La pelea de los Republicanos contra los Demócratas
¡Comenzó la campaña norteamericana con miras a la elección el 8 de noviembre del próximo año del 45° presidente de los Estados Unidos!
Los partidos políticos que representan el establishment norteamericano se están lanzando al ruedo electoral para posicionarse en la carrera por llegar a la Casa Blanca. La maquinaria republicana parece que de entrada sabe quién es la candidata a vencer, y no se anda por las ramas, implementando de inmediato la imposición de la agenda a discutir por la gente que representará a ambas agrupaciones en el debate proselitista que recién comienza.
El periódico de Manhattan The New York Times publicó la historia de los correos electrónicos de la doctora Hillary Clinton, ex secretaria de la presidencia, durante el período 2009-2013, quien usó su cuenta personal, a pesar de detentar una posición que sugiere, pero que al decir de algunos, no la obliga a utilizar los medios oficiales para sus correspondencias.
El affaire de Clinton ha puesto el tema en la palestra pública, y el encontronazo la ha hecho adelantar la fecha de su lanzamiento como aspirante a terciar en los comicios del 2016 por los demócratas, la cual la realizará en abril, y no en julio como había planificado.
Pero al tema de los correos electrónicos de Hillary se le adhiere la cuestión de la fundación de Bill, que recibió dinero de diferentes gobiernos durante la administración de su cónyuge cuando fungía como secretaria de Estado, lo que también parece será utilizado como ítems de la campaña en las lides partidarias norteamericanas.
El tema es bien manejado por la barra republicana de manera tan astuta que no solo el comité del senado que investiga el asunto se refiere al caso. La ex candidata a vicepresidenta de los estados Unidos por los republicanos, Sarah Palin no desaprovechó un artículo escrito en Fox News para arremeter en contra de Hillary, y dice que el asunto de los correos electrónicos de la doctora Clinton es, “anti ético y sin dudas ilegal”, para agregar la Palin que, “el equipo de Hillary Clinton trató de cumplir las leyes, pero indiscutiblemente tuvieron un traspié”.
Por el lado de los republicanos, el virtual candidato por esa agrupación política, Jeb Bush es perseguido por lo que se considera una dinastía en la historia de los Estados Unidos. Las administraciones de su padre y su hermano mayor lo acosan, y el ex gobernador de la Florida tiene que establecer diferencias en todo momento con miras a lograr ser el cuarenta y cinco presidente de USA.
Bush argumentó en una entrevista, que en el año 1994, cuando aspiró a ser gobernador no lo logró, pero que en 1999 se alzó con la gobernación, pues según él, logró empatía con la gente.“ Hay que tratar de atender a las personas, antes que tratar de tener sus votos”, dijo el dos veces gobernador refiriéndose a sus éxitos en la política.
Para la época en que Jeb buscaba afanosamente votos que lo llevaran a la gobernación, “la gente al final se dio cuenta de que yo no solo soy el hermano y le hijo de quien soy, sino que también tengo mi propia personalidad, y por eso gané en dos oportunidades la posición”, dijo Jeb Bush en conferencia de prensa en febrero pasado en Detroit. No así piensa el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney, quien ve con ojeriza la candidatura de Bush.
Pero a pesar de todo, aun las encuestas siguen dando a Hillary Clinton como la favorita para ser la mandamás a partir del 2016 en la Casa Blanca. Es verdad que queda mucho tiempo, y la estrategia de los republicanos parece que no variará en cuanto a convertir en escándalo manejos personales y administrativos de los Clinton, y desde Arkansas hasta la Lewinsky, la artillería republicana no cesará un ápice en su propósito de hacer ceder la ofensiva demócrata, utilizando esos látigos como parte de su campaña, con lo que golpearán a la pareja.
Mas, es indiscutible que este matrimonio ya está acostumbrado a esas bataholas, que el tiempo y la curtiembre en esos asuntos lo ha hecho aprender a cómo enfrentarlas.