La oposición venezolana ha caído en la trampa imperialista  

 

 

Por definición, el concepto imperialismo implica la apropiación de territorios con saqueos, es decir, la práctica del robo y abusos de toda índole con violencia, que ha demostrado ser a lo largo de los siglos, extremadamente inhumana.  En la antigüedad, las naciones se saqueaban mutuamente en devastadoras guerras en las que usaban para destruirse mutuamente las armas de su tiempo, como espadas, cuchillos, lanzas, hondas, arcos y flechas, catapultas, fuego, aceite hirviendo y todo lo que pudiera destruir al máximo al tenido como enemigo.

 

En aquel salvajismo se arrasaban ciudades enteras bajo la consigna: «Que no quede piedra sobre piedra ni ser viviente alguno.  Incluso, hay pueblos que hacían esas guerras terribles, dizque por mandato de un dios que les ordenaba: “saquea, degüella, arrasa con todo, quema todo lo que encuentres a tu paso, viola a sus mujeres, haz venganza, no dejes nada con vida, mata a todos los niños, a todos los varones, mata a todos sus animales, reparte el botín, etc., etc., etc.  Después de la devastación, en un escenario de desolación enorme con miles de cadáveres tendidos sobre el suelo, entonces los vencedores, se arrodillaban ante ese dios para darle las gracias por el triunfo obtenido.

 

Las guerras religiosas de los cruzados, las invasiones de los Barbaros, las guerras  de conquistas de los cesares romanos,  todas las guerras europeas posteriores a las guerras púnicas, como la guerra de los cien años, la guerra de los 30 años, las guerras napoleónicas , la colonización de América, las guerras independentistas (anticoloniales), lo mismo que la Primera y Segunda Guerra mundial, todas fueron motivadas por la apropiación de territorios donde se daban matanzas masivas con característica de genocidios y holocaustos.  Toda Europa, Rusia, África y Asia, sufrieron en sus suelos estas sangrientas conflagraciones.

 

De las guerras acontecidas después de la Segunda Guerra Mundial y lo que va del siglo XXI (la guerra contra Vietnam, Correa, la guerra del Golfo Pérsico, la guerra de los Balcanes, la guerra contra Irak, Afganistán, Pakistán, Libia, Siria y otras, se puede decir lo mismo en cuanto a los fines, pero con armas  más sofisticadas y con mayor capacidad destructiva, puesto que ahora se usan arsenales atómicos, químicos y biológicos, como  son los gases tóxicos como el sarín, el napalm, y líquidos mortales como el agente naranja desarrollado por la transnacional estadounidense Monsanto.

 

Nuevas formas de hacer la guerra y dar golpes de estado

 

La era del Siglo XX y XXI se ha caracterizado por los enormes avances científicos que han dado pie al potente desarrollo tecnológico que tenemos, a nuevas formas de modelos económicos y financieros, a nuevas formas de industrialización, a las grandes transnacionales, a los grandes bancos, todo en un complicadísimo mundo globalizado.  En este nuevo mundo, las guerras han sido objeto de renovaciones y actualizaciones, así, las guerras convencionales han pasado a un segundo plano, para darle paso a las llamadas guerras no convencionales, como lo son: las guerras financieras, las guerras psicológicas y las guerras mediáticas entre otras.

 

También los cruentos golpes de estado con intervenciones militares directas, han sido sustituidos por los llamados, golpes blandos o golpes suaves y por los llamados golpes parlamentarios, como los consumados con Fernando Lugo, Manuel Zelaya y Dilma Rousseff, y que tienen en ejecución con Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega y Nicolás Maduro.  Con Cristina Kirchner usaron el golpe mediático, una modalidad de influir en las elecciones con mentiras descomunales que estuvo a cargo del grupo Clarín.  En el mundo árabe, para derribar gobiernos desafectos  se valieron de las primaveras árabes, también conocidas como revoluciones de colores.

 

En estas modalidades de golpes de estado, el presidente es destituido por un Congreso, que de mil maneras es doblegado por el imperio en confabulación con los lacayos del patio que logran que un conglomerado social se tire a las calles con el objeto de lograr la ingobernabilidad, que conlleva a justificar el golpe de estado.

