Las albricias fallidas de un sociólogo

El eminente médico y escritor español Gregorio Marañón, dijo una vez: «Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones». Definitamente, una gran verdad que a diario, los que de una u otra forma opinamos en los medios masivos de comunicación, podemos observar.
 
   Con este humilde aporte, quiero referirme a un artículo escrito por el conocido sociólogo dominicano  Pancracio Melvin  Alexander Mañón Rossi, el cual  fue publicado por este medio digital de Almomento.net en fecha 22 de diciembre 2014 bajo el epígrafe: «Por fin…buenas noticias», mediante el cual, el sociólogo Mañón relata una serie de noticias que lo llenaron de júbilo porque se adaptaban a la estirpe de sus deseos y pretensiones políticas e ideológicas y  obviamente, quiso compartirlas con los lectores,  al mismo tiempo que creaba opinión para sus causas  políticas e ideológicas antisemita.
 
   En su exponencia en el referido artículo, el Sr. Melvin Mañón, cual si fuera un profeso pitoniso o la figura encarnada del  «Oráculo de Delfos» o del propio «Nostradamus», hizo una serie de consideraciones futuristas, específicamente sobre el Estado de Israel y los aprestos electorales que se aproximaban en la tierra de Los Hijos de la Estrella de David, los cuales desembocarían en el desplazamiento del poder del Partido Likud y de su máximo líder, Benjamín (Bibi)  Netanyahu. En dicho artículo a que he querido hacer referencia, el Sr. Melvin Mañón escribió lo siguiente: (cito textualmente): Ver artículo en el link
 
   «Otra noticia buena, como si el mundo de repente cambiara de golpe para girar en la dirección opuesta, nos llega en un artículo de Uri Avnery dando cuenta de la bancarrota de Netanyahu en Israel, la quiebra de Likud, el ostracismo de una derecha ensangrentada y deslegitimizada por sus crímenes y por sus  aberraciones y la emergencia en Israel de  nuevas fuerzas que en el litoral de laborismo rescatan la tradición izquierdista y algunos de los valores que sirvieron a la fundación del estado de Israel. Hartos de Netanyahu, de sus crímenes y del descrédito en que ha caído Israel, una parte importante de la población y de la sociedad política israelí avergonzada de los crímenes y de los abusos cometidos en su nombre reacciona. Que bien que así haya sido y cuantas esperanzas de que avances esas fuerzas y con ellas el respeto a los derechos del pueblo palestino, los dos estados, el regreso de Israel a las fronteras de 1967 y el regreso de los expulsados. Que bien que estas cosas empiecen a suceder ahora justo cuando la Unión Europea conoce del posible reconocimiento unilateral del estado palestino y cuando el 2do. Tribunal de la misma decide desautorizar la designación de Hamas como una organización terrorista razonando que dicha designación se hizo en base a recortes de prensa y de internet no producto de investigaciones , evaluaciones y procedimientos adecuados de investigación científica.
 
   Y continúa diciendo el Sr. Melvin Mañón: «Diantre, parece mucho y demasiado bueno para un solo día pero mis lectores no tienen idea de hasta que punto disfruto ser difusor de buenas noticias sin desmedro de denunciar todas las malas como habitualmente hago» (cierro la cita textual).
 
   Bueno, yo también quiero compartir las buenas noticias y las que realmente sucedieron, no las que idealizaron el traidor Uri Avnery y su «difusor alegre» el sociólogo  Pancracio Melvin Alexander Manón Rossi en la Rep. Dominicana. 
 
  Es obvio que tanto Avnery como Mañón y los amables lectores que nos dispensan el honor de leer nuestras opiniones, sabrán que Benjamín -Bibi- Netanyahu ganó de manera contunde las recientes elecciones celebradas en Israel y que su victoria lo ha convertido en el político más votado y   querido por parte del pueblo israelí, superando con este triunfo al fundador del Estado Judío David Ben Gurión y eso es mucho decir. Esas buenas noticias usted no las leerá por parte del sociológo Mañón, pues para él ellas son  un trago de cicuta y no le produce las alegrías que le causaron las falsas, inexactas  y distorsionadoras opiniones del traidor Uri Avnery.
 
Quién es Uri Avnery ?
 
   Este personaje que causa tanta «admiración» en el sociólogo Mañón, es considerado por la gran población judía un verdadero y cínico traidor a la causa judía, no obstante haber formado parte del Knéset.   Admiraba tanto a Yasser Arafat, el terrorista histórico de los palestino en contra de Israel, que en el mes de septiembre del 2003 y ante una embestida del inmenso Ariel Sharon para acabar contra Araft y varios terroristas reunidos, el inefable Uri Avnery se ofreció como «escudo humano» para evitar la acción  militar de Sharon en la sede del gobierno palestino conocida como «Ramallah». 
 
