Leonel Fernández y la reelección
Decía Mario Edelman, que el hombre nace para cumplir con su deber y luego morir. Que tener presente esto último, hace más fácil lo primero.
En la consulta popular del 2009, que el propio Leonel Fernández promovió por todo el país, para luego legitimar lo que posteriormente hizo, dos personas que participaron en la misma, y que fueron protagonistas, me han asegurado, ya que tuvieron acceso a los resultados finales (pero no publicados),que alrededor del 70% de los consultados, es decir,7 de cada 10 personas que votaron, lo hicieron dejando saber que preferían que se quedara intacto el modelo norteamericano de dos períodos y nunca jamás.
El problema con cumplir con la voluntad de ese casi 70% de los consultados, es que ello implicaba dejar en la jubilación tanto a Leonel Fernández como a Hipólito Mejía, razón por la que extrañamente el primero optó por un pacto con Miguel Vargas Maldonado, por medio del cual éste se comprometía a no intentar modificar la Constitución para un tercer período consecutivo al final de su tercer mandato (2008-2012), sino rehabilitarse en la Constitución del 2010, y así poder regresar en el 2016.
Leonel Fernández no solo se benefició de su propio pacto (De las corbatas azules), el cual le permitió tanto a él como a Hipólito Mejía abandonar su jubilación dispuesta en la Constitución del 2002, sino lo que es peor, le cerraba ese pacto la posibilidad al que resultara ganador en las elecciones del 2012, de optar por un segundo período consecutivo, y así él regresaba sin ningún obstáculo a la contienda electoral del 2016.
Es claro que todo lo anterior probablemente no lo entiendan los más de 1.3 millones de personas que actualmente tiene el Gobierno de su partido capturadas en el programa de Solidaridad, ni aquellos que son rentados para participar en todas esas marchas organizadas por los partidos tradicionales, a cambio de un Pica Pollo y de 500 pesos que muchas de las veces los organizadores terminan negándose a cumplir, lo que no quiere decir, que nosotros, el resto de los ciudadanos, estemos en la misma condición de los dos grupos anteriormente mencionados.
Y yo pregunto: ¿Se imaginan ustedes si el Sr. Leonel Fernández (contrario a lo que finalmente hizo), no hubiese pactado su propia rehabilitación con Miguel Vargas Maldonado en el 2009 (Pacto de las Corbatas Azules), y en vez de auto habilitarse y así poder optar nuevamente por la Presidencia en el 2016, se hubiese mantenido dentro de su jubilación? ¿Qué dimensión tuviera su figura hoy? ¿No le tendría la historia un lugar reservado?
Contrario a lo anterior, optó por negociar un pacto con el Sr. Vargas Maldonado, por medio del cual, tanto él como el Sr. Hipólito Mejía abandonaban su jubilación, a cambio de eliminar la reelección consecutiva por un período de por medio, ya que esa era una posición histórica e innegociable del otrora PRD (que siempre se opuso a ella).
Fiado que su retorno era un hecho en el 2016, se encontró con el escollo de un Presidente electo en el 2012 de su propio partido (Danilo Medina), que gozaba de una alta tasa de valoración (al menos eso decían las firmas encuestadoras tanto nacionales como internacionales), y por lo tanto, era de esperarse que intentara (como al efecto lo hizo), un segundo mandato consecutivo a partir de una reforma al artículo 124 de la Constitución.
Su resistencia fue efímera, pues tal como éste había vencido al Sr. Danilo Medina en las primarias internas del 2007 del PLD, enfrentarlo en esta ocasión le acarrearía una innecesaria derrota, por lo que tempranamente declinó, y tuvo que acogerse a lo que decidió el nuevo grupo hegemónico de ese partido, el mismo que sustituyó al suyo durante el período 2012-2016. ¡Quién lo diría!
El 2019 reedita la misma lucha del 2015 entre el Sr. Fernández y Medina (la lucha por el Poder), con la diferencia que esta vez, el Sr. Leonel Fernández no está dispuesto morir políticamente, no por la edad (tiene 66 años), sino porque como es natural, el ciclo de vida útil tanto de su adversario como la de él mismo, ya está arribando a su final, ya que una tercera ola de nuevos liderazgos dentro del PLD, están presionando para ocupar sus espacios naturales, y recibir su merecida oportunidad.
Lo cierto es que Leonel Fernández con tres períodos presidenciales, aún persiste en volver a la Presidencia de la República (nadie sabe dónde fue a parar su defensa los dos únicos períodos y nunca jamás), mientras que el Sr. Danilo Medina, que ya está en su segundo período presidencial, al parecer no tiene la intención que ese regreso llegue a concretizarse a favor de su adversario, y muy a pesar que en el 2015 juró ante Dios, los dominicanos y sus propios compañeros de partido (mas un documento firmado con 15 puntos), que ese sería su último mandato (2016-2020), los aprestos reeleccionistas están a la orden del día.
A diferencia del boxeo (y algunos otros deportes), en donde el empate es una posibilidad, en este match Leonel-Danilo parece que no lo habrá, y por lo tanto, como ambos contendores están muy conscientes que el perdedor se juega su jubilación política, ambos recurrirán a todas las armas que estén a su alcance para evitar la derrota y su jubilación política.