Leo, ¿y los dos millones de firmas?
Recientemente han concluido las primarias de los dos grandes partidos políticos dominicanos. En el PRM los perdedores felicitaron a los ganadores, pero en el PLD el asunto “pica y se extiende”.
El expresidente insiste en que le cometieron fraude y lo argumenta de varias maneras: no se cotejaron los votos electrónicos con los físicos, instalaron un algoritmo en el software, los equipos electrónicos no fueron auditados, las encuestas lo daban ganador, en las emisiones de la Junta Central hay mayor cantidad de votos que de votantes, las compras de cédulas…
Vámonos por parte.
Ahora te interesa la auditoría a los equipos electrónicos, Leo, pero no cuando tu amigo Roberto los compró a un precio exorbitante, con la condición de desechables y todavía estamos pagando un dineral por su almacenamiento. Por otro lado, Leo, auditoría necesitaban los Tucano, las obras de Odebrecht, la nominilla, el PEME, el Metro… Y no las solicitaste. A propósito, ¿dónde está Diandi? Después que Alicia habló con él, no lo he vuelto a ver en el País de las Maravillas.
Ahora te llamó la atención que se transmitieran los resultados electrónicos, sin el cotejo con las actas físicas (ya había mesas abiertas todavía); sin embargo, no dijiste una palabra cuando ocurrió lo mismo en las elecciones pasadas entre Dani y Luis. Tampoco opinaste cuando viste el video de tu amigo, el próximo exsenador de Mao, quien se mostró agresivo (“Me buscan las actas, coño, viejo el diablo, ratrero”) reclamando la entrega de las actas, de la Junta, a él. Al parecer, Leo, ustedes tienen problemas con los documentos físicos: como que va en la sangre.
Ahora te llama la atención que haya más votos que votantes, pero no dijiste una palabra cuando Félix, en las elecciones pasadas, obtuvo un cuarto de millón de votos, a pesar de que los inscritos en el padrón eran menos de cien mil e, incluso, el censo de 2010 indicaba que la población total de San Juan no superaba los doscientos mil. Sorprendentemente eso no lo consideraste una irregularidad. La Junta dijo que fue un “desliz” y así fue: tu amigo se “deslizó”. A propósito, el nombre Félix me trae recuerdos de mi niñez porque había unos dibujos animados…
Leo, mira lo que escribió tu amigo fallecido César, sobre los reclamos externados (similares a los tuyos) por Esquea cuando lo de Hipólito: “A la JCE sí sabemos a lo que iba: a vomitar quejas. En cada visita llevaba la boca llena de denuncias. Cada vez una denuncia nueva. Y cada vez una nueva mentira. Y un nuevo invento. El propósito de Esquea era ir allí a sembrar dudas sobre el proceso. Se dedicó con el mayor ahínco a tratar de empañar el veredicto. Comenzó por el proceso mismo: No han abierto todos los colegios electorales. Hay gente del gobierno comprando cédulas. Etcétera, etcétera, etcétera. Él parece desconocer la regla que dice que no importa si una estupidez se dice cincuenta veces, sigue siendo una estupidez”. Así escribió tu amigo César. Cualquiera estaría tentado a pensar que eso fue escrito ayer.
Finalmente, Leo, hay dos aspectos que llaman poderosamente mi atención. El primero de ellos es que en esta campaña te he visto repitiendo ideas de otras personas. Por ejemplo: “El Estado se impuso”. Esa expresión es de Dani. ¿Por qué la repites tú? Y otra es: “La fuerza del pueblo”.
Me parece que esa arenga tampoco es tuya. ¿Se te acabaron las frases propias, Leo? Lo segundo es que obtuviste un poco más de ochocientos mil votos. Espera un momento: Leo, ¿dónde están los dos millones de firmas? No me digas que se te perdió el cuaderno.
JPM