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¡Más maestros, menos escuelas!
La institución escolar, la más universal de todas, con sus distintas ramificaciones, comienza en el hogar, desde cómo sentarse a la mesa, hasta el mismo acto del lenguaje.
El aprendizaje llega a través del método didáctico, que implica seguir normas de conducta. Malos ejemplos en el hogar, peores ciudadanos.
No aprendemos, sin embargo, bajo la influencia del mismo método, la inteleigencia es selectiva e individual, lo cual nos lleva a una revalorización de lo que es la escuela moderna.
Más maestros capacitados en el arte de facilitar conocimientos, nos llevaría a la sociedad actual, a una educación itinerante, carente de los centros de estudios que hoy conocemos por escuelas y que generan un gasto tremendo, sin resultados prominentes.
La educación de hoy debería constituirse en organismo autónomo, como lo es el aprendizaje. La educación contemporánea se encuentra en manos del estado, o de la política, cuando debería disfrutar de la autonomía que disfruta la iglesia, ya que la enseñanza se asocia a las creencias, los valores éticos y morales que imperan en la sociedad o en cada conglomerado.
Sabemos que la política es el arte de las alteraciones de la personalidad, del disturbio del ego, lo cual no contribuye a la administración adecuada de los bienes comunes.
La educación robótica sería un impulso facilitador, pero no puede sustituir al maestro, porque adolece del logro que representa la presencia humana, a través de la historia de la humanidad, como factor psicológico predominante.
La generación robótica puede parecer más eficiente, pero carece del espíritu humanista que reina en el aprendizaje y que está ligado a la lactancia y a los primeros intentos de sobrevivir más allá de la pérdida de la placenta.
La política de hoy, salvo excepciones que siempre existen, no ayuda, porque se ha convertido en el arte de persuadir a través del engaño.
Lo vemos en los ejemplos calamitosos de la sociedad actual, quien
más usurpa los derechos del ciudadano, es quien ostenta el poder.
Las grandes verdades se asocian a breves enunciados.¡Más maestros, menos escuelas!
JPM