Las primarias: solo el tiempo dirá…
Hay que bajar y congelar las tensiones relacionadas con las primarias. La sangre no debe llegar al río. Todo debe quedar en un torneo cívico donde gane el que tenga mayoría. No se deben dar maniobras fraudulentas, ni obstaculizar el derecho al voto de los que deseen participar.
Con la modalidad de primarias abiertas, el pueblo debe saber que es una lucha entre militantes y simpatizantes del Partido de la Liberación Dominicana. Allí puede votar el que desee, nadie está obligado a hacerlo.
En el caso del Partido Revolucionario Moderno las primarias son internas y únicamente tendrán participación los que figuren en el padrón de ese sector político. Los ganadores serán los candidatos de estas formaciones con miras a las elecciones presidenciales del año venidero.
Es una constante en la vida política nacional, la división y el fraccionamiento, cuando se trata de conseguir posiciones de mando, sobre todo la presidencia de la república. No hay uno solo de los grandes partidos que ha tenido el país que se haya salvado de la división.
Ahora ronda el fantasma del fraccionamiento en el PLD, mientras que en el PRM hay una cortesía por lo menos de foto, aunque también hay una pugna abierta. Toca al electorado tomar las decisiones con su voto, que debe ser libre y sin presiones.
A pesar de los fraccionamientos, el liderazgo político de esos partidos que van a las primarias, debe levantar un mensaje de moderación, de paz, de que no se insufle la violencia que pueda generar hechos dolorosos para toda la comunidad.
Solo el tiempo dirá, en la etapa final de las primarias, si se impondrá la sensatez, y la violencia se dejará a un lado. No se olvide que también hay mucha pasión en la etapa de escoger a los senadores, diputados, alcaldes y regidores.
La Junta Central Electoral ha echado sobre sus hombros lo relativo a la organización y credibilidad de este evento. Nunca me gustó que la JCE se involucrara en esta primaria, evento lleno de pasiones y donde ronda la descalificación.
La misión central de la Junta es preparar las venideras elecciones congresuales, municipales y generales. Las primarias son una atribución de los partidos, y los jueces electorales meterse de lleno en esa brega, les traerá problemas.
Las polémicas que tienen lugar en torno al conteo manual, a la seguridad del sistema electrónico, y la logística con auxiliares de la Junta, indica que este organismo tendrá que tener un temple de acero para poder salir airoso de esta prueba.
No era necesario poner en juego la credibilidad de la Junta en primarias internas partidistas. Que cada partido siguiera el dictado de su conciencia y sus conductas. Si fracasan sus primarias, será un retroceso de los partidos, pero si la Junta se cae ahora, se pone en peligro la celebración de las venideras elecciones. No vale la pena el riesgo.
JPM