedades de la sangre, trastornos neurológicos y enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y la psoriasis. Esta tecnología está siendo estudiada para encontrar oportunidades en el tratamiento de otras enfermedades como VIH, Alzheimer, enfermedades cardiovasculares, entre otras. Es así como la biotecnología es una de las grandes conquistas de la ciencia médica hoy en día. En la República Dominicana se han introducido en los últimos cinco años nuevos medicamentos para el tratamiento de las enfermedades reumáticas autoinmunes. Estos medicamentos de avanzada tecnología han contribuido a una mejoría notable de la calidad de vida de los pacientes tratados. Con el surgimiento de los productos biológicos ha nacido también lo que se denomina como “medicamentos biosimilares”. Como su nombre lo dice, son similares al producto biológico original, mas no iguales. La principal diferencia entre un producto biológico original y un biosimilar proviene de la alta complejidad de la estructura molecular del medicamento biológico. Su tamaño, al ser entre 200 y 1.000 veces mayor que las moléculas pequeñas, hace muy poco probable poder replicarlas con exactitud. Cada producto biológico original es único y su proceso de producción es preciso, delicado y específico. Típicamente toma entre 10 y 15 años desarrollar un medicamento biológico original, el cual está soportado por una amplia base de datos analíticos, no clínicos y clínicos para demostrar su eficacia y seguridad. Igualmente son sometidos a estrictos procesos de monitoreo y control después de su comercialización, en beneficio y seguridad de los pacientes que los utilizan. República Dominicana debe velar y garantizar que los medicamentos para el tratamiento de las enfermedades reumáticas sean seguros, confiables y eficientes, por eso hace falta priorizar los biológicos que están diseñados para un fin: salvar vidas. (La autora es médico reumatóloga)