 

Estas guerras son tan efectivas como las guerras convencionales, pero con la ventaja, que para desestabilizar a un país, arruinan su economía, lo sumen en el caos, lo dividen, etc., para finalmente derrocar un gobierno desafecto al imperialismo, no necesitan de invasiones con ejércitos.  Estas guerras están alevosamente planificadas por científicos de la comunicación, por sicólogos, por economistas, por financistas, por sociólogos, por politólogos  y otros profesionales de los más brillantes en sus respectivas aéreas, naturalmente con mente y espíritu de los más ruines de la especie humana. (Léase «Confesiones de un gánster económico», del estadounidense John Perkins; léase, «De la dictadura a la democracia» del politólogo norteamericano Gene Sharp; y «Hegemonía o supervivencia» del judío norteamericano, Noam Chomsky, para que se pueda comprender algo del tema que estamos tratando).

 

En estos libros se revela como el imperio norteamericano y otros, a través de sus organismos internacionales (FMI, BM, OMC, con el apoyo de los países aliados en la OTAN) obligan a los países del Tercer Mundo a endeudarse mas allá de sus capacidades de pago, y a construir obras con esos préstamos que van directamente a beneficiar a las transnacionales imperiales que se establecen en los países pobres para dominarlos y saquearlos.

 

En esos libros se revela, la presión que se ejerce sobre los gobernantes a los que les dicen: te sometes a nuestros designios, o atente a las consecuencias (las consecuencias ya las sabemos).

 

Gene Sharp, desarrolla en su libro todo un manual para derrocar a un gobierno desafecto.  Explica como provocar malestar social con intrigas, como hacer denuncias falsas o verdaderas retorciéndolas, enseña como buscar la forma de deslegitimar y desacreditar un gobierno acusándolo de totalitario, de dictadura, de violador de los derechos humanos, de corruptos, entre otras cosas, para crear un clima de ingobernabilidad.  Estas acciones tienen que ir acompañadas de calentamientos y desmanes en la calle, de la toma de instituciones con gente reclutada y adoctrinadas para demandar reivindicaciones sociales, libertad, democracia, derecho a la libre expresión y difusión del pensamiento; pero además, indica cómo crear las condiciones de carestía, de desabastecimiento de las mercancías indispensable para la vida, como los alimentos, el agua, las medicinas y hasta se pone en carestía cosas como el papel higiénico, la pasta de diente, la sal, el azúcar, y otros rubros, cuya carestía tienen un efecto devastador en el ánimo del ciudadano cualquiera que este sea.  Se suman a estas acciones, el boicot económico y financiero y a las exportaciones, las trabas de los bancos, adjunto a una campaña sistemática de difamación global demoledora a cargo de los medios del imperio, valga decir, periódicos, televisión, radio, internet, etc.

 

Noam Chomsky en su libro: «Hegemonía o supervivencia», explica con lujos de detalles las angurrias y codicia que motivan a los imperialistas norteamericanos a llevar las guerras a todos los confines del mundo. Después de leerse este libro se comprenderá, porqué este imperialismo tiene cerca de mil bases militares ubicadas estratégicamente en todo el planeta, además se entenderá, por qué la destrucción de Irak, Siria, Libia, y las guerras contra Afganistán, Pakistán, y el afán por dominar a Ucrania y a todos los países del mundo.

 

Eduardo Galeano y su visión de las guerras

 

«Las guerras mienten (nos dice Galeano).   Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar yo mato para robar.  Las guerras siempre invocan nobles motivos: matan en nombre de la paz, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia y por las dudas, si tanta mentira no alcanzara, ahí están los medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y en un inmenso matadero»

 

Winston Churchill revela como imponer el imperialismo

 

En un artículo anterior de mi autoría, cité un párrafo de Winston Churchill en el que él estableció como tratar a la Argentina para no dejarla progresar, de modo que no entrara en competencia con las civilizaciones anglosajonas…

En ese mismo artículo sugerí a mis lectores que hiciéramos un ejercicio de paráfrasis, consistente en cambiar el gentilicio Argentina por Venezuela para que viéramos si lo que está sucediendo actualmente en Venezuela es por pura coincidencia o porque obedece a un plan aplicado con toda premeditación y alevosía, siguiendo las instrucciones de Churchill.   No olvidemos que Churchill fue un imperialista confeso.

 

Del ejercicio sugerido, mis lectores recordarán que resultó la paráfrasis siguiente: No dejemos que Venezuela sea una potencia (expresó Churchill), pues si ello sucede, arrastrará tras de sí a toda Americalatina…La estrategia es debilitar y corromper por dentro a  Venezuela, destruir sus industrias, sus fuerzas armadas, fomentar divisiones internas apoyando a bandos de la derecha e izquierda, atacar su cultura en todos los medios, imponer dirigentes políticos que respondan a nuestro imperio.  Esto logrará la apatía del pueblo y una democracia controlable donde sus representantes levantarán sus manos en masa en servil sumisión.  Hay que humillar a Venezuela.  (Fuente: Lyndon La Rouche Conceptos vertidos en su libro: “Argentina, Polo Industrial de Iberoamérica” – Edición 1989).

