Lo que el viento se llevó
Todo proyecto político convertido en una exclusiva maquinaria reeleccionista sin limitación en el tiempo termina hundiendo su organización. La enseñanza es clara: las brisas de los intereses caudillistas hacen zozobrar el navío del partido. El ejemplo directo es de un matiz colorado, Balaguer construyó un poderoso trasatlántico para siempre navegar sin riesgo hacia el Palacio Nacional. En el trayecto sus oficiales enriquecidos con los recursos del erario público supieron eliminar los obstáculos, –los caídos de los 12 años-. Esos capitanes mantuvieron al caudillo reformista pegado al timón por casi un cuarto de siglo, quien para la oligarquía era su “camino sin peligro”, mientras los grupos opositores significaban para sus deseos de mantenerse pegados al presupuesto, un “salto al vacío”. Pero todo pasa, lo impensable llega a su final aunque el destino ponga resistencia porque la muerte vence, el tiempo cobra y la justicia social sabe vengarse de la inequidad de los abusadores, pues el pueblo soporta hasta un día. La historia como un cortometraje continuó. Se pensó que “al volver la vista atrás” no se notarían aquellas sendas que “nunca más se volverían a pisar”. No había dudas, con el desplazamiento del balaguerato los planes reeleccionistas eran cadáveres, cosas del pasado o cenizas de un caudillismo que “el viento se llevó”. El tiempo no es una estatua, corre. La sorpresa no tardó en mostrar su rostro, la raíz de la reelección retoñó como la yerba mala. A Hipólito se le pagó con la misma moneda, cosechó las mentiras que sembró al decir mil veces que “era un hombre de palabra y que no se iba a reelegir”. Todavía retumba el coro, “e´pa´fuera que van”. El año 2004 sentó al León por un segundo período. Cuatro años más para hacer lo que se le antojaba. Ahora podía materializar su “Nueva York Chiquito” o su otro Miami. De ese modo, al concluir este mandato bajaría el telón para que otros en el partido morado aspiraran a continuar la ruta. Sin embargo, los intereses de su anillo primaron y el continuismo troncó los sueños de Danilo Medina. Un profundo y melancólico suspiro pareció cerrar las primarias del PLD en 2007. El fondo musical hería la dignidad de cualquiera que hubiera aspirado, “solo ganamos con él”, fue el último capítulo de la obra “Leonel 2008”. Y comenzaría otra versión de la telenovela, “La eterna reelección”. Danilo había quedado animosamente deshecho y decidió exiliarse en su silencio. Aunque tuvo motivos suficientes para enrumbarse por otros mares con vientos menos contaminados, fue convencido para echar el pleito adentro. “No te impacientes, espera”. Se le repitió en forma de consejo. Con humildad dio las gracias a sus reales compañeros y apenas se limitó a decir, “El Estado me venció”. Sus lágrimas no corrieron, hubo una respiración profunda, miró el retrato de Bosch y se retiró con lentitud pero con firmes pisadas. Curados los rencores, el señor del “silencio continuado” trabajó para ser el candidato del 2012, después se pretendió cerrarle el paso, pero resultó imposible y Danilo (aunque se le puso una corona de espinas) se proclamó presidente. Entonces al sustituido rey de la selva solo le quedaba esperar el momento para otras maquinaciones y regresar al poder como si nada hubiera sucedido. En esta sociedad sin memoria él está confiado en que la historia se repite y se miente así misma una y otra vez. Se ríe desde el despacho de su fundación porque el olvido sana la llaga de mayor profundidad. Siempre los malos recuerdos son fusilados por los sicarios de la publicidad. Se atrevería a apostar a que con seis meses intensivos de bombardeos se destruyen sus puntos vulnerables. -Aquí con cuarto se olvida to´ . Me imagino esa manifestación en el Estadio Olímpico con una tarima al nivel de los recursos de quienes les apoyan. Visualizo a Rúa y a Bautista gritand ¡Levanten esas banderas compañeros, que nos vamos en primera vuelta! Mientras una masa bien pagada canta, ¡el león, el león! Al tiempo que el locutor anuncia que el acto se transmite por todos los canales del país y por más de 400 emisoras de radio. Boruga diría, “y pocas que son mis queridos matatanes”. Muchos tienen la percepción de que ya él y su maquinaria continuista andan perdidos en sus números. La realidad es un muro que sus encuestas no podrán penetrar. El campo de batalla muestra tres frentes de guerra, uno de ellos con armas políticas poderosas y efectivas estrategias de captación de militantes. Ya no se vence con palabras, los discursos quedaron atrás. Por eso Danilo prefiere actuar porque gobernar no es hablar. No creo en al azar, prefiero confiar en el trabajo, en el contacto de tú a tú. El voto a lo interno se conquista, se convence y se logra. No hay que esperar el soplo de los vientos porque en ocasiones las velas del desprestigio de algunos acompañantes frenan el impulso de las brisas y la nave se va por un lugar diferente, convirtiendo a la tripulación en parte de lo que el viento se llevó. La contienda interna despejará la incógnita de un desgaste que se aprecia a simple vista. Los que están con los dedos cruzados atentos al empuje de un aire que ya es imparcial se quedarán a la espera de lo que nunca llegará. Estuvieron confiados en sus vientos y están varados en medio del mar. Ya es tarde, no hay tiempo ni para remar a prisa. ¡Qué lejos se ven las orillas!