La Convergencia: crónica de una muerte anunciada
La palabra clave para definir el titulo de este análisis es “error de cálculo”. Pensar que a solo dos años del próximo proceso electoral se puede cambiar la ideología de una masa bruta y carente casi total de desarrollo político como aquella que conforma el voto duro del perredeísmo histórico constituye una utopía de parte de los principales dirigentes de ese nuevo bloque opositor llamada “Convergencia para un mejor país” que busca desplazar del poder al Partido de la Liberación Dominicana. La historia ha dicho que todo aquel que se va del Partido Revolucionario Dominicano se va solo o con muy pocos seguidores. Así se fueron Juan Bosch y Jacobo Majluta y lo mismo o peor le pasará a Hipólito Mejía o mejor dicho, a Luis Abinader, pues el primero no se fue, sino que lo echaron. En entregas anteriores sugerimos al empresario y dirigente político Luis Abinader seguir su propio camino y dejar de estar detrás del ex presidente Mejía quien ha cumplido su ciclo histórico en el espectro político nacional pero no ha hecho caso y se encamina hacia un matadero político. La Convergencia ha proclamado que busca revindicar los anhelo y aspiraciones del pueblo dominicano en las últimas cinco décadas partiendo de la caída del tirano en 1961 con el propósito de consolidar en el país un nuevo modelo social, político y hasta económico con el objetivo de desplazar del poder a la corporación PLD, un término muy mal utilizado para identificar al partido más fuerte y exitoso que ha tenido la República Dominicana desde su nacimiento, ya que en su 41 años, ha gobernado 14 rumbo a completar 16 correspondiente a cuatro periodos constitucionales y con amplias expectativas de seguir por lo menos hasta el 2020. El PLD lejos de ser una corporación, es un partido cohesionado en base a dos liderazgos internos que saben que una discrepancia entre si, seria la derrota inminente de su organización y ahora más que se avecina las primeras elecciones generales desde la Reforma Constitucional de 1994. GRAN ERROR Los máximos dirigentes de la alternativa opositora continúan eligiendo al ex presidente Leonel Fernández como responsable directo de la situación interna del PRD y durante los últimos cuatro años han ignorando y subestimado la figura del presidente Danilo Medina quien no ha tenido durante la primera mitad de su gobierno oposición alguna en un acto incompresible según los manuales de ciencias políticas en la búsqueda del poder. Esta estrategia constituye una gran torpeza, dado que la tranquilidad y el éxito alcanzado por el presidente Medina en el ejercicio del poder automáticamente se trasmite en un cheque al portador para cualquier candidato presidencial que elija el partido oficial. Otro gran error de los opositores fue intentar desacreditar al ex presidente moral y políticamente con aquellos juicios populares y falsas acusaciones de corrupción y manejo irregular de la economía nacional. No se puede negar que lograron en parte su objetivo, pero no lo hicieron en el tiempo políticamente correcto por lo que Leonel ahora esta mas fuerte y hasta visto como una victima y el mejor valorado de los posibles aspirantes a la presidencia de la República para el 2016.