La región Sur, anhelos insatisfechos
Al presidente Danilo Medina está terminando sus primeros cuatro años de gestión, sin elementos que evidencien una huella gubernativa refulgente en la región que lo vio nacer. Las expectativas de los sureños en torno a una luminosa acción del gobierno de Danilo Medina en esa región, con énfasis en la ejecución de las obras públicas anheladas y el impulso de programas sociales, se han esfumado.
La desestimación de la ejecución de la carretera San Juan-Santiago evidenció que el mandatario no tiene a la región sur dentro de sus prioridades. Más de un siglo llevan Santiago y San Juan esperando que se pueda abrir la comunicación entre esos dos pueblos, sin que dicha expectativa sea satisfecha. Líderes de la capital se han encargado de boicotear el proyecto, porque desde época del dictador Ulises Heureaux «se teme» a que se abra una carretera directa entre la capital del Cibao, Santiago, y la capital del Sur, San Juan.
Es un contrasentido que dos provincias unidas por la geografía, como San Juan y Santiago, no dispongan de una vía de comunicación que haga fluido el intercambio entre ambas demarcaciones, y que para comunicarse haya que recorrer más de cuatrocientos kilómetros.
Asimismo, ha causado enojo la no construcción de la Presa de Monte Grande, obra de gran calado social y económico, que incorporará cuatrocientos mil tareas ociosas a la producción agrícola, contendría las avenidas del Río Yaque del Sur, producirá energía limpia y barata y abastecería los acueductos. Si hubiese voluntad de acometer Monte Grande se hubiese gestionado otro banco para su financiamiento y listo. El olvido gubernamental del polo turístico de Bahía de las Águilas-Barahona también ha enojado a los sureños. Muchas promesas y escasas realizaciones.
En esta primera gestión de gobierno de Danilo Medina tampoco se concretizó la construcción de las avenidas de circunvalación de Azua y Baní. Los proyectos de zona franca de Azua y San Juan se echaron en el “saco del olvido”. El anuncio de la construcción de un millón de metros cuadrados de invernaderos agrícolas en el Valle de San Juan, la tierra del Presidente Medina, tampoco se ha concretizado.
Son muchos los sureños que ya comentan que en la actual gestión de gobierno la agenda de desarrollo del sur no forma parte de las prioridades nacionales.
Todos los sureños, en especial los sanjuaneros, experimentaron un desbordante beneplácito con la elección de un Presidente de la República de ese terruño. Pensaron que llegó la hora de la recuperación del languidecerte Valle de San Juan y que los anhelos sociales de los sureños serían satisfechos, pero penosamente no ha sido así. ¿Mala suerte del Sur?
jpm