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Mea-culpa de la Iglesia Católica
La iglesia católica tiene que pedir perdón al pueblo dominicano. Hay dos aspectos de la vida nuestra que arranca con la tiranía de Trujillo y termina con el golpe de Estado al profesor Juan Bosch. La iglesia fue la gran compañera del dictador, pero también una de las responsables principales al Golpe de Estado a Bosch.
La verdad aunque produzca ronchas, es el primer camino para ser un buen cristiano. No se pueden ocultar las verdades históricas, los daños ocasionados con acciones que fueron negativas. No es aplicarse al viejo eslogan marxista de que la verdad es revolucionaria, no señor, es tener en las manos el Sermón de la Montaña, de que conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.
Ahora que la casi totalidad de los obispos son dominicanos es hora de la iglesia hacer un mea-culpa, es pasar revista a una de las páginas negras de la historia nacional, y el apoyo que le dio la curia a la dictadura Trujillista y a los golpista del 63.
El respaldo de la iglesia a Trujillo arrancó desde el mismo 1931, dando basamento religioso a un gobierno que desde el primer momento blandió el sable y acuñó la represión. En instantes la iglesia parecía ser la mejor aliada de Trujillo. Para ser fiel al estribillo de dominicanizar la frontera, y mejorar la raza, la Iglesia llegó a un acuerdo con el dictador para el retorno de los Jesuitas en el año 1936.
Tan sólo un año después sería la matanza de los haitianos, en una de las acciones más grotescas de la dictadura Trujillista. La iglesia hizo reconocimiento de datos numéricos, pero guardó silencio ante la matanza. Ya en el 1954 se firma el Concordato, entre el Vaticano y el gobierno de Trujillo. El régimen parecía estar en uno de sus momentos cumbres, y la iglesia nuevamente lo apuntalaba firmando un acuerdo donde se le entregaba todo el derecho a la fe pública.
A raíz de la llegada de los expedicionarios del 14 de Junio del 1959, la dictadura sufre un certero golpe, está herida de muerte, y entonces, ante un Trujillo que agoniza, es que se pronuncia con la pastoral del 31 de enero de 1960, que es leída un domingo en todos los templos del país. Monseñor Ricardo Pitini, un religioso que apoyó durante tantos años al régimen encabeza este acto de protesta.
Ya los días de la dictadura estaban llegando a su fin, y era necesario abandonar el barco que hacía aguas. Pero cuando surge el primer experimento democrático luego de la caída de la dictadura, las manifestaciones de reconfirmación cristiana son la punta de lanza y el basamento intelectual e ideológico en el derrocamiento del gobierno del profesor Juan Bosch.
Ese Golpe de Estado llevó a los dominicanos a tomar las armas y protagonizar una guerra civil y una guerra Patria contra el interventor norteamericano, con miles de muertos. Es hora de que en honor a la verdad histórica, y fiel al mensaje de Jesucristo, la Iglesia Católica Dominicana pida perdón por su apoyo a la dictadura de Trujillo y ser la punta de lanza al golpe de Estado al gobierno de Juan Bosch.
jpm
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