Ley 5 centavitos en bolsas divide neoyorquinos
NUEVA YORK.- El dominicano Melido Daza lleva tres años trabajando como empacador en el supermercado La Esperanza, en Washington Heights, y diariamente utiliza unas 600 bolsas plásticas por cada turno para que los compradores que visitan el lugar carguen sus víveres.
Muchos de los clientes le dejan algunas monedas como propina, pero teme que su tarrito podría verse afectado por una ley que pretende cobrar 5 centavos por cada bolsa plástica o de papel que los compradores usen en Nueva York.
“Yo me preocupo no solamente por mí, sino por los demás, porque aunque no lo crean para muchos de los clientes 5 centavos hacen la diferencia entre comprar y no comprar”, comentó el dominicano, quien se opone a la iniciativa que este 5 de mayo será votada en el Concejo de la ciudad.
La misma percepción tiene la también dominicana Francisca Marte, cliente habitual de las tiendas del Alto Manhattan, quien asegura que la propuesta del Concejo no tiene en cuenta a las personas de bajos recursos.
“Todo lo que hacen es para afectarnos el bolsillo, osea que no nos va a quedar otra opción que buscarle la forma y reutilizar un mismo bulto (bolsa) varias veces hasta que coja mal olor”, dijo con resignación.
Pero no todos se oponen a la medida. Jesús Matos considera que pagar 5 centavos por las bolsas tendrá un beneficio para todos.
“Este es el país de los impuestos, y ese va a ser como un impuesto más, pero lo bueno es que aquí, así cobren impuesto hasta por caminar, lo usan en proyectos y obras pa’ ayudarnos a todos y no como en nuestros países que no hacen nada”, comentó el dominicano.
Melissa Mark-Viverito, presidenta del Concejo de Nueva York, defendió la propuesta de ley y dijo que es una manera de avanzar hacia la protección del medio ambiente.
“Durante mucho tiempo, las bolsas de plástico han taponado los desagües, han llenado nuestras zonas verdes, y se han enredado en nuestros árboles. Con esta legislación, podemos dar un paso hacia una ciudad más limpia y sostenible”, dijo, al tiempo que invitó a los neoyorquinos a reutilizar las bolsas para que sus bolsillos no se vean impactados.
“La legislación que está puesta ante el Concejo (…) nos incentiva a los neoyorquinos a llevar nuestras propias bolsas – con excepciones de sentido común-, para el desarrollo económico y las realidades logísticas que enfrentan los consumidores y los minoristas”.
La líder política aclaró que el cobro adicional no incluirá las bolsas de comida comprada en restaurantes, ni las bolsas de medicinas, ni bolsas usadas por personas que tienen cupones de alimentos.
Ramón Murphy, presidente de la Asociación de Bodegueros de Estados Unidos criticó fuertemente la medida y dijo que es un golpe bajo a los más pobres.
“No apoyamos ese proyecto porque es un modelo que le pone una etiqueta a las personas más pobres, pues son nuestras comunidades las que más usan ese tipo de bolsas”, aseguró. “No es verdad que cuando uno compra carne y leche en una bolsa plástica la pueda volver a usar porque coge mal olor. Así que esa no es la manera de proteger el medio ambiente”.
Murphy incluso propuso una manera para manejar con más efectividad el tema de las bolsas plásticas.
“Si de verdad la preocupación es el medio ambiente, lo que propongo es que creen sitios donde la gente lleve las bolsas plásticas y las redima por dinero, como pasa con las botellas y las latas. Que les den 5 centavos por cada bolsa. Eso sí haría una diferencia”.
Por su parte, la oficina del alcalde Bill de Blasio aseguró que apoya plenamente la iniciativa del Concejo y espera que este jueves sea aprobada.
“Con el plan OneNYC, el alcalde de Blasio se ha comprometido a enviar cero residuos a los vertederos para el año 2030, incluyendo la reducción del uso de bolsas plásticas y otras basuras no biodegradables. La propuesta del Concejo tiene gran mérito, y esperamos seguir trabajando con ellos hacia este objetivo vital”.
Y mientras se determina el futuro de la propuesta, Niki Peralta, quien trabaja como cajera de un supermercado en Manhattan, vaticinó lo que pasará con la ley.
“Al principio la gente va a gritar, pero después se va a acostumbrar y les va a tocar cuidar más las fundas o dar los 5 centavitos con dolor”.
Fuente: EL DIARIO
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