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Más oportunidades para la juventud
A la llegada del Partido de la Liberación Dominicana, en su segundo mandato en el 2004, encontró el país sumido en una crisis económica que llevo a la pobreza al 46%, la inflación al 44% y la prima del dólar cerca de RD$55.00 pesos por un US$1.00 dólar. Encontró tres bancos quebrados, donde miles de ahorrantes vieron perdido todos sus ahorros de su vida. Ese estado de cosas fue mejorado, disminuyendo la pobreza 8 años después al 36%; la prima del dólar al 28 por uno y la inflación bajo por debajo del 5% anual.
Hoy, once años después, con un gobierno con políticas de inclusión social, aun podemos ver caminando por los barrios, comunidades y comarcas de nuestro lar, y seguimos siendo testigos de cómo deambulan los jóvenes por las calles languideciendo sin oportunidades de trabajo, de estudios, salud, quedándole el único camino de dedicarse al trabajo de motoconchistas, mensajeros del miedo, y la delincuencia.
Gran cantidad de jóvenes terminan la secundaria y no pueden entrar a la universidad, otros no alcanzan a terminar la escuela primaria, porque tienen que salir con un limpiabotas, el canillita a vender periodicos, el que vende las tarjetas telefónicas, los que limpian vidrios para llevar el pan de cada día a su casa para alimentar sus padres y sus hermanos.
Vemos de manera indiferente como una adolescente es embarazada por otro adolescente que tendrán que trabajar y aprender a vivir con responsabilidad sin contar con la mayoría de edad. Buscan el pan de cada día viendo la indiferencia del estado de cosas, que lo lleva a la resignación, perdiendo su auto estima y cayendo en el mundo de la delincuencia, que muchas veces lo arrastra hacia la muerte.
La falta de oportunidades y el establecimiento de políticas públicas por parte del estado, que vayan a establecer posibilidades para que esta gente encuentre amparo y que se puedan insertar en el camino del progreso. Los Jóvenes desde muy temprano ven tronchados sus esfuerzos por los obstáculos que están a la vista y que se mantienen como simples deudas sociales del estado contra sus ciudadanos.
Con un 40% de pobreza prevaleciente en el país y con un 10 de indigentes, el estado necesita disponer de políticas públicas que vallan a resolver desde sus raíces este alto nivel de desigualdad social, por lo que la pobreza abraza más del 50% de los pobladores de la republica dominicana. Y es que la educación es el primer pilar para salir de la pobreza, que por voluntad del presidente descolla en el primer lugar de prioridades de la nación.
Los últimos estudios publicados por instituciones especializadas en el análisis de los factores que influyen para que cada día hayan más personas en estado de pobreza, apuntan a que el 65% de los salarios en RD están por debajo del costo de la canasta familiar, que es de alrededor de RD$33,500.00 pesos; un 20% de los salarios ganan entre 15,000 mil y 35,000 pesos, y el 15% restante se encuentra por encima de los 35,000.00 pesos mensuales.
En nuestro país sabemos que la educación no es gratuita, y la que es subsidiada por el estado, está por debajo de las que ofrecen los colegios privados, y fuera de los estándares de américa Latina, acentuando aún más las diferencias y las asimetrías tanto a nivel de educación en sectores, como también a niveles de países. Así nuestra juventud no tiene posibilidades de competir y mucho menos de conseguir un empleo de calidad para poder salir del atraso y de la pobreza.
El estado deberá establecer programas de pasantías en las empresas del estado, en el sector descentralizado y autónomo así como establecer convenios con el sector empresarial para que cada día, más juventud sea incluidos al trabajo y se puede ir creando un relevo político con las condiciones para dirigir los destino de un país cada día más complicado.
Es tiempo de que el congreso nacional dicte leyes que vayan en beneficio de la juventud dominicana, legislando en favor de ellos, que constituyen el futuro de la patria, y que en este mes de febrero, mes de la patria debiera quedar claro de que se están haciendo todos los esfuerzos para lograr que las familias puedan llevar a sus hijos a las escuelas para darle el pan de la enseñanza que tanto necesitan.
Sabemos que se está trabajando para alcanzar un país más justo, más equitativo, con políticas públicas más incluyentes para los jóvenes que estudien en las artes, la cultura, el deporte, más incluyente en el trabajo, educación, con valores cívicos y morales. No esos jóvenes que deambulan en las calles desvalidos, hambrientos, mal educados, sin trabajo.
La República Dominicana es el segundo país con mayor crecimiento de América Latina y del Caribe en el 2014, con un 6.0 % y la política fiscal juega un papel muy limitado para mejorar la distribución del ingreso.
Somos el segundo país con esas limitaciones. S/Informe CEPAL. Es necesario que la política fiscal sea más distributiva, para que quienes ganan más, paguen más.
Es tiempo de que el estado reciba los ingresos que necesita para cambiar ese estado de cosas tan deprimente y avasallador.