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La madurez política del PLD
Desde su fundación en 1973, el partido que fundara el insigne Profesor Juan Bosch, ha mostrado –contrario al PRD que él sabiamente abandonara–, una gran madurez política, que siempre se ha manifestado en la toma de vitales decisiones coyunturales, lo que indiscutiblemente ha sido su norte y lo ha guiado para convertirse en la organización política más exitosa de la etapa democrática que hemos vivido los dominicanos desde que fuera derrotado en 1978, el último intento de reelección de esa época, del doctor Joaquín Balaguer.
De modo, que la aparente crisis desatada en el histórica y monolíticamente unido Partido de la Liberación Dominicana (PLD), no debe ser motivo de preocupación, pues está claro que en esa organización política hay un consenso con respecto a que lo que mas le conviene al partido, y yo diría que también al país, es que Danilo Medina se quede por cuatro años más dirigiendo los destinos de la nación.
Con Danilo como candidato los costos de campaña para el PLD serían muy pocos, ya que el presidente posee un gran arrastre popular, con lo que como se dice popularmente “iría de robo” como candidato a la reelección.
Leonel también saldría victorioso, ya que su esposa posiblemente repetiría por cuatro años más en la vice presidencia de la republica y él seguiría como el presidente del partido. O sea que de ningún modo puede sentirse derrotado.
mientras que, de aprobarse un articulo en la constitución que permita la reelección por solo dos periodos consecutivos y la inhabilitación del candidato re-postulado para no presentarse nunca más, él también saldría favorecido, porque las leyes no son retroactivas, por lo que éste podría en el 2020, presentarse como candidato y gobernar de nuevo por cuatro u ocho años más si fuera posible.
Según se desprende de lo dicho por su esposa, Margarita Cedeño de Fernández, de que ella como esposa debe serle fiel a su marido, pero como funcionaria pública le debe fidelidad al presidente, supone creer que ésta votó a favor del cambio en la constitución para favorecer la reelección de Medina. Al parecer los esposos en sus conciliábulos íntimos, también consensuaron de antemano las posiciones a tomar en la histórica reunión del Comité Político.
En mi opinión, fue una medida táctica, el hecho de que Leonel votara en contra de la propuesta de reforma y que Danilo se abstuviera, manteniéndose este último, aparentemente neutral, para así dar a entender de que él no es el que ha empujado este proceso para reformar la constitución en su propio beneficio.
Leonel, por su lado, con el voto en contra, se verá como la contraparte que aparentemente se opone, para mantener de ese modo la controversia y el apoyo de vastos sectores que por anteponerse a una posible candidatura de su persona en el próximo proceso electoral, seguirían alineados con la posible re-postulación del primer mandatorio.
Como dije anteriormente, históricamente el PLD ha demostrado una madurez política sorprendente, con lo que ha logrado adjudicarse contundentes victorias en base a la credibilidad y la confianza que genera en la población esa actitud unitaria y de consenso que siempre se ha dado en esa organización política.
De manera que a pesar de las lógicas apetencias personales, la aparente fuerte contienda entre Leonel y Danilo es solo eso…, apariencia. Una estrategia inteligente que confunde a sus opositores para bien del partido en el poder.
De esa forma, esos dos líderes, con sus pro y sus contra, se mantienen vigentes y con la suficiente fortaleza que les permitiría a ambos, eventualmente, conducir victoriosamente a su partido, en las venideras contiendas electorales.