Las tormentas no solo dejan tormentos
La palabra huracán es de origen taíno, los nativos de la isla Española llamaron“huracán” a un “centro de viento”: hura-viento. Can –
El primer huracán registrado en la isla, después del descubrimiento, data del 2 de julio de 1502, que obligó a Cristóbal Colón en su Cuarto Viaje a refugiarse en el puerto de Azua, pudiendo sobrevivir milagrosamente.
Esta buena suerte del Almirante no la tuvieron el gobernador de la colonia Francisco Bobadilla ni Francisco Roldán, quienes perdieron la vida cuando las naves en que viajaban hacia España fueron hundidas por los vientos de tormenta.
Como consecuencia del huracán, la recién construida ciudad de Santo Domingo resultó destruida y el nuevo gobernador Nicolás de Ovando la trasladó a la margen oeste del río Ozama, donde está localizada desde entonces. Es decir, que un huracán es el principal responsable de la ubicación de nuestra ciudad capital.
En el país, numerosos huracanes han causado daños durante cinco siglos de historia. Los más recordados son: el ciclón San Zenón en 1930 y huracán David en 1979. Ambos destruyeron pueblos, casas, ocasionaron daños a la flora y a la fauna y causaron miles de muertos.
EFECTOS POSITIVOS DE LOS HURACANES
Pero, ¿solo son tormentos los efectos de las tormentas? Hoy existen otras interpretaciones, puesto que ya se aprecia la parte positiva de los huracanes. Muchas veces los afectados por las tormentas les echan la culpa a su mala suerte. Pero la pura verdad es que, todos les debemos nuestra vida al proceso que ha producido la tormenta. La Tierra como planeta es un super sistema gigante, los satélites hacen un retrato digital único del globo en acción. Muestran la interacción del sol, los océanos y el aire.
Un huracán se comporta como una válvula de escape cuando las aguas del mar se calientan demasiado. Ayuda a equilibrar el clima, redistribuyendo el calor alrededor del planeta. Las regiones tropicales requieren del enfriamiento de un huracán para liberar calor. Si los trópicos no pueden enfriarse se sobrecalientan. El calor excesivo también cambia el clima en las regiones polares. Es evidente que los huracanes ayudan a controlar las altas temperaturas del planeta.
OTROS BENEFICIOS DE LOS HURACANES
Las lluvias y el viento que llevan consigo los huracanes pueden ser útiles para el ecosistema, tanto al interior de las aguas del mar como en las costas y otras áreas terrestres. Las especies marinas disfrutan de nuevos nutrientes producto de los remolinos. Los arrecifes son limpiados y reconstruidos.
Los agricultores en zonas de sequía reciben las aguas con entusiasmo. Los huracanes igualmente contribuyen a la renovación de la vegetación, el viento puede actuar en áreas de gran densidad forestal, ayudando a la reforma del bosque. Los árboles enfermos y débiles se caen, haciendo más rápido la regeneración de las plantas.
Como dice un documental de National Geographic: “Todo el dinamismo de los huracanes demuestra que así es la Tierra como organismo eficiente y vivo. Así es como las fuerzas de la naturaleza se relacionan de forma extraordinaria.
Un huracán tan solo es una diminuta pincelada dentro de un cuadro mucho más grande. Nuestra nueva tecnología, nuestros ojos en el espacio revelan como todo está interconectado a escala planetaria. Son estas conexiones ocultas las que en última instancia mantienen la vida».
JPM