La bioética y el futuro de la neurotecnología
En un pasado, no muy lejano, hombres y mujeres fueron objeto de abusos experimentales en la época del nazismo, en Alemania, y tal vez en otros lugares. Prisioneros, huérfanos, judíos, negros, extranjeros, minorías, gente sumida en la más absoluta pobreza, etc. Una evidente violación de los más sagrados derechos del hombre.
Como nos ha demostrado la historia el hombre es capaz de las más horribles atrocidades y de los más desinteresados sacrificios. Y para controlar y castigar esas pulsiones egoístas del hombre existe o debería existir el Estado de Derecho, un Estado que respete y haga respetar las reglas, protegiendo a cada miembro de la sociedad.
Uno de los objetivos de La bioética es proteger a personas enfermas o sanas, del riesgo de abusos experimentales o de sufrir tratamientos contra su voluntad. Es posible que la bioética se convierta en esta época en una disciplina del derecho importante, ya que vivimos una época compleja, de un capitalismo insaciable y un vertiginoso avance de la medicina y biotecnológico, que podrá requerir de reglas claras que protejan al ser humano.
Pero, què es la Bioética, según una breve y clara definición encontrada en Internet es “Una disciplina que se ocupa de las cuestiones morales ligadas a la investigación biológica y a la medicina”. Viene de la Palabra griega “Ethos”, ética, que significa comportamiento, moralidad, y “Bio” vida.
En una época en que ya estamos conociendo los riesgos negativos del avance tecnológico, que tanto ha facilitado e incrementado las riquezas, debería ser una preocupación lógica el tema de la biotecnología y del avance de la medicina para objetivos no nobles, que puedan afectar la salud, la integridad física y los demás sagrados derechos del hombre.
En el ámbito jurídico existe, hasta ahora, la Convención de Oviedo, España, del 4 de abril del 1997, realizado por un Comité AdHoc de expertos en bioética. Dicha Convención consiste en un Acuerdo Internacional sobre Derechos Humanos y Biomedicina. Es el primer Tratado Internacional sobre bioética, considerado por mucho, un avance fundamental en el desarrollo de reglamentaciones internacionales que buscan orientar éticamente las políticas de las investigaciones de base y las aplicativas en el ámbito biomédico. El Art.2 de dicha Convención establece la primacía del ser humano:”El interés y el bienestar del ser humano deberán prevalecer sobre el interés exclusivo de la Sociedad o la Ciencia”. Este Convenio ha sido ratificado por 29 Estados y otros 6 han firmado pero no ratificado.
Una rama que hoy incita mucha inquietud son los avances neurocientificos, como la neurociencia cognitiva y la neurotecnologia. La Neurotecnología definida por el Potomac Institute for Policy Studies de Estados Unidos como “Cualquier tecnología empleada para investigar, modular, reparar o mejorar el sistema nervioso y sus funcionamientos”. Que son una fuente de esperanzas para curar muchas enfermedades degenerativas como el Alzheimer, el mal de parkison, y otras, así como el potenciamiento de la inteligencia ya desde el vientre materno con el manejo del DNA y con los adultos a través de dispositivos invasivos y no invasivos.
Esto propone otro problema, solo quien podrá pagar la aplicación de estos dispositivos tendrá ese potenciamiento y las consecuencias de esto. Aunque pueda parecer a muchos fantaciencia podría darse esta posibilidad en un futuro no muy lejano. Pero lo que es más preocupante, y objetivo principal del presente artículo, es el uso de ciertos avances en el campo de la neurotecnología para influenciar, dañar o manipular ciertas capacidades cognitivas, así como el uso de éstas para torturar y amedrentar. No excluyo que alguna manipulación mental pueda ser usada para cierto tipo de delincuencia, pero es algo que debe ser discutido por comisiones competentes y en el respeto de la salud y la integridad de la persona.
Informaciones muy interesantes al respecto de estos avances en el mundo de la Neurotecnología se encuentran en el libro “El Dominio Mental, La geopolítica de la Mente”, de Pedro Baños, Un Coronel Español, especialista en Geopolítica y Servicios de Inteligencia. En esta obra señala que el científico e inventor Raymond Kurzweil, pronosticó que, a finales de la década del 2020 la ciencia habría conseguido confeccionar un mapa del cerebro y crear así sistemas externos al ser humano con patrones similares de inteligencia.
En esta fase serán de gran utilidad los microchips, los implantes neuronales o los nanorrobots introducidos en nuestro torrente sanguíneo, con el fin de mejorar nuestros sentidos o nuestra memoria. Pero también, sin duda, convirtiéndonos en seres absolutamente manipulables a merced de los programadores mentales”. Estamos hablando de instrumentos ultra sofisticados que podrían ser manipulables.
Pedro Baños habla de Proyectos empresariales en el ámbito de la Neurotecnología en los cuales el cerebro podrá controlar con el pensamiento un ordenador y, señala el militar, “quien dice que no puede suceder lo contrario y que sea el ordenador que termine controlando el cerebro. Quien nos protege de posibles hackers?.” Asimismo, quien nos protege de manipulaciones cerebrales que puedan influir en el funcionamiento del cuerpo ya que se tiene un mapa del cerebro y de todo su sistema nervioso.
Por todo esto, han surgido en países como Estados Unidos, Suiza, España y Chile, entre otros, académicos e Instituciones que abogan por nuevas legislaciones al respecto como la inclusión de algunos principios en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículos sobre el tema como uno publicado por el Italiano Marcello Lenca y el argentino Roberto Andorno “Hacia Nuevos derechos humanos en la era de la ciencia y las neurotecnologias”, son llamados de alarma de un peligro que está más cerca de lo que uno piensa.
La iniciativa también ha ejercido gran influencia en Chile, donde se ha impulsado una enmienda al artículo 19 de su Constitución para incluir la identidad mental como un derecho fundamental.
Según Pedro Baños existe la posibilidad de que a través del uso de técnicas conocidas como “fmri” con avanzados métodos de Inteligencia Artifical en el campo del aprendizaje automático se puedan leer nuestros pensamientos. Avances como estos serian una de las principales amenazas que las neurotecnologías podrían suponer para nuestras libertades: poner fin a la intimidad de nuestros pensamientos, la última frontera de la privacidad.
Aunque estas situaciones no son muy conocidas, Baños señala que a la ONU han llegado tantas quejas de acosos electrónicos, gente que siente calor, vibración y presión en diversas partes del cuerpo, pérdidas de memoria y bloqueo mental, que ha decidido tomar cartas en el asunto. Esperamos que la tomen.
La ciencia es un instrumento maravilloso para salvar y mejorar vidas no para menomarlas, manipularlas o dañarlas. La libertad del hombre, su bienestar, deben ser protegidos, y las leyes deben ser claras al respecto. Y los peligros y los riesgos deben ser discutidos y analizados, y conocidos por la sociedad. Porque no existe derecho más sagrado, y donde reside la verdadera libertad del ser humano, que en su capacidad de pensar, analizar y tomar sus propias decisiones libremente.
exelente arti**** me inclino ante usted ya que es un buen referente para aquellos que quieren tener relaciones con china ya que esta no esta obligada a respetar ninguno de los convenios internacionales de bioetica