Ante la anterior declaración de Churchill, pregunto: ¿tanta concordancia entre la declaración en cuestión de Churchill, con lo acontecido hoy día en Venezuela y en otros países, es pura casualidad?

 

Seguimos investigando sobre el tema que nos ocupa

 

Para analizar detalladamente las causas y motivaciones del accionar imperialista elaborado y dirigido por  las etites norteamericanas y europeas en Venezuela y en el  resto del mundo, es necesario que el lector tenga conocimientos mínimos sobre lo que significa «El Nuevo Orden Mundial», la globalización del Neoliberalismo y qué papel juegan las transnacionales, principalmente las petroleras como la Exxon Mobil, Chevron, Rosnef, Petro China, Royal Dutch Shell, British Petroleum, Kuwait Petroleum Corp, Abu Dhabi Nacional Oil Com, y otras.

 

Para el mismo análisis, el lector debe saber qué papel juegan en las guerras los complejos industriales de fabricación de armamentos y pertrechos de guerra, que hoy son las industrias más lucrativas del mundo, las cuales devoran trillones de dólares que debieran ser invertidos en erradicar el hambre y enfermedades curables que afectan a más de la mitad de la población mundial, no gastarlo en destrucción, como ha venido aconteciendo con Irak, Libia, Siria y en otras naciones. Ha de señalarse, que en estas industrias, hasta el vaticano tiene enormes inversiones.

 

También, el lector, para el mismo fin de análisis en cuestión, debe saber del protagonismo que en esto de imperialismo tienen las familias más poderosas del planeta, como son los banqueros Rockefeller y los Rothschild.  También se debe conocer qué papel juegan en la política mundial sus logias como «Los Iluminatis», y sus  clubes, tal como el Bilderberg, que aparte de los banqueros más poderosos del mundo,  lo integran expertos en defensa, dueños de la prensa, Ministros y Primeros ministros de gobierno, miembros de la realeza, grupos financieros poderosísimos a nivel planetario y líderes políticos de Europa y de la América estadounidense, entre los cuales están en primera línea, Henry Kissinger, David Rockefeller, Los Bush, los Clinton y otros con igual saga. También ha de conocerse en esto de imperialismo, el papel de las iglesias y sus religiones, que muchas veces, como en el derrocamiento de Juan Bosch en la RD y el derrocamiento de Salvador Allende en Chile, la Iglesia católica jugó un rol determinante, como también ahora lo está jugando en Venezuela unida a la ultraderecha de ese país y al imperio, buscando derrocar a Maduro y en hacer fracasar la Revolución Bolivariana.

 

Es primordial en este análisis, conocer del poder de los grandes medios de comunicación, (televisión, radio, periódicos, revistas, internet, etc.,  cuyos dueños, también son propietarios de  las grandes transnacionales que existen, ya sean las mineras que explotan Petróleo, oro, cobre, bauxita, hierro, níquel, aluminio, plutonio y otros minerales, o las que se dedican a otros rublos como Monsanto, o como las tantas que pertenecen al sistema bancario y financiero global, o que se dedican a la fabricación de automóviles, electrodomésticos, aviones, celulares, elaboración de productos lácteos como la Nestlé, o a las comunicaciones telefónicas y por internet y muchas más.  Me refiero a empresas como la ITT,Televisa, Univisión, Telemundo, Telmex, Radio Caracol y Televisión, Grupo Prisa, Rede Globo, Grupo Clarín, Cox Enterprise, multimedios Mediaset, Axel Springer, BBC Mundo, Fox News,, CNN, TNT, ,  associated Press, Reuter América, United Press internacional, Bloomberg, New York Times, Washington Post, The Wall Street Journal, USA Today, Nuevo Herald, ABC News, CBS News, NBC News, PBS News, y muchas otras que son monopolios en sus respectivos países, como son los medios de Pepín Corripio, Gómez Díaz y otros, en la República Dominicana.

