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Los empleados de la UASD con el agua al cuello
Por REYNALDO AYBAR GOMEZ
Las focas son unos de los tantos animales utilizados por los circos para la realización de sus actos. Sus entrenadores (las autoridades) usan métodos abusivos para doblegar a estos animales y así dominarlos por la fuerza para que ejecuten todo tipo de bailes, saltos, piruetas, coreografías en solitario o con otros animales.
Viven una vida de dominación, confinamiento, entrenamiento violento, pero sobre todo, de miedo; La rutina es el entrenamiento mediante golpes y amedrentamiento, sirviéndose de cuerdas, collares, bozales, mangos eléctricos, látigos y ganchos metálicos, que son herramientas típicas del entrenamiento y actuación de un circo.
Uno de sus actos más populares es pegarles a la pelota con la punta de la nariz y aplaudir con mucha alegría, al mismo tiempo que están con el agua al cuello, tanto así, que a este acto le denominan el Síndrome de la Foca, pues la obligan a hacerlo tantas veces que lo hacen casi de manera natural.
En los entrenamientos ya han aprendido de parte de sus entrenadores (sus jefes) «quién es que manda», y si desobedecen una orden saben que recibirán un fuerte y doloroso castigo.
Algo muy parecido está sucediendo en la actualidad en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD: atropellos extremos al Reglamento de Carrera Administrativa, persecuciones, abusos al más alto nivel, degradaciones, eliminaciones antojadizas de compensaciones, rebaja de sueldos por no pertenecer a la gestión actual, asfixia progresiva del seguro médico (se triplican las deudas con las clínicas y los médicos), los pagos obligatorios al salario mensual no se realizan a tiempo (ahora las circulares son para avisar que no hay pago pero no se explican las gestiones que se realizan para realizarlo), y hay más calieses y chivatos en asuntos de espionajes que en la era de Trujillo.
Las actuales autoridades han llegado al extremo de nombrar decenas de policías y agentes del servicio de inteligencia del Estado, vienen y vienen servidores de otras instituciones estatales que son los “compañeritos nuevos”, incluyendo al actual jefe del Departamento de Seguridad, quien es un muy reconocido agente del Departamento Nacional de Investigaciones, DNI.
Está prohibido protestar en la UASD, hay que sufrir callado en el circo universitario, esa es la línea a rajatablas que por encima de todo deben hacer cumplir los calieses; además, a quienes vean o escuchen decir algo al respecto, deben informarlo de inmediato al alto mando para tomar las medidas represivas de lugar en contra de el o los autores.
El seguro médico lo tienen hecho un puro y solemne disparate, llegando al extremo que para brindarle servicios a un paciente universitario, a pesar de este estar al día en el pago del mismo, e independientemente de su estado de salud, debe estar autorizado por el Seguro Médico (caso Centro Médico Dominico-Cubano), implementan algunas trabas en la realización de exámenes clínicos, método que se implementa para desencantar a sus afiliados para que asuma que la ARS nuestra “no sirve”; porque el plan es seguirla desacreditando para darle paso a la privatización de la ARS UASD, acción con la cual algunos jureles, y pirañas uasdianas, obtendrán grandes y jugosos beneficios económicos.
Otra de las desgracias actuales, es que se paga más dinero de la maldita diferencia del 10%, que el costo original del procedimiento médico, llegando al extremo dichas prestadoras de servicio de salud, que si el empleado no paga a tiempo lo que le exigen, lo dejan secuestrado en dicho centro, cobrándole más de RD$2,500 pesos por cada día que pase sin pagar lo adeudado (caso Wilson Castillo Genao, Chamorro, quien a la fecha de hoy 26 de enero del 2015 aún continúa preso por supuesta deuda en la habitación No. 409 del Centro Médico UCE.
Dense una vueltecita por las cafeterías del Economato Universitario; averigüen cómo quieren enajenar los parqueos de la UASD, que ya una parte no es de la UASD y son del Ministerio de Salud Pública (nadie conoce a ciencia cierta cuál es el bendito acuerdo existente ante el reclamo que hace ese ministerio que nos pretende arrebatar lo que es nuestro hospital universitario, pero que estas autoridades no hacen ni ji para recuperarlo.
Mientras tanto, como medida de uso, las autoridades universitarias podrían analizar la posibilidad de improvisar aulas en el costoso parqueo, hasta que las autoridades nacionales acudan en ese aspecto tan prioritario en auxilio de la UASD, pero rechacemos que se le ceda un bien universitario como el Parqueo al Ministerio de Salud Pública. Parecería ser que el plan de las actuales autoridades es enajenar los bienes universitarios. Debemos recordarles que la UASD ni es del Gobierno, ni de los grupos apéndices de las actuales autoridades, que la academia es del pueblo dominicano. Exijámosle que no dispongan de los bienes que a todos pertenecen.
De aumento salarial ya ni se habla, este que era el antiguo estandarte sindical reivindicativo y laboral de algunos vocingleros, otrora opositores a ultranza, ya desapareció de sus vocabularios y de sus lánguidos y escuetos planes de lucha, pues sus luchas siempre fueron falsas, divisionistas y oportunistas, solapadas en doctrinas inmorales, solo la utilizaban como espadas del chantajes para obtener beneficios a corto plazo para ellos y su reducido círculo de rémoras.
Para ellos, sus bolsillos y sus muy allegados, al parecer, todo está bien, ya las crisis de antaño que ha sufrido y sufre la Universidad es cosa del pasado, pues han obtenido direcciones departamentales, asesorías laborales, subdirecciones, entre otros grandes cargos y puestos universitarios, los cuales les sirven de bozales, y como pago a su silencio sepulcral, por su intento de asesinato al espíritu de la lucha de los servidores. Se consideran ya, parte de la corte del reynado del Olimpo uasdiano.
Mientras exhiben orondos sus bozales, la Primada de América y sus servidores administrativos se desangran y languidecen, por falta de aplicación de sus reglamentos, y se descacara por falta de un presupuesto justo que el Gobierno debe proporcionar.
Para ellos, todo está bien, todo está resuelto, no hay ningún tipo de problema, pues están conformes con los entrenadores del circo, que han hecho bien su trabajo, infundiéndonos temor, desesperanza y sobre todo dándonos muchos latigazos; pues, su deseo es que debemos de sufrir, quedarnos callados y aguantar los atropellos como buenos animales amaestrados para la gestión de turno.
Mientras los universitarios no despertemos del letargo, la impotencia y las arbitrariedades continuaremos sumergidos en el síndrome de las focas, aplaudiendo y con el agua al cuello.