¡Intimidante!
En su obsesivo y compulsivo afán de obtener por nueva vez el poder; tal parece que el narcisismo político del expresidente Leonel Fernández, ha sufrido alguna seria alteración.
Resulta paradójico, el que un individuo que ya gobernó tres veces combine una fiesta multitudinaria en el Centro Olímpico Félix Sánchez, para luego, absurdamente, presentar un escenario con exjefes policiales y militares con los que aparenta intimidar al electorado.
Nos deja atónitos que, al que sus seguidores consideran inteligente, mesurado y demócrata, hoy, desesperadamente, apele al apoyo de sectores que en nada han respetado la Constitución de la República. Uno, por sus abusos y ejecuciones extrajudiciales, motejado con el apodo de: “El cirujano”, y otros, con un historial de actos delictuosos violatorios de los derechos constitucionales.
Realmente, los yerros de Leonel nos dicen que está desgastado en su retórica proselitista y que sólo una nación como la República Dominicana es capaz de dar paso a un político que con variopintas “cabriolas” violó la Carta Magna, y, de forma diferida, es tan reeleccionista y continuista como Danilo Medina, y los que pretenden, como caudillos, retornar al poder.
Hay que dejar establecido que si como dicen algunos, el exmandatario pelea políticamente; lo hace conturbado por una especie de ansiedad traumática proveniente de su adolescencia, a modo de que siendo más taimado- como dicen algunos de los que bien lo conocieron en la urbe neoyorquina-, siempre tuvo la tendencia a pedir el auxilio de los que entendía con más arrojo y valentía que él, ante cualquier percance o conflicto.
Pero también hay que recordar que si busca el poder de miembros delincuentes de los cuerpos armados; ello fue lo que externó en su primer gobierno cuando, en los que muchos consideran como una actitud irresponsable, dijo que nunca los enfrentaría o denunciaría por sus inconductas, porque lo derrocarían como gobernante. Y, hay que añadir que si Félix Bautista y Víctor Díaz Rúa no están a su lado, es porque su presunta complicidad con éstos, sería demasiado evidente.
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