 

Todos estos conocimientos y muchos más, hay que dominarlos para darnos cuenta de todo lo que hay detrás de las protestas inducidas de la oposición venezolana.  Venezuela posiblemente sea el país más rico de la tierra, por ende, es lógico pensar que los imperialismos (conforme a la Doctrina Monroe y al aludido postulado imperialista de Churchill, nunca (mientras puedan), dejaran progresar a ese país de tantos recursos naturales, porque ello sería tener un competidor más en el mercado regional y mundial, lo que es inaceptable para la supervivencia de los imperios aludidos.

 

¿Paz y progreso en Venezuela de manos del imperio?

 

Vistas la reflexiones anteriores ya podemos preguntarnos ¿realmente a los imperios actuales les interesa que haya paz y progreso en Venezuela y en todos los países de esa región?   Afirmar o tratar de vender que la mano del imperio está metida en Venezuela para llevarles  la paz y el progreso y para defender los derechos humanos conculcados por un hombre que ellos han tipificado de dictador, sería como afirmar, que cuando ellos derrocaron a los gobiernos progresistas que surgieron en los países de Centro, Suramérica y el Caribe, para sustituirlos por ladrones y asesinos dictadores como los Somoza y Trujillo, y que luego con el «Plan Cóndor» también derrocaron gobiernos desafectos para implantar crueles dictadores como Augusto Pinochet en Chile y Rafael Videla en Argentina, pero que respondían a sus intereses, fue para llevar la paz, el progreso la democracia y la libertad a esos países.  Incluso, se puede colegir lo mismo del apoyo que le dieron al apartheid en Sudáfrica, en lo que llegaron a tachar a Nelson Mandela de terrorista y de hijo de perra.

 

Preguntas sobre los acontecimientos violentos protagonizados por la oposición en Venezuela

 

¿Será verdad como difunden los medios de comunicación al servicio del imperio, que las manifestaciones de la oposición venezolana en las calles son pacificas, cuando es un hecho que esos manifestantes, se las pasan tirando bombas molotov a diestra y siniestra, incendiando vehículos y provocando la muerte de decenas de personas?

 

¿Que le ocurriría a un manifestante en EE.UU., Francia, Inglaterra, Holanda, etc., que se atreva  salir a la calle a querer tumbar un gobierno elegido por el voto, y que lo agarren tirando bombas Molotov, quemando carros, matando gente e incendiando negocios? ¿A los tales, se le daría tratamiento de presos políticos en esos países, como quieren que se le dé al terrorista Leopoldo López?

 

¿Por qué mucha gente no comprende el sabotaje a las empresas estratégicas como la hecha a PDVSA, que la carestía en Venezuela, el desabastecimiento, no es culpa de Maduro, sino, de los que tienen los medios de producción en sus manos, que no producen para precisamente lograr el caos y la ingobernabilidad, tal como hicieron en Chile para derrocar a Salvador Allende? ¿Por qué para algunos individuos se hace tan difícil comprender que Venezuela está siendo sometida a la mayor arremetida cultural, mediática, política y financiera que país alguno haya tenido?

 

El golpe de Estado que se quiere llevar a cabo contra Maduro (según los auspiciadores del mismo), es porque es un dictador que ha sumido en el caos, hambre y miseria a Venezuela.  Bien… ¿pero cuáles fueron los motivos para el golpe de estado contra Chávez, cuando no existían las causas por las cuales hoy quieren derrocar a Maduro?  También quiero saber ¿por qué, cuando en el gobierno de Carlos Andrés Pérez en 1989 en el famoso Caracaso, se asesinaron a unos cinco mil infelices venezolanos a tiro limpio, ustedes no salieron a protestar a las calles por esa matanza, sino, que más bien la apoyaron?  Pero también, en este contexto en que el imperio apoya decididamente a los opositores venezolanos tachándolos de pacíficos aunque tiren molotov y causen muertes y daños a la propiedad privada, ¿por qué también ellos (opositores venezolanos e imperialistas estadounidenses), no asumen la defensa de los palestinos que día a día son masacrados por los sionistas de Israel?  ¿Por qué estas diferencias en la defensa, de a unos sí, y a otros no?  ¿Hipocresías, o cuestión de intereses?

 

Pregunta a los dominicanos

 

En este contexto, los dominicanos podemos preguntarnos ¿los imperialistas yanquis apoyaron el derrocamiento a Bosch en base a verdades o en base a mentiras?  Por igual ¿por qué derrocaron al civilista Jacobo Arbenz y al pulcro Salvador Allende para colocar a una hiena como Augusto Pinochet?  ¿Por qué y para qué, destruyeron a Irak, Libia y Siria?  Dicho sea de paso, no han destruido a Correa del Norte, porque este tiene bombas atómicas, sino, hace tiempo que este país asiático hubiese corrido la misma suerte de destrucción que aquellos.

