Los cangrejos en la derrota inglesa de 1655 (2)
En abono a lo dicho por el rey Felipe IV, el 28 de septiembre de 1654 el embajador español en Inglaterra informó a sus superiores, en síntesis, que: “…Va dando prisa el apresto de la armada que dicen ha de ir a tomar puertos en las Indias…el intento se encamina a la Ysla de Santo Domingo por el ansia que los ingleses han tenido de ocuparla…” (La isla de La Tortuga.P.187.Editora de Santo Domingo, 1974.Manuel A. Peña Batlle).
En el 1873 el intelectual estadounidense Samuel Hazard escribió al respecto que: “…el conocedor de la historia inglesa se puede remitir a los detalles de la desastrosa expedición de 1655 contra Santo Domingo como la historia del primer intento de Inglaterra de efectuar un desembarco permanente en suelo dominicano.” (Santo Domingo, su pasado y presente. P.65. Primera edición en español 2012.Editora Serigraf. SDB).
En una especie de réplica a su antecesor el mismo Conde de Peñalba (aún con pocas informaciones sobre el territorio que dirigía), ante la posibilidad de que los ingleses penetraran desde el refugio de la isla de La Tortuga señaló que españoles y criollos eran “muy prácticos en la tierra y en el manejo de las armas, particularmente en lanzas, que son con las que se hace la guerra en esta Isla.” (Anotaciones. Fray Cipriano de Utrera).
Lo cierto fue que un par de semanas después que miles de invasores ingleses llegaron aquí ya estaban derrotados. El 14 de mayo emprendieron su retirada hacia Jamaica.
El sorpresivo triunfo fue de unos cuantos centenares de lanceros criollos, bajo la dirección de los expertos Alonso de Carvajal, Damián del Castillo Vaca, José Gutiérrez de Meneses, Pedro Vélez Mantilla, Juan Rosado, Pallano Tinoco y Álvaro Garabito, así como de los jefes coloniales y soldados españoles.
Leyenda
Aunque tenga no poco de artificiosa, existe una leyenda tejida con relación a un ruido al parecer intimidante de miles de cangrejos chocando entre sí sus diez patas y su caparazón, mientras vagaban en la nocturnidad dentro de los humedales marinos de Nizao, Najayo y Haina.
Ese decir forma parte de la información añeja vinculada con la derrota que en el 1655 sufrió en esta tierra caribeña el imperio inglés.
Es una de esas pintorescas estampas de nuestro remoto pasado, creada 265 años antes de que al ensayista y poeta francés André Breton se le ocurriera en el 1920 crear el surrealismo, con su carga de imágenes irreales que se contraponen al racionalismo, cuya base como corriente filosófica para llegar a la verdad descansa en el poder de la razón.
Algunos escritores crearon una narrativa entorno a ese fascinante tema, que sigue llamando la atención después de haber transcurrido 369 años.
Dicho eso a pesar de que Bernardino de Meneses Bracamonte y Zapata, más conocido como el Conde de Peñalba, que era gobernador de la colonia española de Santo Domingo cuando se produjo el referido fracaso militar de los ingleses, hizo su primer informe oficial al respecto el 6 de agosto del año 1656.
Ese personaje, también presidente de la famosa Real Audiencia de Santo Domingo (primer tribunal de la España colonialista en América), ya había salido de aquí y estaba de paso en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias. En el susodicho informe sobre esos hechos no mencionó ni por asomo el sazonado tema de los cangrejos.
Pero es oportuno decir (las noticias falsas no son cosa de ahora) que un conocido recopilador de hechos de nuestro ayer cita en una de sus obras al autor británico S.A.G. Taylor, que en su libro titulado El designio occidental (The western design) se refiere a un periódico inglés que de modo inexplicable convirtió para sus lectores en “triunfo” la derrota sufrida aquí por las tropas enviadas al Caribe por el tirano Oliver Cromwell.
jpm-am
malditos los cangrejos,si fuerte cierta la historia,muy dudosa y ridícula ella por cierto.
viva la hispanidad