La madeja inservible de los servicios públicos
De manera increíble por no decir desacertada cada gobierno que asume el poder queda enredado en la madeja inservible de los servicios públicos básicos para que cada ciudadano que paga sus impuestos pueda quedar conforme con el ejercicio gubernamental.
Desde el arreglo de una calle, la instalación o reparación de un semáforo, recogida de basura, servicio de agua potable, funcionamiento del alcantarillado o la limpieza de un parque, cada gobierno se quema en los apagones de la falta de electricidad aunque las facturas lleguen cada mes más elevada lo que constituye una burla para el votante electoral.
Lo de las Edes famosas por alterar facturas, no dar servicios y gastarse voluminosas sumas de dinero en salarios a botellas y vagos de todos los colores es el mejor indicador de que el Estado Social, Democrática y de Derecho en Dominicana, es sólo eso un pedazo de papel.
Nada que hablar de los derechos ciudadanos cuando se encuentra en un problema jurídico o policíaco porque esos segmentos jurídicos asesinan físicamente a las personas.
Se piensa en grandes mega obras que supuestamente solucionarán los problemas que a diario acogotan a la ciudadanía, pero y los pequeños servicios que hartan a los dominicanos y que nunca resuelven nada.
Ahora es tiempo de propuestas de reformas constitucional, fiscal, y otras leyes que al final pasan por el frente de la gente sin que nada hayan resuelto.
Ciertamente los líderes políticos, que luego serán candidatos, que ahora son funcionarios va a llegar el momento que tendrán que tomárselas en serio si quieren convencer a un votante cada vez más desengañado de que es víctima de un engaño electoral cada cuatro años.
Ya no es un problema de altos precios en los combustibles, en los alimentos, servicios escolares o de salud, sino de que existe poca credibilidad entre lo que se promete y lo que se hace.
Cumplir promesas es un deber electoral, sabemos que el país crece cada día de manera desorganizada territorialmente también fruto del dejar hacer, dejar pasar de los poderes públicos y quienes lo ejercen, pero eso no es motivo para permitir que las cosas sigan por el derrotero que van.
No soy pesimista profesional, candidato a nada y mucho menos miembro de ningún partido político, pero lo cierto es que si seguimos como vamos, no llegaremos a ningún lado y el país sin que se resuelvan los problemas fundamentales, no llegará a nada bueno en poco tiempo.
jpm-am