 

Un señalamiento a los dominicanos pro-imperialistas

 

Hay un número de dominicanos pro-imperialistas, que tachan a Nicolás Maduro de dictador, de opresor del pueblo, de culpable de la hambruna y carencia de medicinas que está sufriendo Venezuela, lo que es justamente la propaganda que se ha echado a rodar por los medios al servicio de la derecha venezolana y del imperialismo para justificar un golpe de estado, ya sea parlamentario o militar.  Esos dominicanos en su amor por Venezuela y el imperio, claman para que nuestro país no llegue a lo que ha llegado Venezuela de manos de un chavismo (según ellos) que ha arruinado a ese país.  A esos dominicanos quiero decirles, lo que en este punto me ha señalado una amiga muy querida: «dominicanos, no se preocupen, la RD nunca llegará a la situación de Venezuela, puesto que contrario a Venezuela, nosotros los dominicanos le regalamos sin trabas nuestros recursos naturales al imperio.  En estas condiciones, sino había peligro en seguir a Trujillo, ahora tampoco hay peligro en seguir los dictámenes del imperio.

 

 

Candidez y estulticia de la oposición venezolana

 

La oposición venezolana no se da cuenta que los imperios actuales (los europeos y el estadounidense), por la vía que han planificado eliminar la «Revolución Bolivariana» (la Revolución Chavista), no es  para lograr la paz, ni el progreso de Venezuela, mucho menos para defender el pueblo de una supuesta violación de sus derechos humanos, sino que al contrario, esa vía de confrontación obedece a un plan de sumir a ese país andino en el caos total,  en la ruina de su economía para ellos poder tener un dominio total sobre los enormes recursos  naturales de esa nación.

 

La actual oposición venezolana, en su estulticia no se da cuenta que el derrocamiento de Maduro, obedece al postulado de la doctrina Churchill: «La estrategia es debilitar y corromper por dentro a Venezuela, destruir sus industrias, sus fuerzas armadas, fomentar divisiones internas apoyando a bandos de la derecha e izquierda, atacar su cultura, en todos los medios, imponer dirigentes políticos que respondan a nuestro imperio.  Esto logrará la apatía del pueblo y una democracia controlable donde sus representantes levantarán sus manos en masa en servil sumisión» (¡Dios mío tan fácil de ver esto, y no se dan cuenta.  Señores, nos dominan mas por la ignorancia que por las armas, tal como dijera el gran Simón Bolívar. ME)

 

A donde el imperio quiere llevar a Venezuela y todos los países del Tercer Mundo

 

Para que podamos darnos cuenta hacia donde los imperialismos actuales quieren conducir a Venezuela, hagamos un simple ejercicio de lógica dialéctica.  La oposición en las calles, queriendo derrocar por las malas el gobierno presidido por Nicolás Maduro, es una parte del pueblo venezolano, en contrario, el chavismo es otra parte del pueblo venezolano, pero de mayor conglomerado; los números con que estos han ganado 18 elecciones, así lo confirman.

 

Ahora bien…los opositores venezolanos con sus luchas violentas en las calles, están llevando al gobierno a una situación de ingobernabilidad, que dicho sea de paso, es la situación que plantea generar Gene Sharp en su libro «De la dictadura a la democracia» y Winston Churchill en su planteamiento: «que hacer para que Argentina no progrese».

 

Con estas condiciones numéricas, si los opositores llegan al poder de la manera violenta como los azuzan los imperios (el estadounidenses y los europeos),  ¿pensarán  los opositores, que ya en el poder,  gobernaran en paz, porque los chavistas no van a salir a las calles a protestar  tal como ellos lo hacían cuando eran oposición?  La respuesta se cae de la mata; pero si este caso se da, la oposición en el gobierno va a causar un genocidio de chavistas, que será apoyada por los imperios, tal como apoyaron la matanza de unos cinco mil venezolanos cuando el Caracazo en 1989.  Pero la violencia no se detendrá, y Venezuela vendrá a ser otra Colombia con sus FARC, pero ahora con su Farvenezolana.  Entonces, siendo así, los imperios aludidos habrán logrado sus propósitos de destruir la unidad y consolidación del pueblo venezolano, porque de esa manera lo puede controlar, dominar, y saquear a sus anchas…

 

Lo oprobioso de todo esto es, que la oposición venezolana no se da cuenta de cómo está siendo usada y manipulada.  ¡Y qué pena! porque cuando llegue el día que  asimilen el rol de tontos útiles que están haciendo, ya será demasiado tarde, porque lo habrán hecho cuando miles de sus compatriotas hayan sido asesinados y su país sumido un caos irreversible, que le impedirá superar sus ancestrales problemas sociales y de toda índole, tal como han planificado los imperios aludidos, para ellos continuar con sus planes imperialistas de dominar y someter para saquear a sus anchas a los pueblos que con estos métodos ellos han usado para colonizarnos y sacarnos de la competencia en los mercados mundiales.

