Las nuevas generaciones
¡Cómo cambian los tiempos! Y es que como dicen algunos lo único que no cambia es que todo cambia. Cada época viene con su generación propia, que es la que domina la lógica y el deambular de la sociedad. . En el caso de nuestro país es indiscutible que las generaciones se pueden dividir entre vieja escuela y nueva escuela. Se habla de Generación Y, la cual es entendida como el grupo de personas nacidas entre los años 1982 y 1994, esa generación Y es a la que pertenecen los jóvenes de hoy día. Por otro lado está la llamada generación X, que es la que aglutina la vieja escuela de la vida. Pero cuántas diferencias de contextos y espacios son los existentes entre estas dos generaciones, las cuales se han juntado en este tiempo y que por momentos parecería como si la vieja generación estuviera compuesta por chambones, dejándose ver una la visión contrapuesta de las cosas. Y es que por instantes las diferencias entre generaciones lucen abismales en casi todos los aspectos de la vida. La antigua generación X se distinguía por un grupismo sin reservas, mientras que la Y hace gala de un individualismo enfermizo. Mientras la vieja en que creció la generación X hacía énfasis en los valores y aspiraciones de la clase media, la prole de la Y da síntomas de que solo le interesa el dinero, que es el norte de su vida. La categoría futuro era muy importante en la generación X o de la edad de los “tá”, empero los mozalbetes actualmente de la Y consideran al ayer historia, al mañana un misterio, y al presente un regalo. Quizás por alguien pertenecer a un determinado grupo defienda a capa y espada esos principios. La Fábula El León Vencido por el Hombre, del reconocido escritor español Félix María Samaniego, nos enrostra en la cara que indiscutiblemente todo es según el color del cristal con que se mira cuando el vate dice: “Cierto artífice pintó/ una lucha, en que, valiente/ un hombre tan solamente a un horrible León venció. / Otro león, que el cuadro vio, / sin preguntar por su autor, / en tono despreciador dij / Bien se deja ver/que es pintar como querer, / y no fue el león el pintor. / El poema de Samaniego cae como anillo al dedo si tomamos en cuenta que cada generación genera sus propias perspectivas, y de ahí que los escenarios en los que crecieron ambas etapas de la vida varíen considerablemente. La tecnología de estos tiempos incentiva un individualismo a ultranza. De ahí la variación de cada peldaño de la vida. Por ejemplo, en nuestra época los lugares para hacer amistad o conseguir un amor eran sitios en donde interactuaban grupos. En el estadio de desarrollo del mundo actual el teléfono celular le sirve a la gente para conocerse y hasta inician una relación amorosa, a veces sin nunca haberse visto. Durante los añejos tiempos pasados la gente aspiraba a una revolución económica y social, sin embargo, en este período las generaciones presentes tienen en práctica una revolución horizontal en la que ellos como entes individuales están empoderados. La generación de antes se deleitaba en discusiones bizantinas con la participación del conglomerado a su alrededor. Mas, en estos tiempos la gente se sumerge en su teléfono celular y haciéndose de paripé, por medio del whatsapp, skype, Tango, Facebook, twitter, etc. (llamada en inglés los screen-agers), se llevan las conversaciones más amenas y fructíferas logrando una cálida interacción social. ¡Cómo ha cambiado la vida social! Muchos años atrás era de gozo total para algunos la llamada “lata”, que era una molestia que se le ocasionaba a una persona mediante los antiguos teléfonos negros de discos de cinco dígitos. Para esta época ni pensarlo que algo así puede ser posible, pues con los caller ID ya se sabe a ciencia cierta de dónde se originó la llamada. Quién de la generación X no extraña las populares giras en guaguas a algún centro de recreación. Ahora la juventud cuenta con su propio vehículo para ir a la playa a la hora que le plazca. Mientras en algunos casos el amor de la generación X se expresaba por medio de una carta hecha en hojas de papel (papel extraído de un árbol, lo que contribuía a la deforestación del planeta), o a veces por medio de una serenata llevada al pie de la ventana de la amada, la juventud de ahora si ha de enviar música la baja de alguna página de internet y se la envía a su e mail o a su whatsapp. Las fiestas de quince años que en el caso de las familias ricas eran anunciadas a páginas completas en los periódicos, lo que era sinónimo de alcurnia y poder, en estos tiempos esas mismas fiestas son una pieza de museo que nadie se atreve a organizar para no ser la mofa de la gente. Y qué decir del “hacer esquina”, que era la acción de pararse como un imbécil enfrente de la chica amada por varias horas, en estos tiempos esas “esquinas” lo que traerían como consecuencia fuera la cárcel o quizás la muerte. Pero no pensemos que porque aquello ya no existe y se quedó en el olvido los jóvenes de la generación joven actual no aman intensamente. Las juventudes de hoy aun aman igual o con más intensidad que antes. Después de todo, la vida es la misma pero en diferentes épocas. Por eso, no sobra aquí la frase de un tal William Shakespeare (que a decir de algunos no fue el autor de esas obras), cuando dijo que la vida, “es un cuento lleno de ruido y furia, contado por un idiota”.