La economía crece y con ello los lamentos
Las cifras preliminares ofrecidas por las autoridades económicas
dominicanas sobre el comportamiento de la macroeconomía de la nación
indican que esta alcanzó un 7% de crecimiento en el recién finalizado
año 2014 motivo para que los beneficiarios del mismo se sientan
regocijados, no así los excluidos de una mejor suerte.
Hoy las autoridades se vanaglorian del resultado registrado en los
papeles y las computadoras pero siguen los lamentos en aquellos que
dicha bonanza no llega a sus hogares.
Se podrá decir que dicho tema es recurrente y que no todos administran
actividades económicas para percibir en sus negocios tales beneficios
o utilidades pero la población más necesitada también forma parte del
país y dichos beneficios no se han traducido en menor costo de vida ya
que los precios en vez de bajar han experimentado alzas de forma
indiscriminada.
De las únicas formas que los excluidos pueden percibir el señalado
crecimiento de la economía es a través del desarrollo humano el cual
se logra a través de una buena educación, agua potable, mejor
asistencia en salud, inclusión en ciencia y tecnología, mejores
precios, mejores salarios, en fin en mejores condiciones de vida.
Es frecuente oír a muchos comentaristas, periodistas, economistas,
financistas funcionarios del gobierno y otros privilegiados que hoy
se benefician de tal crecimiento económico defender a capa y espada su
participación del pastel del crecimiento económico.
La gente se desespera, preocupa y se frustra al ver que unos pocos se
quedan con todo el pastel sin que se le llame a participar de la
comilona que a diario se dan los seleccionados, los elites, los
privilegiados o escogidos.
Se sabe que muchos seres humanos mientras disfrutan de buena vida
piensan poco o nada en el que pasa hambre o en el excluido, solo se
piensa en cómo hacerse más rico todos los días a costa de la salud y
la desgracia del más necesitado.
Mientras el crecimiento bruto de la economía se coloca en un 7%, la
deuda pública consolidada llega al 51.17% como porciento de todo lo
que se produjo en el país en el año 2014, es decir, de US$62,887.63
millones producido en la economia, US$32,179 corresponde a deuda
pública.
Si los ingresos tributarios se estimaron en RD$414,875 millones y el
pago de deuda en unos RD$112,000 millones para el año 2014, el 26.9%
de dichos ingresos se destinaron para el pago de los compromisos de
deuda pública lo que significa que por cada peso de ingreso tributario
26 centavos se destinaron al pago de la deuda siendo su nivel crítico
un 20%.
Las finanzas y economía del país se encuentran apoyadas sobre pilares
frágiles pues la inversión de su endeudamiento se encuentra por debajo
de su rendimiento o retorno ya que el crecimiento económico se
encuentra por debajo del costo de la deuda que le sustenta, es decir,
el servicio de la deuda sobrepasa el porcentaje de del crecimiento
económico.
Conforme el Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales de 2014 se
estimaban los fondos golondrinas o inversiones de cartera en unos
US$7,662.5 millones que aunque las autoridades monetarias
recientemente afirmaron que no había fondos golondrinas, estos si
existen y en caso de que sigan mejorando las condiciones económicas
norteamericanas como se proyecta para el presente año 2015 el Federal
Reserve Bank of New York (Banco Central de EE.UU.) aumentaría los
intereses lo que muchos de estos fondos golondrinas saldrían del país
en busca de mejores rendimientos y los intereses de nuevas deudas
contratadas se incrementarían.
De manera que mientras se habla de una bonanza a todas pruebas la
situación no pinta del todo bien en el plano local, no obstante, la
rebaja del precio del barril de petróleo.
Ante esta supuesta bonanza económica los lamentos de las personas más
vulnerables se incrementan pues su presupuesto no les alcanza para más
y de mejorarse los niveles de sueldos existentes su poder de compra se
vería disminuido ante los aumentos de impuestos y devaluación del
peso.
De no llevarse a cabo en el tiempo más corto posible la cacareada
reforma fiscal y se apliquen los ajustes en los gastos
correspondientes el país podría verse en una situación difícil a pesar
los buenos augurios de estabilidad económica, más aún en una año
preelectoral en el que por tradición los gastos se extreman, pues
recuérdese que el presupuesto de la Junta Central Electoral se
encuentra incompleto y se prometió aumentarlo y los gastos políticos
clientelistas aumenta considerablemente.
Felix.felixsantana. santanagarc@gmail.com
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