La realidad
POR MAXIMO CAMINERO
La realidad no es tan real, más bien parece un juego entre el sueño y la memoria.
Disfrutaba salir todas las tardes, exactamente después de la comida, a jugar beisbol con mis amigos…no recuerdo en qué momento se acabó.
Salíamos todos los fines de semana de parranda…y también se acabó.
Los amigos, las novias, la escuela, la universidad, las fiestas, todo cambió! El barrio, el paisaje, el momento que quise perpetuar, todo, todo!… Ya no existe.
El abuelo, el padre, los padres de mis amigos, sus abuelos y hasta ellos mismos desaparecieron! De vez en cuando se encuentra uno de repente con algún fantasma y es como si fuesen otra persona. Nos da trabajo retomar ese momento pasado para “ubicar” su rostro y entonces calcular “el grado” de cariño que le teníamos.
La vida parece lenta, pero la realidad es que corre! Se mueve abrumadoramente. Hay momentos que logramos perpetuarlos por años, es decir, mantenemos una relación de amistad o pareja prolongada, pero un día, sin aviso, zass!! Ya no está! Se acaba.
Una y otra vez nos sucede. Nos mudamos del barrio, la ciudad o el país. Aun nos quedemos estáticos en el mismo lugar y para siempre, veremos como todo se va moviendo a nuestro alrededor. Como desaparece la gente, el vendedor ambulante, las voces conocidas, la mesa del comedor, la cortina de la ventana, la casa del frente.
Es como si cambiaran el escenario y la trama sin mover al protagonista, es decir, a usted.
Uno se convierte en el observador que no observa! Si! Porque esos cambios ocurren ante nuestros ojos, pero en forma lenta, imperceptibles y hasta aceptados o ayudados por nosotros.
Decidimos un buen día salir corriendo por la puerta sin pensar que vamos a cambiar de una, toda esa “realidad” que estamos viviendo. No pensamos que eso que dejamos atrás…se está moviendo igual y que cuando volteemos a verlo…ya no estará intacto, solo quedará el recuerdo almacenado en nuestra memoria de una “realidad” que vimos…pero que ya no existe.
Hoy hice un recorrido por un área en la que viví por unos 10 años. Me vi sentado en una esquina y desde allí, mi memoria comenzó a recorrer una película que soñé vivir. Caminaba de la mano de dos niñas de 4 y 5 años, Maxiell y Leanna, hoy tienen 31 y 30. Me veía abrazarlas y juguetear con ellas. Entrabamos a una tienda de helados, que ya no está, caminábamos por una calle desolada y silenciosa que hoy está llena de ruidos y de gente.
Vi la funeraria convertida en restaurant de lujo, el banco en tienda de a un dólar, la pizzería en cabaret.
Daría cualquier cosa por recuperar esos momentos, pero no sé si mis hijas, Maxiell y Leanna, podrán sintonizar ese sueño y disfrutarlo como aquella vez lo hicieron. La realidad es distinta…pero cual realidad?
Cual es la realidad? Este momento en el que escribo estas líneas? La tarde de hoy en el que desde la funeraria despedía a un amigo que disfruté 20 años atrás y que solo volví a verlo hoy, cuando ya no podía decir nada?
La realidad, fue ayer? Fue hoy? Fue hace una hora? Podría decir que todo eso fue algo que soñé, o imaginé que flotaba ligero y que mi estela iba desparramando todos esos momentos, grabándolos e insertándolos como una película en mi memoria.
Podemos decir que lo que vivimos existió si ya no existe? Solo existe lo permanente? Lo inmutable? Lo que no se transforma? Es solo real lo que es, no lo que fue?
Podría decir que Maxiell y Leanna fueron y son realidad porque todavía las veo en mis sueños, aunque ya no vea a esas dos niñitas sino a dos mujeres que hablan y piensan distinto? Podríamos decir que son “dos realidades distintas” pero yo pienso que ni una ni la otra lo son. Ayer no existe y tampoco el mañana.
Podremos decir que “solo existe el hoy” pero ni siquiera eso. Entonces qué existe? El momento?…cual? lo que piensas ya lo pensaste…lo que haces…ya lo hiciste…lo que eres…ya lo fuiste.
La realidad es que es muy tarde ya para seguir en estas pendejadas filosóficas…por eso se las escribí, para que vean que yo también se escribir chochadas y para que se hagan permanentes en nuestra memoria, en donde parece existir un sueño, que se empeña en hacerse realidad. Una y otra vez lo intenta, pero hay que morirse para despertar…a la realidad! Salud! Mínimo Caminero.
(Revisado por Martha Pons)
JPM