La actualidad de la Restauración
Recientemente asistimos como país a la conmemoración del 151 aniversario de la gesta heroica de la Restauración, un acontecimiento revestido de singular importancia por su alto significado de valor patriótico y porque permitió que como nación seamos lo que somos hoy, un país con un nombre, una bandera, un himno y un escudo, sostenidos por un orgullo patrio que tiene lugar en la mente y el corazón de cada dominicano sin importar el lugar del mundo en el que se encuentre. El génesis conceptual del enfrentamiento cívico militar tuvo lugar en la decisión que tomara el Presidente Pedro Santana el 18 de marzo de 1861 de anexionar nuestra parte de la isla al imperio español, decisión sumamente cuestionable porque con ella se enterraba la condición de país libre e independiente que nos había otorgado la guerra de la independencia de 1844 encabezada por Juan Pablo Duarte y todo el movimiento Trinitario. Indudablemente que la acción nefasta y de traición a la patria impulsada por Santana enfrentaba el sentimiento colectivo de los dominicanos, pues ya estábamos resueltos como nación a no someternos al yugo de ninguna potencia o nación extranjera y surgió de las entrañas del pueblo un movimiento en contra de la anexión que el 16 de agosto del 1863 declaró la guerra a España como país interventor y izando la bandera nacional en el cerro de Capotillo, una hecho que se conoció como «El Grito de Capotillo». Dicho evento marcó el inicio de la guerra restauradora y fue encabezado por los Grals Gregorio Luperón y Santiago Rodríguez teniendo entre sus colaboradores principales el Gral JoséCabrera y el Gral Sotero Blanc, que había llegado al país por la frontera con Haití como parte de la ayuda de Francia al Movimiento antianexionista. Fueron dos años de una lucha férrea en la que junto al brote de la fiebre amarilla le producimos más de diez mil bajas al ejército español comandado en el último tramo de la contienda por el Gral Jose de Lagandara y finalmente el 3 de marzo de 1865 la Reina Isabel firmó la anulación de la anexión y el 15 de julio las tropas españolas abandonaron la isla. Hoy en la histórica comunidad de Capotillo, enclavada en la frontera norte del país, perteneciente al municipio de Loma de Cabrera, provincia Dajabón, tierra en la que el rocío de la mañana huele patria, escudo y corazón, se celebra el histórico acontecimiento en el único monumento construido por el estado para honrar la memoria de los Restauradores «El monumento de Capotillo» Mancillar la patria entregando la dominicanidad jamás podrá ser una opción para las actuales ni para las futuras generaciones. Es una conclusión que nos queda muy clara cuando miramos la gallardía con la que estos hombres defendieron la patria, dándolo todo a cambio de seguir siendo dominicanos y seguir viviendo en territorio dominicano. El momento actual con todas las conjeturas creadas alrededor del nuevo reglamento para la regularización y naturalización de los extranjeros recientes en el país, unido a la presión de la comunidad internacional, nos convoca a que apoyemos el presidente de la República y que ante cualquier anomalía nacional que fruto de la inherencia extranjera vulnere la esencia misma de la dominicanidad y festine el proceso de adquisición de nuestra nacionalidad, podamos encontrar el camino más directo y menos angosto para de una vez por toda volver a Capotillo…