   Avneri fue tan descarado y cínico, que calificó al criminal Yasser Arafat como «El emblema del movimiento pacifista palestino», siendo este un terrorita sin escrúpulos que tenía en su conciencia  el haber dispuesto de las vidas de muchos seres inocentes por el odio  que siempre albergó en su corazón en contra de la nación judía. Lo irónico de Uri Avnery, es que no nació en Israel sino en  Beckum, Alemania, siendo su verdadero nombre  Helmut  Ostermann. El mismo ha admitido públicamente,  que fue un terrorista en su juventud y, posteriormente,  se destacó como un ferviente admirador del nazismo. Aquí se aplica el refrán que dice» Perro huevero, aunque le quemen el hocico, sigue comiendo huevos».
 
   Uri Avenry, el hombre que tanta admiración causa entre las personas que siente un odio profundo hacia el aguerrido pueblo de Israel – como es el caso del sociólogo Pancracio Alexander Melvin Mañón Rossi-, estilaba en sus escrito usar el término «La sangre hebrea», algo muy similar a lo que hacía  Adolfo Hitler Polzl  cuando se refería a sus conciudadanos como «La sangre aria alemana».
 
  Los Uri Avnery en el mundo:
 
 
   Algunas naciones  en el mundo actual,  sufren hoy en día  de  lo que yo llamaría una ingratitud política e ideológica hacia la patria, cuyo accionar está carcomido por la falta de escrúpulos y de ética del pensamiento  de ciertos personajes que encarnan el poder, se  destacan en alguna disciplina  o que hacen de opinión mediática. Son la encarnación  del judío pro-nazis Uri Avnery. Para  muestra veamos algunos botones:
 
   Los Estados Unidos están representados en esta innoble causa política  y   conducta de ingratitud hacia la madre patria  por : los  Avram Noam Chomsky,  los William Oliver Stone, los Sean Justin Penn y claro,  no podíamo dejar de mencionar al degenerado y homosexual Dennis Keith Rodman, que tanto admira al dictador coreano Kim Jong-II, un acérrimo enemigo norteamericano.
 
   Ernesto Guevara de la Serna (El Che),  nació en Rosario, Argentina y sin embargo, su «lucha política» jamás la desarrolló en la tierra de Domingo Faustino Sarmiento, sino que en su  «causa» se entregó en cuerpo y alma por una nación ajena a la suya, como lo fue Cuba.  Y en una simbiosis siniestra y proteva, un cubano de nombre Fidel Hipólito Alejandro Castro Ruz, permitió que un argentino fusilara a cientos de sus compatriotas y hermanos de la patria.
 
   La Rep. Dominicana no podía quedarse atrás con su lista de ingratos y traidores a la institucionalidad, a los valores patrio y hacia la tierra que los vio nacer. Aquí están los Juan Bolívar Díaz, los Huchi Lora, los Marino Zapete y los Miguel Espaillat Grullón.
 
   La  República del Perú,  la patria amada del Gran Almirante  Miguel Grau Seminario, tuvo también la ingratitud y la traición de uno de sus vástagos, en la persona del ex-oficial peruano Víctor Ariza Mendoza, el cual fue condeando a 15 años de prisión por haber pasado informes militares secretos a Chile a cambio de US$3,000 dólares mensuales, con los cuales mantenía a su familia y a dos amantes.
 
   Pero, en los casos ya señalados, no podía dejar de mecionar el más patético e increíble de todos y que, paradógicamente, recibe el respaldo de todos estos hijos ingratos con la madre patria real o adpotiva. Es el caso de Venezuela.  Uno de sus hijos, Hugo Rafael Chávez Frías desde el poder hizo lo indecible para postrar a su país hacia la administración castrista.  Su plan del traidor mayor funcionó a la perfección. Ya en el ocaso de su existencia, pide a su  militancia apoyar a un tipo que era un guaguero y que para colmos, había nacido en Cúcuta,  Colombia y de plano llega a convertirse en presidente de Venezuela, mediante un fraude electrónico preparado por el G-2 cubano, en una nación que no es la suya. 
 
   Si lo anterior es inaudito y un caso único en el devenir político del mundo moderno -no hay otro caso similar-, el «sucesor» ni profesa admiración alguna hacia la patria donde nació (Colombia), ni tampoco a la nación que gobierna (Venezuela), sino que es un fiel lacayo y dócil adoctrinado de un tercer país, al cual admira y es un genuflexo  (Cuba).  Estas felonías políticas son las que cuenta con el respaldo y el total apoyo  del sociológo Pancracio Alexander Melvin Mañon Rossi  y que lo motivaron a escribir sus «Buenas noticias» y difundirlas tan alegre, aunque las mismas fueran fallidas, cuando hace alusión y escribe de manera eufórica sobre un traidor alemán hacia su patria adoptiva: Uri Avnery.

 

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