Las vicisitudes en SD de Sacha Volman
En un reporte confidencial al Departamento de Estado, fechado 27 de junio de 1973, el embajador americano en Santo Domingo, Francis E. Meloy Junior, daba cuenta de una “extensa discusión” sostenida con el presidente Balaguer, en relación al extrañamiento del controversial ciudadano americano de origen rumano Sacha Volman. Reclamando ante el mandatario el levantamiento del impedimento de entrada que pesaba sobre él. Al momento de su deportación, Volman laboraba en la minera Falconbridge, en Bonao, como asesor laboral y en cooperativas (Coofalcondo).
Con presencia gravitante en el país desde el inicio de la transición en junio del 61 tras la liquidación de Trujillo, Volman negoció con Balaguer la llegada de la avanzada del PRD encabezada por Miolán, Silfa y Castillo, cuya organización nacional ayudó a estructurar. Bajo Bosch desempeñó un rol de primer orden en apoyo al experimento de reformas democráticas, tanto en entrenamientos de cuadros políticos, campesinos y sindicales –incluyendo los legisladores electos el 20 D del 62-, como en la operación de una oficina técnica de planeamiento integrada por expertos internacionales. Fungiría como enlace entre el presidente y el embajador Martin.
Antes, junto a José Figueres, ensambló en Costa Rica el Instituto de Formación Política, destinado a educar a jóvenes líderes de la región. En adición, lanzó un vigoroso plan de publicaciones de manuales de educación política, económica y sociológica, junto a la revista Panoramas dirigida por Víctor Alba, que nucleó prestigiosas firmas. En esa etapa lo conocí, asistido por el joven cubano Roberto Fernández, en compañía de mi condiscípulo de secundaria Pedro Julio Santiago.
Tras el golpe de Estado del 63 Sacha fue deportado acusado de “comunista”. En el exilio, acompañó a Bosch en los esfuerzos por convencer a Washington que rectificara su política conservadora hacia el nuestro y otros países de la región. En el 65 se reactivaría durante la revuelta armada, la guerra civil, la intervención norteamericana y las negociaciones que sellaron el conflicto. Para las elecciones del 66 estuvo al lado de Bosch y contribuyó –en una operación ejecutada con Roberto Fernández- a la relocalización de militares constitucionalistas en Puerto Rico y Nueva York, con la facilitación de visado, alojamiento y empleo. A principios del 67 ascendimos juntos las escalinatas del Palacio Nacional. El visitaría al coronel Nivar Seijas y yo al pariente Alfredo Mere Márquez. Luego coincidiríamos en múltiples ocasiones.
MELOY
Por su parte Meloy, un diplomático de carrera nacido en Washington, resaltaba entre quienes lo trataron por su perfil afable y profesional. Durante la II Guerra Mundial sirvió en la Marina por cuatro años en inteligencia naval como oficial. Estuvo en el país entre julio del 69 y agosto del 73, tocándole lidiar con la primera reelección de Balaguer, el secuestro del coronel Crowley, el cerco a los Palmeros, la crisis de Caracoles, el asesinato de García Castro, la clandestinidad de Bosch. Pasó a Guatemala en iguales funciones entre 1974-76. A sólo semanas de arribar a Beirut como embajador, fue asesinado el 16 de junio de 1976, secuestrado por un comando en ruta a presentar credenciales al presidente cristiano Elías Sarkis.
El cable de Meloy decía: “En una llamada al Presidente Balaguer la mañana del martes 26 de junio sobre otros asuntos surgió el de la expulsión de Sacha Volman de la República Dominicana. Hemos tenido una extensa discusión. El Presidente repitió la información que había dado a mi DCM (Deputy Chief of Mission). Respondí que no estaba convencido de que Volman había estado participando en actividad política, primero porque Volman me había asegurado que no estaba políticamente activo y segundo porque Volman sabía que su trabajo dependía de la abstención de actos políticos. El Presidente dijo que instruiría al Director de Inmigración para remover el impedimento de entrada de Volman a la República Dominicana y para que le informara a Volman que puede regresar cuando él desee previniéndolo para que un oficial de la embajada le advierta que deberá abstenerse de participar en política de cualquier manera. Le dije que lo haría.”
