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Los griegos son reincidentes
Con todo y que España hizo un cuantioso aporte de 26 mil millones de euros para el rescate de la precaria economía griega, el Primer Ministro heleno, Alexis Tsipras, tuvo el tupé de acusarla junto a Portugal, de querer boicotear ese rescate… ¿habráse visto mayor contrasentido, tergiversación y falta de respeto? ¡Que mal agradecidos y que temprano están los populistas de Syriza mostrando el refajo!
El desatino de Tsipras provocó que el portavoz del Ministerio de Finanzas de Alemania, Martin Jager, calificara como un “juego sucio” las acusaciones del Primer Ministro griego.
“Lo que ha ocurrido este fin de semana en Atenas, con comentarios respecto a España y Portugal, fue un juego sucio muy poco usual para los parámetros europeos. Esto en el Eurogrupo no se hace”, declaró el portavoz del gobierno alemán, al mismo tiempo que otorgaba un gran reconocimiento de parte de Alemania a lo logrado por España y Portugal con sus reformas de los últimos años.
Los comentarios del líder griego han generado desconfianza y ojeriza en el Eurogrupo, por este haber puesto en duda sin razón para ello, los compromisos asumidos, luego del sacrificio económico y el riesgo asumido, al disponer los europeos de la euro zona de recursos de sus economías para rescatar a uno de sus miembros del abismo económico al que se dejaron caer ellos mismos por displicencia extrema, un gasto excesivo, desorden administrativo y corrupción.
No es justo que el desbarajuste financiero y la profunda crisis económica y social creados por los propios griegos, por medio a la aplicación de políticas económicas irresponsables, en contracorriente con la norma y parámetros europeos, tengan que conjurarla los que no “tienen vela en ese entierro”.
Hay que destacar que desde 2010, el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, –la Troika– les han extendido al gobierno de Grecia alrededor de 270 mil millones de dólares, con el fin de fortalecer y rescatar su economía de la debacle. Sin embargo, a pesar de ese gran esfuerzo por ayudar a contrarrestar la problemática, no se ha podido conseguir el repunte de su economía ni aminorar el peso de la descomunal deuda.
La experiencia nos muestra, que los helenos son reincidentes en la aplicación de esas políticas económicas retrancas, que impiden el crecimiento y van dejando una estela interminable de compromisos rezagados, deudas publicas que sobrepasan los limites de lo permitido, y otras lacras generadas por años de ineficiencia y corrupción administrativa.
No obstante el Tratado de Maastricht, que concretó en 1992 la plena unión económica europea, establecer que el máximo de la deuda publica de un país miembro no debe sobrepasar un 60% de su Producto Interno Bruto (PIB), y su déficit fiscal tampoco superar un 3%, hoy la deuda griega sobrepasa el 175% de su PIB y su déficit fiscal, supera el 12,7%.
En ese mismo contexto, los analistas consideran, que parte de la culpa de los déficits y la abultada deuda de Grecia, recae en su baja cuota de recaudación impositiva comparada con los demás miembros de la euro zona; ya que los griegos, solo recaudan en impuestos un 4,7% del PIB, frente a un 8% como promedio del resto del Eurogrupo, siendo ellos los de mas tendencia a dilapidar su presupuesto.
Con ese panorama como telón de fondo y ahora con un gobierno con tintes de populismo radical, que con sus acciones erráticas pudiese incrementar los problemas; la crisis helena luce de difícil solución.
De manera que Europa va a tener que lidiar con esa pesada carga por un largo tiempo. Mientras la población griega seguirá sufriendo las devastadoras consecuencias de una situación que solo los griegos y sus dirigentes son absolutamente responsables.