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La gran diferencia entre Danilo y Maduro
Por JOSE FLANDEZ
Que gran diferencia mis amigos: si hubiera sido en Venezuela lo del apagón general y el supuesto atentado (envenenamiento) contra nuestro democrático presidente Medina, el dictador de ese país suramericano, Nicolás Maduro, inmediatamente acusaría a la oposición de su país del apagón y lo del supuesto atentado, y estuviera aprovechando al máximo ambos eventos, para ocultar detrás de esa cortina de humo, las crujías que están viviendo hoy en día los altamente estresados ciudadanos venezolanos.
Pero lo peor es que luego surgirían todos los presidentes y escritores alcahuetes de América Latina y otras latitudes, que le hacen coro, disque protestando y solidarizándose con el folclórico y manipulador mandatario.
La suerte que hay una gran diferencia entre ese inefable personaje y el altamente valorado presidente quisqueyano.
En ese mismo contexto, hay que reconocer que en este país también, a nivel de pueblo, la teoría de la conspiración es usada profusamente por mentes calenturientas, que todo lo asocian a eso y al unísono involucran en tales conspiraciones al personaje político o de otra índole que mas detesten o que lo crean un personaje perverso, que es capaz de asociarle hasta con el mismo demonio para causar el mayor daño posible.
En este caso los que siempre todo lo ligan a la corriente conspirativa, quieren vincular al expresidente Leonel Fernández con tales eventos «conspirativo», supuestamente por su intransigencia en su oposición a que se modifique la constitución para facilitar la repostulación de Danilo Medina.
No me explico como un profesional del derecho es capaz de llamar a un medio informativo y alegremente anunciar que tiene información de que el presidente de la republica sufrió un atentado, en este caso un intento de envenenamiento. ¡Cuanta irresponsabilidad y carencia de profesionalismo!
Sin embargo, por suerte, como no vivimos en Venezuela, contrario a como ocurre allá, aquí inmediatamente las autoridades se encargaron de desmentir rumores tendenciosos y desinformadores que daban cuenta de las susodichas manidas «conspiraciones».
A pesar de todos los problemas que nos aquejan, la mayoría de los cuales son de larga data, o sea «endémicos»; como son los apagones diarios, los pésimos y anárquicos servicios públicos y otros males, por lo menos en algunos otros aspectos, tenemos la dicha de poder disfrutar de ciertas libertades, actuaciones gubernamentales mas responsables, como en el caso que nos ocupa, abundancia alimenticia para el consumo sin control alguno en su adquisición, entre otros.
Aspectos estos que son muy positivos y fundamentales, que permiten a la gente vivir con mas dignidad que en los países, como Venezuela por ejemplo, donde como sabemos padecen de un gobierno autoritario, antidemocrático y persecutor de los opositores y que además carecen de esas prerrogativas y premisas básicas para una vida más digna y llevadera.