El 18 de abril del 73 Meloy había reportado al State sobre Volman, relacionándolo con el asilo del guerrillero Claudio Caamaño en la embajada de México. “Según la prensa de la tarde del 17 de abril, Claudio Caamaño Grullón, primo de Francisco Caamaño y último (aunque el guerrillero urbano Carlos Toribio Peña Jaquez permanece en circulación presumiblemente en Santo Domingo) de la banda guerrilla que invadió la República Dominicana el 2 de febrero, se refugió en la Embajada mexicana a las 10:00 am abril 17. Los reportes de prensa confirmaron una conversación anterior el mismo día entre un EMBOFF (oficial de la embajada) y Sacha Volman en la que Volman rechazó que Caamaño hubiese llegado a Santo Domingo en la tarde del 16 de abril e inmediatamente contactó a un reportero amigo de un periódico que lo puso en contacto con el Arzobispo coadjutor Hugo Polanco Brito que a su vez hizo los arreglos para que Caamaño entrara en la Embajada mexicana.”
“A pesar de lo vago de los detalles, Volman implicaba que había hablado con Caamaño y que este último había expresado su voluntad de aceptar exilio solamente en Cuba, «el único país donde el gobierno (gobierno de la República Dominicana) no puede matarme». Volman, quien es un partidario de largo tiempo del PRD, añadió con obvia satisfacción que Caamaño había negado cualquier complicidad del PRD en la invasión.”
El 29 de abril Meloy informó al Departamento de Estado que “el jefe de Inmigración invitó a Volman a acompañarlo a su oficina en el Aeropuerto de Las Américas. A las 9:15 am, Volman otra vez telefoneó a un oficial de la embajada e indicó a) que él había sido «deportado no oficialmente», b) que no hubo ningún reporte ningún cargo o alegaciones que se hicieran contra él, y c) que se le permitiría volver a la RD «al finalizar una investigación». Confirmó los puntos anteriores oralmente al tiempo que los hizo con el general Oliva García que no indicó, entonces, la naturaleza de la investigación ni el tiempo que tomaría. La prensa de la tarde del 28 de abril dio cobertura prominente y sensacional en la primera página a la expulsión de Volman.”
El embajador Meloy comentó: “las circunstancias que rodean la acción del GORD (Gobierno Dominicano) y su oportunidad no están todavía claras. Los contactos normales del GORD a la fecha no han estado disponibles a la embajada para comentarios o explicaciones. La embajada, sin embargo, ha sido informada oficiosamente por un oficial de alto rango del GORD que Volman se había relacionado con una conspiración antibalaguerista con los jóvenes perredistas, jóvenes reformistas y elementos dentro de las Fuerzas Armadas. La embajada no puede confirmar la veracidad de esta versión que suena, sin embargo, altamente implausible. Es posible que la expulsión de Volman esté de alguna manera vinculada a las instrucciones del Presidente Balaguer del 27 de abril al Secretario de las Fuerzas Armadas y al Jefe de la Policía Nacional para ofrecer al amigo personal de Volman, Juan Bosch, ‘todas las garantías y protección personal… Para facilitar el ejercicio legítimo de todos sus derechos políticos y civiles’, una acción que tuvo una amplia publicidad de prensa en la mañana del 28 de abril.”
“Cual fuere el motivo de la expulsión de Volman, es claro que hay muchos sectores dentro del GORD, incluyendo los militares, que están preocupados y molestos con su continuada participación personal profunda en materia política doméstica, y particularmente por su cercana asociación con el PRD, la familia Caamaño y otros más a la izquierda. Si su expulsión es a largo plazo o solo temporal como una forma de acoso resulta imprevisible.”
Volman retornaría a su puesto en Falcondo. Laboraría también para el Central Romana. Para Guzmán como asesor en cooperativas y Peña Gómez en la sindicatura del DN, a cuyos proyectos estaría asociado. Fallecería en 2001 a los 78. En su cama dominicana.
JPM