 

Conclusión

 

Por todo lo expuesto, podemos llegar a la conclusión, que la oposición venezolana ha caído en la trampa imperialista, del imperialismo.

 

A los lectores, les dejo la palabra

 

Posdata:

Muchos individuos que opinan sobre el contenido de mis artículos me preguntan, que si odio tanto al imperio ¿por qué vivo en el?   En primer lugar, no odio a los EE.UU., sino, su imperialismo, que es la política exterior para dominar y saquear a los pueblos más débiles, para exclusivo beneficio de las élites de poder.  Aclaro este concepto, porque los ciudadanos pobres de las metrópolis de los imperios no se benefician del imperialismo, al contrario, el pueblo llano es quien pone los muertos de las guerras.  Los pueblos tuvieran más beneficio en un mundo sin guerras, sin saqueos, sin esa forma macabra que divide, mata y destruye riquezas y seres humanos, y que nos desvía del mandamiento, «amaos los unos a los otros».

 

También, a esos opinadores cuando me mandan a vivir a Cuba o a Venezuela les respondo: No tengo porque irme a esos países, porque Cuba ni Venezuela, nunca han invadido o saqueado mi patria; por ejemplo, la Barrick Gold, la Falconbridge Dominicana S.A. (Falcondo), el Central Romana Corporation que se adueñó por las malas de millones de tareas de tierras del Este, no son transnacionales cubanas ni venezolanas, además en 1916 y 1965 estos países no fueron los que nos invadieron, ni fueron los que apoyaron a Trujillo, ni fueron los que auspiciaron el golpe de Estado contra Juan Bosch, que al  final han creado las pésimas condiciones sociales, económicas y políticas, que han obligado a millones de dominicanos a abandonar su país.

 

¿Por qué, si las élites o cualquier ciudadano del imperio pueden vivir en nuestro país a sus anchas, y hacer en el lo que les de las ganas (tumban y ponen gobiernos, imponen ministros y tratados leoninos dizque de libre comercio, se llevan nuestras riquezas a precio de vacas muertas etc.), entonces, si ellos pueden vivir allá, ¿ por qué yo no puedo vivir aquí, aunque no comulgue con la doctrina imperialista?

 

Por último, a estos pro-imperialistas, es decir, a gente que está de acuerdo con el dominio y saqueo de nuestros pueblos por parte de USA y europeos, yo les pregunto ¿qué diferencia hay entre vivir en USA y en una de sus colonias? Considerando, que en cierta forma, nuestra República Dominicana es una colonia de los EE.UU.?

¿Por qué considerar que no tenemos el mismo derecho que ellos, de vivir tanto aquí en USA, como ellos allá en RD y en cualquier otro país?  ¿Por qué tendríamos que celebrarles a ellos hasta establecer sus bases militares en nuestros territorios, y que al contrario nosotros no podamos vivir aquí, si no nos comportamos como serviles perros falderos, so pena de ser considerados por algunos, de mal agradecidos, porque según ellos, mordemos las manos que nos da el pan?    Además, yo soy un libre pensador, un ciudadano, no del imperio, sino del mundo, que defiendo la humanidad en su universalidad y la territoriedad total de este planeta tierra, que constituye el hogar de todos.  Ello así, porque en el estado evolutivo en que estoy, he superado vender mi progenitura por un simple plato de lentejas.

 

Finalmente quiero dejar claro, que no abogo por la destrucción del imperio que como territorio constituyen los Estados Unidos, sino por su transformación de imperialista, a una nación convencida, de que las guerras, el saqueo, el dominio a otras naciones, no es ni será el camino correcto para lograr la paz, la justicia social y la tan ansiada democracia para todos los pueblos del mundo.  ¡He dicho!, a lo que espero oír un amén, de los hombres y mujeres de buena voluntad que pueblan nuestra tierra y que creen en un Dios justo, que castigará a los que saquean y abusan de sus semejantes en su nombre.

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